En febrero de 1997, antes de Agarrate Catalina, Demimurga, Queso Magro y Mi Vieja Mula, un grupo de adolescentes de Malvín Norte, asesorado por el tallerista Pablo Pinocho Routin, decidió cantar sobre un escenario bajo el nombre de La Tricotea.

Eran los albores de un fenómeno cultural que, en la forma primitiva de unos talleres de murga gestionados por el Taller Uruguayo de Música Popular (TUMP) y la Intendencia de Montevideo, todavía no apuraba ninguna competencia oficial. Faltaban algunos años para que se concretara el primer Encuentro de Murga Joven, pero ya existían propuestas similares a la de La Tricotea en otros barrios, como las de A la Manga, Ecomurga y Las Larailas, tal como se puede ver en las imágenes subidas a la página web Anáforas de la Facultad de Información y Comunicación (FIC) de la Universidad de la República (Udelar) por el colectivo Archivo Murga Joven.

“Este es un proyecto que surgió por aburrimiento en plena pandemia”, cuenta Karina Acosta, integrante de Archivo Murga Joven, otra iniciativa del TUMP, en este caso, junto a la Cátedra Unesco en Carnaval y Patrimonio de la Udelar.

“En aquel entonces nos empezamos a comunicar vía Zoom con un grupo de gente, entre ellos Mateo Magnone, quien fue el impulsor original de esta idea”, recuerda Acosta. “Lo primero que se nos ocurrió fue empezar a incorporar material a la biblioteca digital Anáforas, con el objetivo de recuperar y poner en valor las trayectorias de los miles de jóvenes que desde hace ya casi 30 años se involucran en este proceso cultural llamado Murga Joven”, afirma.

Belén Pafundi, otra integrante del colectivo, explica que el proyecto fue concebido “con una perspectiva de apertura historiográfica a nuevas historias, actores y temáticas, desde una concepción de patrimonio inmaterial, y con especial atención a las miradas y discursos de los y las jóvenes, muy poco tenidos en cuenta en las investigaciones académicas”.

Además de “recopilar, sistematizar y poner a disposición el material sobre Murga Joven de 1995 a 2005” (en un archivo que ya supera los 1.000 documentos), Acosta destaca el trabajo del colectivo junto a estudiantes del Laboratorio Audiovisual de Contenidos de la FIC, que derivó en la realización de los cuatro cortos audiovisuales que tendrán su estreno oficial este miércoles en el Aula Magna de la FIC.

“El material aborda diferentes temáticas en torno al Encuentro de Murga Joven: su origen, sus talleres, la participación de las mujeres y la incidencia de Murga Joven en la vida de sus primeros murguistas”, adelanta Pafundi. “La idea es presentar el proyecto, contar sobre la elaboración del material audiovisual y abrir el diálogo con los murguistas jóvenes actuales para que también compartan sus vivencias. Esto es parte de una investigación que nos enfrenta a todo lo que generó esta política pública en quienes participaron, y nos encontramos con sentimientos de pertenencia muy fuertes, grandes olvidos, hasta gente que no quiere volver a pensar en eso. Da la sensación de que pasar por el Encuentro de Murga Joven en los primeros años no dejaba indiferente a nadie”, remata.

Inicios del Encuentro de Murga Joven. Presentación de cortos audiovisuales alusivos, este miércoles a las 18.30 en Aula Magna de la FIC (San Salvador 1944). Acceso libre.