En la mañana de ayer murió Isabel Coca Sarli, la máxima estrella de la recatada pornografía argentina e ícono sexual de varias generaciones. Tenía 83 años y había sido internada en el Hospital Central de San Isidro tras una fractura de cadera.

Isabelita, como le decían cariñosamente los argentinos, era entrerriana. Había nacido en Concordia y su nombre completo era Hilda Isabel Gorrindo Sarli. Se inició tempranamente como modelo y en 1955 fue elegida Miss Argentina. Esa notoriedad la puso en la mira de Armando Bó, un director, actor y productor de cine que rápidamente la convencería de protagonizar El trueno entre las hojas, una ficción filmada en Paraguay con guion de Augusto Roa Bastos e inspirada en su cuento “La hija del ministro”. La película, que se estrenó en 1958, es recordada por incluir la primera escena de desnudo frontal del cine argentino. Vendrían después muchas otras, algunas con Armando como protagonista y otras con su hijo Víctor en el papel de galán. En varias entrevistas Isabelita recordaba jocosamente que le decían “la higiénica”, porque sus películas siempre incluían escenas de baño. Tan bella y sensual como pésima actriz, Isabelita tenía el encanto que también caracterizaba a las pin-up girls de los años 50, un desparpajo inocente que desmentía (y enfatizaba) la rotunda verdad del desnudo.

Fue pareja de Armando Bó durante 25 años, aunque él nunca dejó a su esposa legal. A su muerte, en 1981, Isabel entró en una profunda depresión y dejó de trabajar, hasta que en 1996 volvió fugazmente a las pantallas con La dama regresa, de Jorge Polaco.