La legendaria actriz Diane Keaton, musa de Woody Allen y presente en las tres películas de la saga El padrino, murió el sábado en California. Nacida en 1946, su primer papel cinematográfico llegó en 1970 con Amantes y otros extraños, y dos años más tarde entraría en la historia como Kay Adams, la novia de Michael Corleone (Al Pacino), en la primera de las tres entregas dirigidas por Francis Ford Coppola.
Dos años más tarde repitió el papel en El padrino (parte II), que al igual que la anterior se quedó con el Oscar a la Mejor película. En 1990 concluiría su participación en la historia de mafiosos con El padrino (parte III).
Sus otros roles más recordados llegaron gracias a sus colaboraciones con el guionista y director Woody Allen, por cuya obra teatral Sueños de un seductor, de 1969, recibiría una nominación al premio Tony. Ambos protagonizarían la adaptación cinematográfica tres años después, aunque Allen dejó la dirección en manos de Hebert Ross.
En 1973, ya con Allen como director, protagonizó la comedia de ciencia ficción El dormilón, y en 1975 La última noche de Boris Grushenko. En 1977 encarnó a la protagonista de Annie Hall, película que le merecería el Oscar a la Mejor actriz y la convertiría en ícono por su forma de vestir, que se inspiraba en la ropa que utilizaba fuera de la pantalla.
“Es gramáticamente incorrecto decir ‘la más única’, pero todas las reglas de la gramática, y supongo que todas las demás, quedan suspendidas cuando hablamos de Diane Keaton”, dijo Woody Allen en una carta pública. “A diferencia de cualquier persona que el planeta haya experimentado y que probablemente no vuelva a ver, su rostro y su risa iluminaban cualquier sitio al que entraba”.
“Hace algunos días el mundo era un lugar que incluía a Diane Keaton. Ahora es un mundo que no lo hace. Por lo tanto, es un mundo más deprimente. De todos modos, están sus películas. Y su gran risa que todavía resuena en mi cabeza”, agregó Allen.
Keaton y Allen tuvieron una relación, siguieron siendo amigos y coincidieron en cinco películas más: Interiores (1978), Manhattan (1979), Días de radio (1987) y Misterioso asesinato en Manhattan (1993). La actriz defendió públicamente al director de las acusaciones de abuso infantil hasta la actualidad.
Otras colaboraciones recurrentes de Keaton fueron con la guionista y directora Nancy Meyers en ¿Quién llamó a la cigüeña? (1987), El padre de la novia (1991), El padre de la novia parte II y Alguien tiene que ceder (2003).
Además de actuar, Keaton también dirigió en cine y televisión (en 1991 estuvo a cargo de un episodio de Twin Peaks), y publicó varios libros de fotografía y memorias.