Desde que recaló por primera vez en Montevideo, en la sala Zitarrosa, en junio de 2019, el trío de música para las infancias Pim Pau, que conjuga las raíces brasileñas y argentinas de sus integrantes, es esperado por estas costas y sus actuaciones se ven colmadas de público. Esta vez, la sola movida previa en las redes hizo que se agotaran rápidamente las localidades para la función de las 16.00 y que se agregara otra a las 18.00, para la que ya quedan pocas.
Es que la propuesta de estos músicos y docentes viene precedida por una rápida inserción de sus canciones desde que explotó en 2014 con una excelente versión, con una fuerte base percusiva, de “Pollito pío”: su clásico “La mascota”, que se viralizó y ayudó a hacerlos conocer. Desde entonces, el grupo conformado por Eva Harvez, Lucho Milocco y Cássio Carvalho no se detuvo ni siquiera con las restricciones que impuso la pandemia, ya que continuaron teniendo un ida y vuelta productivo y vivificante con su público mediante las redes sociales.
“La palabra como juego, la música como juguete y el cuerpo como instrumento”. Con estas tres comparaciones, que ponen en el centro esa actividad central en el desarrollo de niñas y niños que es el juego, definen su propuesta, que va más allá de lo musical y que busca la integralidad entre el juego, la danza y la música. El ritmo, sostenido con una atención especial a la percusión, es central desde el vamos: el propio nombre de la banda, esa onomatopeya que surgió del estribillo de una de las canciones, la define.
Visita junina
Con respecto a la presentación de este fin de semana, la diaria conversó con Lucho Milocco, quien expresó la alegría de estar de nuevo en Montevideo, donde la banda ha tenido una llegada muy buena. “Hay un público fiel que sigue al proyecto y gente nueva que se va sumando. No es algo que suceda sólo acá, sino que tiene más que ver con que nos dirigimos a un público muy específico, que va de los dos a los diez años, aproximadamente, y sus familias”, explica. Agrega, con respecto a ese vínculo que hace que su llegada genere tanta expectativa: “La relación con el público la percibimos y se canaliza a través de las redes, y luego se materializa en cada concierto o en los cursos con docentes. La verdad es que Uruguay fue uno de los primeros países a donde salimos en los comienzos y esa relación fue creciendo de manera muy hermosa, al punto de que hoy nos encontramos haciendo dos funciones en el teatro Metro a sala repleta. Eso grafica, de alguna manera, el vínculo con el público uruguayo”.
Desde que comenzaron a trabajar juntos, en 2011, ha corrido mucha agua debajo del puente. Además de los discos Recreo (2016) y Corazón de crianza (2019), y de decenas de canciones a las que se puede acceder en plataformas digitales, en 2021 publicaron su libro Arte en las infancias, en el que reflexionan acerca de sus prácticas en torno a la música, la docencia y el arte. En Recreo –ese disco de título polisémico que conduce a múltiples lecturas: de patio de escuela pero también de un camino que implica crear y volver a crear, y creer y volver a creer– se dieron el gusto de compartir registro con Luis Pescetti en la canción “Caballito de mar” y con los cubanos residentes en Buenos Aires Dúo Karma en “El yaguareté”. También en el nombre de su segundo disco juegan con la polisemia y, en este caso, con la doble vertiente de sus raíces: crianza y criança, que significa niño en portugués.
Las múltiples influencias y el oído abierto a ritmos diversos son una de las características de Pim Pau, que abreva tanto de la música brasileña como del folclore argentino y latinoamericano, y que apunta a borrar las fronteras entre lo que se considera para las infancias y lo que no, y entre los distintas estilos. “Todo el mundo tiene búsquedas personales con respecto a la música, y con respecto a lo más nuevo y a lo viejo suele haber cierta reticencia o prejuicio. En realidad, son conceptos que tienen que ver con el adulto, porque para el niño es tan nueva una canción de 1915 como la última de Daddy Yankee, están en el mismo lugar. Pero en la medida en que haya un juego con la danza, con la música, en la coreografía, en la historia, en la actuación, en un juego de palmas, en lo que sea, esa canción tiene que ver con su momento, con su universo, con su actitud. Por otra parte, una cosa que siempre intentamos es desaturar, sacarle estímulos. La música pop suele tener demasiado estímulo sonoro, con el fin de que lo que convoque sea precisamente ese carácter hipnótico. Si del reguetón y la cumbia lo que convoca es el ritmo y llaman a bailar, vayamos por eso”, decía Lucho a la diaria en su visita montevideana de noviembre de 2019.
En aquella ocasión, Eva aportaba al respecto: “Hay preguntas que son de toda la vida, que tienen que ver con qué es lo que hace a una canción universal. Es una chispa que está siempre viva. Gilberto Gil, en ‘Nova era’, decía: ‘si uno pudiera sentir sus uñas crecer y su pelo creciendo’: esto conecta tanto a un niño como a un adulto con algo de lo sutil que siempre estuvo. Uno se conecta con eso que siempre está, que es la capacidad de maravillarse. Eso es lo universal. O los Beatles. Me acuerdo de un niño que me dijo que su canción preferida en el mundo es esa que dice ‘life is very short and there’s no time...’ [‘We Can Work It Out], pero lo dijo haciendo la percusión golpeando las palmas en sus rodillas, con todo el cuerpo. Le gustaba el juego de tres para dos, eso era fuerte para él”.
Sobre el espectáculo que se podrá disfrutar este domingo en el teatro Metro, cuenta Lucho: “Estaremos estrenando canciones en vivo que forman parte de nuestro repertorio pero no las habíamos llevado al escenario hasta ahora, como así también estaremos haciendo algunas que ya son clásicas. Es difícil elegir porque eso significa dejar algunas canciones afuera, pero de eso se trata también el hecho de pensar la dinámica y la interacción con el público, que es algo que tratamos de priorizar. Hay varios ejes que caracterizan nuestra propuesta que tienen que ver con una mirada conceptual con la que abordamos nuestro trabajo. Es un show donde el cuerpo y el juego son pilares fundamentales a la hora de generar la interacción y la participación colectiva. A través de la danza, el ritmo y el humor, buscamos convocar a toda la familia, sin que sea algo forzado, sino que esté signado por el disfrute compartido y sincero”.
Pim Pau presenta Fiesta tucumpá en el teatro Metro (San José 1211). Domingo 11 a las 16.00 y a las 18.00. Entradas $ 1.050 y $ 1.250 en venta por Redtickets.