Pasaron dos años de la última olimpíada de ajedrez en Bakú, Azerbaiyán. Esta nueva edición del torneo organizado por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) tuvo lugar en Batumi, Georgia, a orillas del Mar Negro. Allí viajó una delegación uruguaya compuesta por un equipo absoluto y otro femenino. El equipo absoluto lo integran los mejor rankeados (también importa la clasificación en los campeonatos uruguayos) -ya sean hombres o mujeres- y el equipo femenino está integrado solo por las mujeres mejor rankeadas. Ambas selecciones lograron triunfos memorables, entre los que se destacan la victoria de Andreína Quevedo ante la campeona de Estados Unidos del año pasado, Sabina Foisor, y la victoria de Luis Rodi ante el sueco Erik Blomqvist, campeón de Suecia en 2016.

Cada país cuenta con un equipo de cuatro jugadores, un suplente y un técnico, además de otros colaboradores. En la primera ronda, por ejemplo, el equipo absoluto uruguayo le ganó 4 a 0 a Cabo Verde. Esto significa que ganó en los cuatro tableros. Después perdió 4 a 0 con Francia, lo que quiere decir que no pudo ganar en ninguno de los tableros. Suele suceder, como ocurrió con Suecia, que se obtenga un triunfo en un tablero y se pierda el match (resultado global). Fue justamente en la sexta ronda que Rodi le pudo ganar al gran maestro Blomqvist, número 9 de Suecia con un ranking superior al uruguayo, aunque Uruguay terminó perdiendo el match por 3 a 1. También pasó en la última ronda del viernes ante Australia que el único medio punto que anotó Uruguay (un empate) fue cosecha de Rodi en el partido ante Bobby Cheng, campeón del mundo sub-12 en 2009.

“Uruguay enfrentó de igual a igual a países muy fuertes de tradición ajedrecística. Nuestros jugadores lucharon y dejaron todo en el tablero”, expresó Rodi. El equipo absoluto uruguayo ganó seis matches, no empató ninguno y perdió cinco. Por su parte, el secretario de la Federación Uruguaya de Ajedrez (FUA), Alexis Augoustis, también presente en Batumi, dijo a la diaria que las derrotas fueron “parejas” y ninguna fue “terrible”. El también ajedrecista indicó que el promedio de tiempo de las partidas osciló entre tres y cuatro horas.

El resto de los jugadores uruguayos que integraron el equipo absoluto fueron Andrés Rodríguez, Bernardo Roselli, Nicolás López, Rafael Muniz y el técnico Alejandro Hoffman, quien señaló a este medio que la experiencia fue “muy positiva”, aunque subrayó también que “algunas cosas no se han cumplido”. En relación a su rol como DT, explicó que su trabajo como entrenador “ha sido prácticamente escaso”, ya que cada jugador entrena por su cuenta. Su trabajo fue más de capitán: presentó al equipo y lo acompañó a los diferentes encuentros. En tanto, Roselli, 17 veces campeón nacional, ganó el premio a la mejor partida de la ronda 9 ante el gran maestro Nenad Sulava de Mónaco.

Por su parte, el equipo femenino estuvo integrado por Patricia de León, Natalia Silva, Andreína Quevedo, Lucía Malán, Daiana de León y el técnico Daniel Rivera. De 11 matches pudieron ganar cuatro, empatar dos y terminaron perdiendo cinco. Quevedo fue quien cosechó más victorias, entre las que se destaca una en la primera ronda ante la gran maestra Foisor. Uruguay terminó 3-1 abajo en el match frente a una de las selecciones top 10. Fue una “enorme batalla”, según opinaron especialistas del portal de ajedrez Chess24. De los resultados más meritorios de las uruguayas se rescata un empate ante Finlandia con tablas en dos mesas y otro triunfo de Quevedo ante Heini Puuska, la cuarta mejor jugadora de ese país. En tanto, como premio por su desempeño y también por haber cosechado los puntos necesarios, Daiana de León obtuvo el título de WCM (Woman Candidate Master), la única de la delegación que aún no había logrado dicho reconocimiento.

Sede uruguaya

La olimpíada de ajedrez se realiza cada dos años y desde 1978 -cuando su sede fue en Buenos Aires, Argentina- que no se hace en ningún país latinoamericano. “Terminan siendo en Europa por cuestión de distancia, aunque no sería loco pensar que se puedan realizar en Uruguay”, señaló Augoustis, de la FUA. En paralelo al cierre de la olimpíada en Batumi se realizaron elecciones en la FIDE (terminó ganando el economista ruso Arkady Dvorkovich), y un representante uruguayo dio a conocer la intención de que Uruguay sea sede de la olimpíada para 2024 o 2026.

Esta olimpíada

Alemania terminó 13a en el torneo y fue la única selección absoluta que no perdió un match. Vietnam sorprendió a todos al llegar al torneo en el puesto 27 y terminar séptimo; Polonia terminó cuarta y fue una de las selecciones más fuertes de la olimpíada; Ecuador fue la mejor selección latinoamericana y coronó su actuación con un triunfo ante Colombia en la última ronda. Argentina, Cuba y Brasil no obtuvieron los resultados esperados. El ajedrecista peruano Jorge Cori terminó como el mejor jugador del tercer tablero de la olimpíada. La uruguaya Sabrina de San Vicente fue una de los árbitros de la olimpíada.