Es raro explicar un 0-0 en el que un rival fue tan superior al otro, de la misma manera en que hay un montón de argumentos para hacerlo. Lo cierto es que México dominó a Sudáfrica en todos los aspectos del juego, pero no pudo llevarse la victoria. Con el empate, también sin goles, entre Brasil y Japón, en el grupo B quedaron todas iguales.

La pelota y los espacios fueron propiedad casi exclusiva de la selección mexicana. Con eso en su poder, supo bien qué hacer tanto en el ataque como en la defensa para minimizar a las sudafricanas, que quedaron supeditadas a esporádicos contragolpes para intentar algo. A los pocos minutos Nicole Pérez, una volante central sapiente, tuvo la primera y, minutos más tarde, la enganche Anette Vázquez se perdió una clarísima: mano a mano con la arquera Kay-Dee Windvogel, definió de zurda pero abierto y afuera. Luego, en la media hora de partido y tras un córner, otra vez las sudafricanas se salvaron por los pelos al sacar la pelota en la línea.

La única jugada de peligro de Sudáfrica fue en el minuto 37: Miche Minnies aprovechó una equivocación en la salida azteca y pateó fuerte, rasante, pero el tiro se fue abajo contra el palo, incluso golpeando la red para la confusión del público.

El complemento no cambió. México siguió siendo mejor pero no la mandó adentro. Alison González falló una, Anette Vázquez desperdició otro mano a mano pateando afuera; un tiro libre de Nicole Pérez, al borde del área, se fue alto; y, en la hora, las del tri erraron la más clara, aunque hay que decir que el cierre de la última zona sudafricana fue muy oportuno para mandarla al córner luego de que Alison González dejara a la arquera en el suelo.