El miércoles, en el auditorio del edificio anexo de Presidencia, se realizó la presentación de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas del Uruguay. El nuevo organismo, que reúne a profesionales de todas las áreas de la cinematografía nacional, tendrá la misión de fortalecer y difundir al sector, así como tender puentes con otras instituciones. Entre los objetivos más tangibles también estará la selección de películas que compiten por galardones entregados por otras agencias, así como una futura entrega de premios a lo mejor del cine local.
La primera alocución de la tarde estuvo a cargo de Gisella Previtali, presidenta de la Agencia del Cine y el Audiovisual del Uruguay (ACAU), quien dijo que la Academia “constituye una herramienta estratégica para impulsar el crecimiento sostenido de nuestro cine, así como amplificar su reconocimiento y prestigio a nivel nacional e internacional”. Según sus palabras, la agencia acompaña “con gran alegría” la creación de este nuevo organismo, y adelantó que “este proceso nos va a encontrar trabajando juntos en el intercambio de conocimiento, de formación de experiencias, en promover a nuestros talentos y en asegurar la amplia difusión de la obra uruguaya, contribuyendo a la riqueza cultural y la identidad de nuestro país”.
“Consideramos importante el establecimiento y la celebración de ceremonias de premios anuales, y eso lo vamos a poner en convenios que vamos a firmar en pocas semanas, que sirvan como plataforma de exhibición y reconocimiento de las películas uruguayas”, agregó Previtali. “Esta premiación no sólo celebrará el talento y la creatividad local, sino que también será un paso fundamental para seleccionar las obras que nos representan en espacios internacionales”.
La productora Virginia Hinze, presidenta de la Academia, destacó el momento “de gran madurez y expansión” del cine uruguayo, que en las últimas décadas “ha conquistado espacios en festivales internacionales, ha cautivado al público, ha diversificado sus géneros y miradas, y se ha consolidado como un sector profesional y creativo”, más allá del largo camino que queda por recorrer. “Es justamente en este contexto que resulta fundamental la creación de la Academia del Cine de Uruguay, una institución que acompañe este desarrollo, que lo potencie y que brinde un marco estable para visibilizar, preservar y proyectar nuestro cine hacia el futuro”.
En su alocución destacó la colaboración de la Federación Iberoamericana de Academias de cine y también mencionó como objetivo, “a mediano plazo, crear los Premios Uruguayos del Cine, que permitan reconocer y celebrar de manera pública el trabajo de nuestra cinematografía”.
La siguió el actor César Troncoso, integrante de la directiva de la Academia, quien habló de la construcción de modos de entender la vida que logran las cinematografías de los diferentes países. “Uno sabe dónde está Seattle, pero no tiene muy claro dónde está Pirarajá, y eso tiene que ver con la inteligencia de los hacedores de cine por otros lugares”, puso de ejemplo. “Mostrar quiénes somos, pensar quiénes somos, ofrecer lo que somos, mostrar nuestra geografía, nuestra idiosincrasia, el modo que tenemos de razonar y de comportarnos en la vida, que la gente nos pueda ver en la rambla tomando mate. Ese tipo de cosas hacen a la capacidad que tenemos de integrarnos y de volcarnos al mundo”.
Virginia Hinze y César Troncoso.
Foto: Ginnette Riquelme, AFP
El director Diego Parker Fernández, secretario general de la Academia, destacó que “estudiar cine” se haya convertido en una opción real, porque “ya es un sector del desarrollo, de la sociedad y de la cultura consolidado, pero que tiene mucho más para crecer, y se está dando una especie de cuello de botella”. En ese sentido consideró que “es el momento de reforzar y actualizar el fondo de fomento a la obra nacional y que el PUA (Programa Uruguay Audiovisual) sea una herramienta que se pueda proyectar a largo plazo”.
Finalmente habló el actor Jorge Temponi, vicepresidente de la nueva institución, quien recordó que el 30 de julio fue la asamblea fundacional, con “un grupo de profesionales de todas las áreas que confluyen para hacer una película: dirección, fotografía, guion, producción, arte, actuación, sonido, montaje, vestuario, maquillaje, animación, efectos visuales y música”. Pero mencionó que también “hay lugar en la Academia, por supuesto, para quienes no hacen directamente cine, pero lo enriquecen y lo alimentan. Críticos, académicos y personas que han trabajado desde organizaciones diversas por y para el cine”.
“Hay mucho por hacer: algunas cosas ya sabemos y se han mencionado, otras no tenemos ni idea y dependerá de las ideas que traigan a la Academia los socios fundadores, los socios por venir, las personas que están vinculadas al cine nacional. Las puertas están abiertas”, agregó Temponi. “Esto recién empieza. Hicimos la mudanza, ahora están las cajas en la casa y hay que empezar a ordenarlas y hacer cosas, pero, como saben, las mudanzas no son fáciles. Y acá estamos, ya se ha fundado la Academia y la estamos presentando, eso nos pone muy felices”.