Se terminó un Mundial que seguramente dejó muchas experiencias, de las buenas y de las malas; mucho crecimiento y varias emociones. Sobre todo eso: crecimiento y emociones. Y las chiquilinas estuvieron a la altura. En su último partido, empataron 1-1 ante Finlandia pero buscaron la victoria –la que hubiera sido la primera en un ámbito mundialista- con unas ganas y un compromiso impresionante.

Uruguay salió a jugar el partido con el mismo equipo titular que enfrentó a Nueva Zelanda en el Charrúa la semana pasada. La temprana eliminación en el grupo A no cambió los planes del entrenador Ariel Longo, que puso las mismas once ante Finlandia para despedirse de la Copa del Mundo. Presionaba bien arriba Uruguay, con la de San Jacinto, Deyna Morales, que se desprendía de las volantes y pisaba el área, como a los 5 minutos, cuando tuvo la primera ocasión de peligro luego de interceptar una pelota que la golera finlandensa dejó corta adentro del área grande. Se apuró Deyna, que pateó esquinado pero muy suave a las manos de la capitana Immonen. Las celestes siguieron con una intensidad notable, tal como pasó en los primeros minutos de la derrota ante las oceánicas, y tuvieron otra oportunidad clarísima en el pie zurdo de Micaela Domínguez, que pateó un tiro libre con rosca casi perfecto que fue a parar afuera de la cancha. Parecía que se metía, pero pasó a unos centímetros del palo.

Por momentos el juego se tornó brusco. A Belén Aquino, la figura uruguaya del primer tiempo, le pegaron muchísimo. La delantera que había convertido el gol uruguayo en el Charrúa estaba muy rápida, muy viva, y en varias instancias del encuentro encaró a las defensas finlandesas que solo la pararon con golpes. Finlandia tuvo una de contragolpe que pudo contener Agustina Caraballo. Después, no mucho más de las europeas. Y Aquino otra vez. La goleadora robó una pelota contra el sector del córner, encaró y tiró un muy buen centro que cabeceó de manera notable la palmirense Esperanza Pizarro. Esperanza mide 1,60, pero en el salto a cabecear parecía haber ganado centímetros. Fue excelente, esquinado, pero se fue afuera, rozando el palo izquierdo. Belén Aquino volvió a tener una chance, a esa altura el partido se jugaba en campo contrario, solo en la cancha de Finlandia, las defensas uruguayas no la tocaban casi, y la mitad de la cancha estaba muy bien parada, sobre todo Karol Bermúdez, ya convirtiéndose en una de las figuras de la tarde. 0-0 se fueron al descanso, pero Uruguay merecía el gol.

Te ando buscando

Sofía Ramondegui dejó una pelota corta, luego volvió a rechazar pero a medias y el ataque finlandés fue tan punzante que terminó en gol, cuando recién amanecía la segunda etapa, a los seis minutos de juego, Finlandia se puso 1-0 por el gol de Aino Vuorinen. No era justo el resultado, por cómo había sido el trámite del partido. Había que remar de atrás. Uruguay respondió rápido con un ataque personal de Esperanza Pizarro. Casi. Finlandia se replegaba pero en algún caso pisaba el área con peligro. Y pegaba, hacía muchas faltas, cortaba el juego y empezaba a desesperar a las chiquilinas de Uruguay. Y a los 79 minutos llegó el tan esperado gol de Uruguay, con un zapatazo al ángulo de Esperanza Pizarro. Golazo para el 1-1, merecido. Gritos y muchos festejos. Lo merecían, fue un punto, y también fue histórico por ser el primero en una Copa del Mundo.

Ghana primero

Con dos goles de su jugadora estrella y una de las mejores del torneo, Mukarama Abdulai, Ghana -que también es uno de los equipos más destacables de lo que va de Mundial- derrotó 2-0 a Nueva Zelanda y se quedó con el primer puesto del grupo A. Los goles de Abdulai fueron ambos en el segundo tiempo: el primero a los 61 y el otro casi en la hora, a los 89.

De esta manera, en cuartos de final las ghanesas se medirán contra México, segundo del grupo B, mientras que Nueva Zelanda se las verá ante otra de las selecciones fuerte, Japón.