El radioteatro, entendido como aquellas obras de ficción que se transmitían por radio, gozó de momentos de gloria durante la primera mitad del siglo pasado. La llegada de la televisión lo barrió de un plumazo de la mayoría de los mercados, aunque siguen existiendo honrosas excepciones.
En Reino Unido, por ejemplo, la BBC continúa con la producción de estas piezas, que en ocasiones continúan ficciones televisivas, como en el universo de la serie Doctor Who, en el que actores que interpretaron al protagonista (el Doctor) regresan periódicamente a poner su voz en nuevas aventuras.
Nuestro país también contó con una gran tradición de radioteatro, género que en los últimos años permaneció vivo especialmente de la mano del humor. Quien escribe estas líneas trabajó muchos años libretando radioseries para el programa Justicia infinita y al día de hoy salpica sus columnas con pequeños guiones actuados en vivo.
En Estados Unidos el género tiene poca relevancia, pero la adaptación de un hito fundamental para los fanáticos de las historietas hizo que muchísimos portales se hicieran eco de la salida del audiodrama (o radioteatro), The Sandman, que adapta la obra escrita por Neil Gaiman y dibujada por un grupo de destacados exponentes del género. Se trata de una realización de la plataforma Audible, propiedad de Amazon, que incluye toda clase de audiolibros y también podcasts. Tiene un costo de 35 dólares, pero con el mes de prueba sin costo te regalan un título a elección, así que este uruguayo aprovechó la oportunidad. Es importante ponerse una alarma en el teléfono para cancelar el servicio antes de que cobren el segundo mes.
Enter Sandman
Con la aparición del primer ser vivo del universo, y antes de que alguno de ellos comenzara a imaginar a sus dioses, nacieron los Eternos: siete aspectos de eventos importantes del universo, que estarán aquí hasta que la entropía se cobre al último de nosotros. O al menos eso creía Gaiman cuando los inventó.
Ellos son Destino, Deseo, Delirio, Destrucción, Desesperación, Sueño y Muerte. En inglés funcionan mejor, ya que los siete comienzan con D. La historieta, titulada The Sandman y editada por DC Comics entre 1989 y 1996, seguía las aventuras de Morfeo, la actual personificación de Sueño, quien recuperaba la libertad después de décadas de encierro y debía reconstruir su reino.
A lo largo de 75 números, el personaje interactuó con otras propiedades intelectuales de la editorial, recobró sus poderes, corrigió gravísimos errores de su pasado y finalmente fue castigado por ellos, en una ficción que recibió halagos de los lectores, excelentes críticas y galardones de la industria.
Desde entonces este rincón del universo de DC se ha mantenido vivo, gracias a las aventuras de personajes secundarios (como el resto de los pobladores del mundo de los sueños). Con respecto a Sueño, en una personificación diferente, ha aparecido en cuentagotas y siempre luego de contar con la aprobación de Gaiman, algo que no es para nada común en el cómic estadounidense. Alcanza con preguntarle a Alan Moore por cómo fue tratado respecto de sus creaciones.
Fueron numerosos los intentos de llevar esta historieta al mundo audiovisual, y Gaiman contó que se opuso a varios proyectos que no hacían justicia a semejante historia. Sin embargo, pocos meses atrás Netflix anunció que harán una serie de televisión, que además será la más cara jamás producida por DC Entertainment. Todavía las cámaras no empezaron a rodar, pero los micrófonos ya hicieron lo suyo, así que, a manera de bocadito, tenemos la experiencia sonora comandada por Dirk Maggs, veterano de esta clase de productos. Resta saber si se trata de un producto que valga la pena, gratuito o no.
A little respect
Neil Gaiman es un creador consagrado, que ha escrito novelas para adultos y para jóvenes, y también un buen número de historietas. Pero no hay que olvidar que es un irresistible contador de historias a viva voz, con un timbre capaz de mantener la atención del oyente incluso si lee la guía telefónica. O su equivalente luego de la muerte del teléfono fijo.
Maggs “contrató” a Gaiman para hacer las veces de narrador y es uno de los puntos más altos de The Sandman. Pero también se rodeó de un elenco de figuras que ocupan bien sus roles, incluyendo a James McAvoy (el profesor Charles Xavier) como Morfeo, Kat Dennings (2 Broke Girls) como Muerte, Taron Egerton (Elton John) como John Constantine, Michael Sheen (Good Omens) como Lucifer, Samantha Morton (Dulce y melancólico) como Chica Elemento, y Andy Serkis (Gollum) como el cuervo Matthew.
Estos nombres ya aseguran altísimos valores de producción, pero de todos modos cabe mencionar la calidad del acompañamiento musical y el uso del foley (los efectos de sonido) para crear una experiencia sonora inigualable. Si bien prometieron una versión en español para el futuro, aquellos que manejan medianamente bien el inglés no tendrán problemas para comprender lo que está ocurriendo.
Claro que no todas pueden ser buenas. Como gran lector de historietas, que ya va por la segunda versión de los tomos de The Sandman, es muy poco lo que agrega esta obra. Me atrevería a decir que es prácticamente nulo. Gaiman se limita a leer lo que escribió en los cuadritos de narración de su historieta. Los personajes leen los globitos de texto, que casi no tienen variación entre su versión original y esta. Lo sé, porque en ocasiones tenía los libros en mis manos mientras escuchaba.
Apenas en alguna oportunidad el narrador agrega datos, que no son sino descripciones de las viñetas dibujadas. No se aprovecha el formato para, por ejemplo, presentar diálogos más fluidos entre personajes. El texto original es más sagrado que la Biblia para algunos evangélicos, y eso limitó el deleite para quien ya conocía las historias hasta de canto. Son 20 capítulos que adaptan los 20 primeros números de la historieta. Y si uno de ellos está narrado por otra persona (Chica Elemento, por ejemplo), pues así será el episodio, intercalando sus narraciones con sus diálogos y haciendo poco fluido el asunto.
Se sabe que la serie televisiva estará ambientada en la actualidad (en lugar de principios de los 90) y que aprovecharán para hacer algunas revisiones. No sé si tanto, pero este producto podría haber crecido si le hubieran perdido un poquito de respeto al material. De esta manera, es como sacarle fotos a una película y agregarle globos de texto para hacer la adaptación en historieta.