La selección organizadora del Mundial, Rusia, y Egipto, primer rival de Uruguay en el grupo A de la copa, se enfrentaron y abrieron la segunda fecha de los grupos mundialistas. La novedad en el equipo egipcio que dirige el argentino Héctor Cúper fue la presencia desde el arranque de la figura del equipo, Mohamed Salah, que se había perdido el debut ante los celestes por no estar recuperado de su lesión en el hombro.

El partido se jugó en el estadio Krestovski de San Petersburgo, y como en varios de los encuentros que se han jugado, tuvo momentos de mucha paridad. Sobre todo en el primer tiempo, que terminó 0-0. En esos 45 minutos Rusia se repitió mucho en su avances al ataque y Egipto, con su jugador más importante -Salah- intentó llegar con presencia en el área pero no lo logró con tanta incidencia. Es real, Rusia controló a Salah.

Pero todo cambia. Apenas dos minutos pasaron del segundo tiempo para que se abra el marcador a favor de los rusos, que con un gol en contra de Ahmed Fathi se pusieron 1-0. Egipto intentó llegar al empate y estuvo cerca, pero a los 58 minutos pareció acabarse la ilusión cuando llegó el 2-0 de Rusia a través del gol de Denís Chéryshev. Peor aun fue la situación egipcia, porque a los 62 minutos cayó el 3-0 y ahí sí, se liquidó la cuestión: Artem Dzyuba bajó una pelota de pecho, la controló con la suela de su zapato derecho y definió de gran manera para estampar el tercero. Luego quedaría tiempo para el descuento de Egipto que marcó Salah, de penal (a instancias del VAR). Rusia adentro: liderazgo, terrible saldo de goles a favor (+7) y a un paso de la clasificación a octavos de final.