Un día después de cumplir 85 años, los darseneros volvieron a festejar. Se mantuvieron firmes, tajantes y oportunos, y consiguieron una enorme victoria en su Parque Saroldi frente a los violetas. Tuvieron que trabajar y mucho para llevarse los tres puntos en un partido que, aunque fue mal disputado, era clave para los dos.

Eduardo Acevedo hizo muchas variantes y mantuvo una base alternativa pensando en aquellos que el martes jugarán con Cerro Porteño por la Libertadores. Formó con un 4-4-2 que tuvo cierto orden pero no generó tanto peligro. En el primer tiempo tuvieron mayor intensidad e intención, y podrían haberse ido al vestuario con una victoria parcial gracias a una divina apilada del pibe Juan Manuel Boselli, pero su remate pegó en el palo. De River Plate hubo poco más que un cabezazo de Deivis Barone, que de hacer goles sabe.

En el complemento se vio lo mejor de la tarde. Pablo Tiscornia alineó un 4-2-3-1 que resultó clave para cortar varios circuitos de juego del rival. La referencia de área fue Juan Manuel Olivera, que se mantuvo siempre en la zona y fue fundamental. En un contragolpe por la izquierda, tras un centro perfecto de Facundo Boné, cayó el primero. La bola fue a la zona del chocolate y se encontró con el goleador darsenero, que acomodó el cuerpo ante la marca y puso el único gol de la tarde.

Si bien los violetas sumaron en el ataque con el ingreso de Emiliano Gómez y Facundo Milán, que se sumaron al de Matías Cabrera para controlar más de la mitad de la cancha hacia adelante, fue difícil empatarlo. River se cerró y se paró firme de contra, también con piernas frescas, y pecó de no convertir el segundo, que le hubiera dado mayor tranquilidad. Los del Parque Rodó hicieron méritos y llegaron, pero Nicola Pérez también estuvo muy bien en su arco.