La comunidad teatral uruguaya despide por estas horas a Amanecer Dotta, actor, director y dramaturgo fallecido el lunes a los 87 años. “Se nos va el compañero Amanecer Dotta y la cultura latinoamericana está de luto”, escribió el Teatro Circular en sus redes sociales. “Nuestro querido Amanecer le hizo honor a su nombre y echó luz fundando sueños”, agregaban.
Nacido en 1937, Dotta se formó en El Galpón durante su adolescencia y se convirtió en referencia del teatro independiente. “Se nos fue un gran compañero, director innovador, dirigente de El Galpón, poeta, docente, amigo, parte de una generación que se va. Amanecer, has dejado una huella imborrable en nuestro teatro, descansa en paz”, señalaron desde esa institución teatral.
El exilio lo llevó hasta Cuba y luego a Costa Rica, donde se radicó. “Tanto mis nietos como mis hijos, como yo, como mi esposa fallecida, somos ticos. Nos gusta todo lo que se hace acá. He dirigido dos o tres obras acá”, dijo en 2024, entrevistado por su colega costarricense José Pablo Umaña. En ese país dictó la cátedra de Interpretación en la Universidad Nacional.
Allí también comenzó a buscar “un método, un sistema de actuación que partiera de premisas semiológicas o, para ser más preciso, semióticas, porque lo semiológico se está utilizando más para los aspectos lingüísticos”, contó en una entrevista en el semanario Jaque a poco de regresar a nuestro país en 1985. “Es más que nada un ordenamiento, una metodología, una estructuración de conocimientos para su mejor aprovechamiento. Como instrumento de análisis, como instrumento de investigación, no tengo la menor duda –lo he probado durante siete años, he escrito miles de páginas sobre estos temas–, es insustituible y es la única ciencia verdadera, puesto que se concreta a analizar lo que emana de la materialidad significante del hecho estético”.
“En esta búsqueda de cómo crear un sistema de actuación, amparado claro está en la libertad de cátedra, tomé un poco como conejillos de indias a mis alumnos e hicimos muchas experiencias de cómo enseñar teatro. Algunos resultados fuimos tratando de anotar en una teoría que, si bien va a ser un proceso de investigación continuo sobre lo que vayamos encontrando, tiene ya muchas cosas consolidadas”, decía Dotta entonces.
A propósito de su regreso, reflexionaba en esa misma charla: “Me preparé largos años para regresar a Uruguay y aceptar y ocupar el lugar que humildemente pueda, porque pienso que la dictadura también tiene que haber dejado secuelas. Yo fui muy atento a todo lo que se hizo aquí en el terreno de la cultura, sorprendido por el trabajo de tantos compañeros que encontraron maneras de seguir hablando. Y eso nos llamaba, a los que estábamos fuera, a una gran responsabilidad; tratamos de venir algo mejor de lo que nos fuimos, para darle una línea de continuidad a esa cosa que fue el orgullo de todo uruguayo: nuestra cultura”.
Dotta fue el primer director del programa Esquinas de la Cultura y formó parte del equipo que en 2005 creó el proyecto junto a Mauricio Rosencof, quien por entonces era director del Departamento de Cultura de la Intendencia de Montevideo. “Su participación fue clave en la concepción teórica del programa, que busca fomentar la participación y el protagonismo cultural ciudadano”, señalaron las redes de cultura departamentales sobre Dotta: “Despedimos a un pilar fundamental de nuestra cultura comunitaria”.
Desde la Escuela Esquinera de la Intendencia, agregaron: “Conmovidos por su partida, reconocemos su aporte decisivo en la concepción teórica de un proyecto que abrió caminos para la participación ciudadana y el protagonismo cultural en los barrios de Montevideo. Su legado continúa vivo en cada esquina, en cada taller y en cada encuentro cultural. Desde la comunidad que ayudó a forjar, seguiremos sosteniendo y proyectando la obra que impulsó con tanta visión y compromiso”.
La Federación Uruguaya de Teatro Independiente también lo despidió en su página de Facebook. “Su trabajo estuvo marcado por el amor al arte, la defensa de la cultura popular y la convicción de que el teatro es un acto de resistencia y de encuentro”, remarcaron. “Hoy lo recordamos con gratitud y respeto, celebrando la pasión con la que sostuvo siempre al teatro independiente uruguayo”. También fue despedido con cariño por la Sociedad Uruguaya de Actores.
Amanecer era, también, padre del cineasta Pablo Dotta, director de El dirigible, quien lo despidió con sentidas palabras. “Hoy se fue mi viejo”, escribió el lunes. “Eternos los que aman, crean y luchan. Para vos siempre ‘hambre y luz’, amado viejo, amado Amanecer”. En El dirigible, Amanecer Dotta fue colaborador del guion de su hijo, junto con Pablo Casacuberta.
En la mencionada conversación con Umaña de 2024, Dotta resumía su relación con el teatro: “Realmente es un apego a esta cosa. Ahora, con esta edad, me dedico más a escribir y a poner notas de las experiencias que han pasado, y a tratar de encontrar con quién pelearme un poco por las cuestiones del teatro. Pero es un mundo demasiado maravilloso para no usarlo y quererlo hasta el último de los suspiros”.