El Ballet Nacional del Sodre (BNS) presentó en una conferencia de prensa la futura Gala de ballet, que se desarrollará del 23 al 26 y del 28 al 29 de junio, y del 1º al 3 de julio. El lanzamiento fue especial, ya que se llevó a cabo en el taller de telones del Auditorio Nacional Adela Reta. Allí tomó la palabra la directora del BNS, María Noel Riccetto, quien hizo referencia al marco y destacó a “toda la gente que hace posible” que el BNS se vista de gala en todas las producciones.
“Acá se hacen los más maravillosos telones. Acá se pintaron esos maravillosos vestuarios. Pasa mucha cosa, y vive a diario mucha gente que quiero mucho y que tiene mucho talento”, agregó Riccetto, quien se presentó acompañada por los principales responsables de las dos obras que formarán la Gala de ballet.
En primer lugar se refirió a Sen Chopina, obra inspirada en el histórico ballet Las Sílfides (o Chopiniana) de Michel Fokine. Se trata de la primera creación abstracta de la coreógrafa Marina Sánchez, con música adaptada e interpretada en vivo por el pianista Esteban Urtiaga.
“Marina junto con Esteban tenían una idea y venían poniéndole mucho pienso: transformar ese ballet tan conocido para el bailarín clásico, que es Las Sílfides, y reversionarlo. Y pensar algo nuevo con esa música que tiene tanto romanticismo y tanta historia”. La directora también dijo que era muy importante para ella “que se hiciera todo acá, en este lugar. Que esta fuera la casa de este estreno mundial”.
Cuando llegó el turno de Marina Sánchez, primero se mostró “muy agradecida con el equipo de trabajo” propuesto por Riccetto. Esto incluye a Gustavo Petkoff en escenografía, Tavo García en el diseño de vestuario y Pablo Pulido en el diseño de iluminación.
Sánchez explicó que Las Sílfides fue el primer ballet que bailó en el BNS, y que sería “lindo” poder crear “una nueva versión, una versión no tan del norte”. Así surgió la historia de esta mujer, protagonista de un sueño que une la danza con los valses, mazurkas y nocturnos de Frédéric Chopin. “¿A quién no le pasó que, sentado en la platea, escuchando música o viendo una obra de arte, la mente se le va? Se mete en la obra de arte o, escuchando la música, cierra los ojos y se imagina que baila”. Eso ocurrirá en Sen Chopina (en polaco, “el sueño de Chopin”).
Urtiaga agregó que desde lo musical “fue un montón de búsqueda y de pequeños homenajes”, a partir del trabajo de su compañera. “Me basé en el homenaje que veía en la danza, que estaba haciendo Marina a Fokine, de renovar lo que él había hecho”.
“A la hora de armar esta gala, yo quería que vieran dos ballets totalmente diferentes”, intervino Riccetto. “Que se mostrara la versatilidad de estos bailarines que tenemos. Que la propuesta de escenografía fuera diferente. Que la propuesta musical fuera diferente. Y eso es, para mí, lo más enriquecedor y lo que tiene de increíble esta gala”.
Se refirió a lo que irá a continuación. “Se va a cerrar el telón, y cuando se vuelva a abrir va a venir esta otra obra, que para mí es un honor gigante tener”. Se trata de Minus 16, del israelí Ohad Naharin. “Siempre fue un coreógrafo revolucionario, y son pocas o muy bien elegidas las compañías que bailan su material”. De hecho, el BNS es la única compañía en América del Sur que actualmente cuenta con la licencia para realizar esta obra.
“Esta obra es costosa. Tiene un gran desafío técnico, también, y muchas cosas específicas”, agregó Riccetto, quien agradeció el apoyo de la Comunidad Israelita Sefaradí del Uruguay, para la que se hará una función especial el 20 de junio con motivo de sus 90 años.
Pese a que Naharin tuvo un compromiso que le impidió estar en nuestro país, envió a Erez Zohar, responsable de la puesta en escena. “Todos los bailarines están felices de tenerlo, y está siendo una experiencia maravillosa”.
Minus 16 tiene una partitura ecléctica, que va desde Dean Martin al mambo, tecno y la música tradicional israelí. Utiliza la improvisación y el método Gaga, una técnica desarrollada por el coreógrafo, que implica mucha improvisación y libertad de movimiento. “Es un vocabulario completamente diferente, que escucha al cuerpo y no le dice lo que tiene que hacer”.
“Para un bailarín, sobre todo cuando está acostumbrado a hacer ballets clásicos, tener la posibilidad de cambiar esa mentalidad es algo imposible de hacer sin una buena guía”, explicó. Y destacó el papel de Zohar, de quien dijo que está siendo “un capitán increíble para nuestro barco en este momento”.
Por último, el propio Zohar remarcó que Minus 16 “está hecha con delicadeza, con salvajismo y con humor. Y deja que la audiencia sienta lo que el bailarín está sintiendo en el escenario”.
Gala de ballet: Minus 16 y Sen Chopina, de Ohad Naharin y Marina Sánchez, respectivamente. 23 al 26 y 28 al 29 de junio; 1º al 3 de julio. Auditorio Nacional Adela Reta. Martes a sábados a las 20.00, domingos a las 17.00. Entradas desde $ 90 a $ 1.450 en Tickantel, redes de pago y boleterías del Sodre.