El lunes, la Asociación de Críticos de Cine del Uruguay (ACCU) emitió un comunicado en el que celebra la iniciativa de mejorar las condiciones de preservación del acervo audiovisual uruguayo, pero a su vez cuestionan algunos aspectos del proyecto de Ley de Patrimonio Audiovisual que se propuso desde la Agencia del Cine y el Audiovisual del Uruguay (ACAU).
“La falta de planificación concreta, explícita, acerca de la puesta en práctica de varios acuerdos logísticos que la unión de los archivos requiere genera nuevos problemas que serían, a nuestro entender, evitables si el proyecto se trabajara de manera verdaderamente consensuada entre todos los actores involucrados”, dicen los críticos, tras una asamblea en la que evaluaron el proyecto.
Uno de los problemas que plantea la ACCU es la centralización absoluta de los archivos fílmicos en un organismo estatal que podría ser controlado por autoridades que ven la cultura con desconfianza, como ocurrió en Brasil durante la presidencia de Jair Bolsonaro y como sucede actualmente en Argentina.
En ese sentido, los críticos resaltan el rol cumplido por organizaciones no estatales: el cambio implicaría, “para Cinemateca y para la Universidad Católica, que son instituciones privadas, prácticamente una expropiación”, afirman, y recuerdan que el documento de la ACAU fue redactado sin su participación. “La medida no pone en consideración que el acervo de casi 20.000 películas en fílmico de Cinemateca Uruguaya es el principal y más abultado del país. Cinemateca acumuló el patrimonio, lo resguardó y lo ha puesto al servicio de la cultura nacional en un trabajo persistente de más de medio siglo; durante la mayor parte de ese período no recibió apoyo estatal alguno, y viene contando con un apoyo muy modesto e insuficiente desde 2005. Sería sensato aprovechar los conocimientos de quienes vienen realizando trabajos importantes y cooperar con las instituciones existentes para potenciar los efectos de su acción cultural, aun cuando eso signifique una articulación compleja y trabajosa”, dice la ACCU.
“El documento parece tener en cuenta la digitalización de los materiales en fílmico —que sin duda es importante para su accesibilidad en la actualidad y para garantizar su persistencia en el corto plazo—, pero no toca el tema, nada menor, de la preservación de los archivos digitales en sí mismos, como si la digitalización fuera el término final del proceso de preservación”, agregan. “Estamos hablando de intentar garantizar la situación de preservación de la mayor parte (no en tiempo histórico, pero sí en volumen de producción) del cine y el audiovisual uruguayos. No sólo las películas rodadas en fílmico requieren preservación: las películas rodadas en digital también lo requieren, así como las eventuales digitalizaciones de los materiales fílmicos”.
El proyecto ya había recibido fuertes críticas desde Cinemateca, y las políticas de la ACAU en general hacia el cine uruguayo fueron cuestionadas por los realizadores locales.