¿Cuándo empezaste a jugar al fútbol?

A los seis años. Empecé a jugar en mi colegio, en Tenerife. Mi madre no lo veía muy claro porque pensaba que era un deporte de chicos, típico estereotipo, pero luego de un partido que fuimos a ver con mi padre, cuando era pequeña, me engolosiné del todo e intentamos convencerla. Entre él y yo lo logramos y a partir de ahí pude jugar tranquila en el colegio. Compaginé fútbol y baloncesto hasta el año pasado, que dejé baloncesto.

¿Qué significa para vos?

Muchísimo, me ha dado cantidad de amistades. La satisfacción que tienes al hacer amigos en el mundo del fútbol es con lo que te quedas más allá de los resultados.

Paola Hernández en el partido contra Corea del Norte, el sábado en Colonia.

Paola Hernández en el partido contra Corea del Norte, el sábado en Colonia.

Foto: Sandro Pereyra

¿En qué equipo estás en España?

Juego en el Granadilla de Tenerife; jugamos en Primera División y yo me divido entre el filial y el primer equipo, que debutó el año pasado en la primera del fútbol femenino, y está bastante bien, porque tengo 16 años.

¿Qué hacés además de jugar al fútbol?

Estudio primero de Bachillerato, voy aprobando todo bastante bien. Mi intención es estudiar Educación Especial, que es para chicos que tienen discapacidad, ser su maestra, ayudarlos.

¿Qué significa en España ser mujer y jugar al fútbol?

Desde épocas anteriores ha habido un poco de machismo, pero cada vez menos. Creo que se nota que los chicos ven a cualquier mujer jugando y no piensan “seguro que es mala”. Personalmente nunca he sufrido machismo sino todo lo contrario: los chicos me han apoyado.

¿Y tu mamá qué piensa ahora?

Ahora es justo todo lo contrario, piensa que se ha equivocado y está muy contenta. Mis padres me están apoyando mucho, ahora mismo están en Uruguay.

¿Cómo te llevas con las demás chicas?

Muy bien, somos una familia, hay muy buen rollo entre todas. Con la entrenadora también.

¿Estuviste en algún otro Mundial?

Es el primero. Estuve en el campeonato europeo varias veces, que como hemos ganado muchísimas veces, clasificamos de primera.

Ri Su Gyong, de Corea del Norte, y Paola Hernández, de España, el sábado en Colonia.

Ri Su Gyong, de Corea del Norte, y Paola Hernández, de España, el sábado en Colonia.

Foto: Sandro Pereyra

¿Qué rutina tienen en un campeonato de estos?

Además de entrenar estudiamos. A la hora de estudiar cada una tiene su propio plan; hay días que nos imponen horas para estudiar, pero otros días a la hora de la siesta o cuando tienes tiempo libre también puedes estudiar por tu cuenta. Pero hay días fijos, dos o tres días, dos horas o lo que sea.

Héctor Rubio es el encargado de Prensa y Comunicación del equipo. Además, es un gran admirador del equipo. Tiene plena confianza en las chicas y sabe lo que son capaces de hacer.

¿Le dan importancia al fútbol femenino en España?

Desde hace unos años el fútbol femenino está en una explosión, en un auge muy importante. Ha ganado mucho; la liga se emite en televisión los fines de semana, como cuatro o cinco partidos, y hay apoyo de patrocinadores. La camiseta de estas chicas tiene tres patrocinadores; los chicos no los tienen. Hay una apuesta muy grande ahora mismo por ellas, tanto desde las empresas como institucionalmente; la [Real] Federación [Española de Fútbol] ha sacado programas de desarrollo del fútbol femenino, hay una comisión específica, con un organigrama sólo para fútbol femenino. También hay ayuda para futbolistas que en algún momento quieren ser madres, se les da apoyo económico; la nueva directiva está abordando de manera muy importante el tema, focalizándose en ayudar a que el fútbol femenino crezca.

¿Cómo se logra eso a esta edad?

Es que son niñas sociables, entonces no es difícil que un grupo de adolescentes conecte bien tanto afuera como en el campo. Fomentamos las actividades, los juegos, para que ellas también hagan juntas. Pero ellas se encargan solas de ser una piña; todas son muy atentas, las impulsamos a eso.

Paola Hernández en el partido contra Canadá, el miércoles en el estadio Charrúa.

Paola Hernández en el partido contra Canadá, el miércoles en el estadio Charrúa.

Foto: Andrés Cuenca

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