La llegada de miles de migrantes al país y en especial a Montevideo ha generado una fuerte diversidad cultural que plantea importantes retos y oportunidades a la ciudad. Es por ello que la Intendencia de Montevideo ha apostado por tener una mayor capacidad de respuesta y una comunicación “receptiva y fluida” que es bien valorada por las organizaciones que nuclean a los recién llegados.

Así lo señalaron a la diaria la presidenta de la asociación Idas y Vueltas, Katia Marina, la integrante de Hilos Tejido Cultural, Ámbar García Márquez y el presidente de la Asociación Africana, Bertrand Cameroun.

Con esta administración de la intendencia, “los servicios e instituciones que ya existían antes han tomado más cuerpo y más protagonismo. Una de ellas es la Secretaría de Equidad, Migración y Poblaciones Migrantes. Últimamente viene liderando varias acciones y actividades vinculadas con la promoción de la presencia de la inclusión migrante en Montevideo. También han creado una respuesta transitoria para personas migrantes, es decir, lo que vemos es un intento más visible, más presente de dar respuestas a los problemas. Otra institución también con la que trabajamos hace años, pero ahora observamos que están más activos, es el Museo de las Migraciones”, dijo Marina.

En la misma sintonía, García destacó que existe una comunicación “bastante receptiva y fluida” con la Intendencia de Montevideo.

“Tuvimos la oportunidad como organización, junto con otras también que están en esta área, de hacer propuestas en el marco de los 300 años [de Montevideo]. Por tanto, ha habido una mayor recepción para poder hacer cosas”, agregó. Asimismo, Cameroun resaltó que la Intendencia de Montevideo está “ayudando mucho” a su organización y “siempre está dispuesta a dar una mano”. “Toda la ayuda que hemos pedido a la Intendencia nos la ha dado. Jamás tuvimos un problema. Nunca nos fallaron”, reflexionó.

Por su parte, la directora de la Secretaría de Equidad Étnico Racial y Poblaciones Migrantes de la Intendencia de Montevideo, Leticia Rodríguez Taborda, dijo a este medio que la actual administración ha buscado crear “un sistema de respuesta más centralizado y organizado con atención ciudadana”, tratando de brindar respuestas “integrales” a los migrantes.

“Además, se aumentó el diálogo y la interacción con las organizaciones sociales dedicadas al tema. Tenemos una fuerte articulación con muchas de las organizaciones y son ellas las que ponen encima de la mesa cuál es la demanda y la hoja de ruta que debemos construir”, indicó.

Acciones de la Intendencia

La directora de la Secretaría de Equidad Étnico Racial y Poblaciones Migrantes afirmó que la Intendencia creó un sistema de respuesta para personas migrantes que abarca diferentes temáticas como salud, vivienda, idioma español, entre otras.

“Ofrecemos el carnet de manipulación de alimentos para aquellas personas que necesitan trabajar en gastronomía. También brindamos cursos gratuitos de español para los que vienen de otras partes del mundo y no hablan el idioma. Además les ayudamos en los trámites para acceder al sistema de salud a través de las 23 policlínicas de la Intendencia de Montevideo”, observó.

En materia de vivienda, la IM ofrece el sistema de Respuesta Habitacional Transitoria para Personas Migrantes, que está ubicado en la calle Guadalupe y subsidia a unas 30 personas que están buscando trabajo y haciendo trámites para estabilizarse en el país.

“También articulamos con otras instituciones del Estado. Hay un sistema de respuesta que involucra al Gabinete Migrante y un trabajo de articulación metropolitana con San José y con Canelones destinado a generar instancias de capacitación. Otro ejemplo es el proyecto Macamba, que alcanza a mujeres afrodescendientes y está destinado a apoyar los emprendimientos artísticos”, agregó.

Además, desde la comuna se monitorean situaciones de racismo y xenofobia en los ámbitos educativos, especialmente en las escuelas.

Orientación

Cuando un migrante llega a Montevideo, como es lógico, tarda en conocer la ciudad y en identificar los lugares importantes, indicó Marina; es por ello que cobra mucha relevancia poder contar con una mayor accesibilidad a los principales servicios que necesita cualquier ciudadano, como son la vivienda, la salud, la educación y el trabajo, expresó.

“Esto significa poder contar con oficinas y puntos visibles, donde la información correcta es proporcionada en tiempo y forma. Y la realidad es que hoy en día la mayoría de los servicios disponibles para las personas migrantes, tanto del Estado como los de la sociedad civil y los de la Intendencia, se concentran en el Municipio B, y sería interesante, por lo tanto, que poco a poco se comience a implementar en otros barrios para descentralizar esa atención”.

“El tema de la vivienda es también de vital importancia para ellos, porque al no poder acceder al sistema de garantías de alquiler hasta regularizar su situación, muchos migrantes viven en pensiones cuyos costos y el pago habitacional muchas veces escapan a las inspecciones y no reúnen las condiciones básicas de una vivienda digna”, subrayó.

Por su parte, García Márquez habló de los desafíos que día a día debe enfrentar una persona que llega al país.

“Los migrantes no hacemos vida en una cajita o vivimos solamente en un espacio que está convocado para que nosotros estemos ahí, sino que estamos en la cotidianidad y en las cosas convencionales, en los vínculos cotidianos, en lo laboral, en lo social, en lo creativo. Poder mirar a los migrantes más como un tema transversal y no solamente como un sector siempre es un reto. A partir de lo que ya se ha conquistado, debemos poder dar un paso más y no recluirlo a una sola esfera, sino verlo como algo transversal”, reflexionó.

Por su parte, Cameroun indicó que una de los aspectos más difíciles para vivir en Uruguay son los altos precios”.

“Los migrantes tienen ese espíritu de hacer muchos sacrificios. De no gastar mucho, de trabajar todos los días. Yo trato de trabajar de lunes a lunes para lograr afrontar los gastos. Todo es carísimo acá, pero con mucho sacrificio, los migrantes siempre salimos adelante”, agregó.

Los más afectados

Leticia Rodríguez afirmó que desde la Intendencia se observa que la población más afectada en estos momentos tiene que ver con ciudadanos cubanos, venezolanos y dominicanos, muchos de los cuales necesitan una acreditación de sus conocimientos para poder homologar su título en Uruguay.

Además, indicó que está arribando a Uruguay mucha población argentina, sobre todo del interior del país, y brasileña. “Hay que tener una mirada bastante transversal de lo que implica ser migrante en Uruguay. Hay personas que no tienen las necesidades básicas satisfechas y hay otras que sufren discriminación en el ámbito laboral simplemente porque tienen otro acento. El tema del racismo y la xenofobia es uno de los más complejos”, reflexionó.

Remarcó la importancia que tiene la presencia de la población migrante para la “estabilidad” de la economía uruguaya y la previsión social del país. “No es que haya una oleada migratoria. [...] Siempre la movilidad humana ha sido parte de nosotros. Uruguay, a lo largo de la historia, ha tenido que recibir poblaciones que han venido de diferentes partes del mundo. Nosotros hemos tenido que emigrar en épocas de dictadura hacia América Latina. [...] Hay que remarcar la importancia que tiene esta población migrante que está hoy en Uruguay, ya que apoya el desarrollo de la economía uruguaya. Este tema se debe visibilizar no desde un lugar de discriminación, de estereotipos, de racismo o de xenofobia, sino desde el dinamismo de la movilidad humana. Nunca sabemos cuándo nos puede tocar tener que emigrar a otro lugar y vivir una realidad donde la gente no nos mire como iguales”, reflexionó.

Los aspectos positivos

Con respecto a los puntos positivos, Marina aseguró que la mayoría de los migrantes destacan el hecho de que Montevideo es una “ciudad tranquila” y “accesible” en términos de tamaño, de circulación de personas y del uso de los espacios públicos.

“Montevideo, a pesar de ser una capital, es una ciudad con un tamaño humano y con un flujo de personas que hacen que los recién llegados no se sientan abrumados. Entonces, es una ciudad relativamente segura también, sobre todo en la zona céntrica, que es la que ellos conocen al principio cuando llegan y tienen que resolver una cantidad de cosas, y es algo que es muy valorado, uno camina tranquilo, no es abrumado por el tránsito, por el flujo de personas. Yo creo que cuando esas personas llegan a una ciudad como San Pablo o Buenos Aires, la sensación y el vivir son distintos”, indicó.

Por su parte, García, quien hace tres años que vive en Montevideo, destacó que la ciudad se “ha abierto” al proceso migratorio en “diversas esferas”.

“Tener una oficina que se encarga de la recepción y el acompañamiento de las personas migrantes, y recibir una orientación es algo que ya marca una diferencia respecto a cómo ha sido recibida la migración forzada, por ejemplo, en el norte del mundo. Y aquí ha habido una receptividad a nivel de la Intendencia”, afirmó.

Aseguró que Montevideo se distingue en América Latina y en el mundo por su concepción ante la “realidad migratoria y la movilidad humana”, lo cual es un aspecto “muy positivo” a nivel de las políticas públicas.

Como aspecto negativo, el presidente de la Asociación Africana dijo que existe demora por parte de las instituciones públicas para dar respuesta a los casos de migrantes que están viviendo en la calle. “En este momento tengo un caso. Me llegó ayer un africano; me cuesta encontrar una respuesta rápida y eso es el aspecto negativo. Cuesta conseguir una internación para las personas de la calle. ¿Qué hago? Antes yo los refugiaba en mi casa y luego contactaba a las autoridades. Les daba de comer, los ayudaba, les daba el primer auxilio ahí, pero he decidido no hacerlo más. Realmente cuesta mucho sacar a la gente de la calle”, indicó.

Asimismo, reclamó que la asociación necesita tener un lugar para poder intervenir y dar una solución a las personas que están en la calle.

“Es necesario tener un lugar, ya sea una casa abandonada o conseguir una donación. En este momento hay siete africanos viviendo en la calle”, remarcó.

Los lugares preferidos

Las personas migrantes priorizan viviendas que les den espacio y privacidad a precios accesibles, por lo que optan por mayor calidad de vida más que una zona en particular, indicó Marina.

“Por supuesto que si esas condiciones están reunidas en una vivienda céntrica, la van a preferir antes que mudarse a la periferia, donde quedan más aislados de los servicios que necesitan, y sujetos a más situaciones de inseguridad”, dijo.

Marina indicó que la organización Idas y Vueltas atiende entre 300 y 400 personas al año y en los últimos años “bajó la cantidad de migrantes que prefieren el Municipio B, que comprende Ciudad Vieja, Aguada y Centro”.

“Hace unos años era francamente predominante, ahora disminuyó. Si bien la mayoría de las pensiones y de los refugios del Mides siguen ubicándose ahí, cuando las personas y las familias acceden al sistema de alquiler para la vivienda, muchos se mudan a otros municipios donde acceden a viviendas mejores, más amplias, que justamente les proporcionan esa privacidad a precios más accesibles”, agregó. Aseguró que actualmente su organización está trabajando principalmente con los municipios C, G y F. “Las personas migrantes que llegan y que cuentan con familiares, que ya están radicados hace más tiempo, por lo pronto, saltean esa etapa de la pensión en el centro y tienen la oportunidad de mudarse directamente con esos familiares a barrios más periféricos o a ciudades cercanas como, por ejemplo, La Paz o Las Piedras”, indicó.

Uno de los lugares preferidos por los migrantes es la feria de Tristán Narvaja, ya que muestra una confluencia de la comunidad a nivel cultural, gastronómico y creativo, dijo García. “Es un ejemplo muy concreto de dónde podemos encontrarnos y de qué manera podemos hacer vida cotidiana, más allá de ser un sector. Todo espacio público que tenga los brazos abiertos para la confluencia de lo diverso, de la movilidad de seres humanos, es un espacio que convoca a los migrantes”, reflexionó. Cameroun indicó que otro de los lugares preferidos es la rambla y la cancha de fútbol cinco que está ubicada en Ciudad Vieja.

Feria Goes Migrante

Por su parte, Mariana Isis y Daisy Ross, quienes son integrantes de la Comisión de vecinas y vecinos de plaza de Las Misiones, dijeron a la diaria que hace unos años comenzaron a impulsar una fiesta de colectividades, denominada Goes Migrante, con el objetivo de fomentar la diversidad de culturas en el barrio.

“Desde la comisión empezamos a hacer la feria y la repercusión que tuvo, que llegó a tener 250 personas, demostró que hay avidez por este tipo de ofertas culturales. A partir de la repercusión que hubo, desde la Intendencia se contactaron. Yo percibo que ha habido mayor visibilización de los temas migratorios. La falencia que nosotros vemos es que hay mucho centralismo; toda la cultura migratoria está concentrada en el Municipio B”, expresó Isis.

Ambas afirmaron que haría falta crear nuevos espacios para una mayor integración, debido a que el consumo cultural de los migrantes es muy bajo todavía porque no se sienten convocados y porque no tienen tiempo debido a que están trabajando.