Queda lejano el 31 de julio. Ese día fue el primer intento para elegir presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). Sin embargo, no sucedió. La asamblea sobrevive hasta hoy en cuarto intermedio. Debajo del puente, el río: la intervención de la Fiscalía con los audios sobre el ex presidente Wilmar Valdez y los distintos implicados; las acusaciones sin mayores comprobaciones de coimas o de favores, según si eran las luces del estadio Luis Franzini o si se trataba de las cámaras contratadas por la AUF; los candidatos sin el papeleo idóneo aprobado, cuestión que no es obligatoria a los efectos de las elecciones, pero que los clubes y las autoridades internacionales consideran de importancia (en nombre de la transparencia). Todo a modo de resumen, porque el abanico de temas da para varias páginas.

Ante lo inminente –es decir, que el martes que viene se levantará el cuarto intermedio y volverá a sesionar la asamblea de clubes–, conviene repasar cómo están posicionadas las partes implicadas en el asunto: los propios clubes, los neutrales, los candidatos y los posibles candidatos. Eduardo Abulafia y Arturo del Campo son los únicos que se presentaron ante la AUF como candidatos. Siguen en carrera, después de todo. Del Campo, con el apoyo de los cuatro que lo impulsaron: Danubio, Liverpool, River Plate y Wanderers; Abulafia, con menos intenciones de voto que antes. Ante este panorama, es más que probable que el martes no haya presidente, porque ninguno de los dos llegará a reunir los 12 votos necesarios para serlo.

Los clubes quieren que la asamblea termine si no hay presidente. Más allá de que los votos no darán, la mayoría de clubes coincide que si los candidatos no cuentan con el examen de idoneidad que exige Conmebol no es conveniente votarlos. Sin embargo, hubo movimiento de ajedrez: la Comisión de Gobernanza y Transparencia de Conmebol está en Montevideo reuniéndose con quienes solicitaron dicho certificado y puede que estén otorgados antes del martes. Nada de cuartos intermedios si no alcanzan los 12 votos. Esto es para que, con nueva fecha, se puedan presentar otros nombres. Ignacio Alonso y Fernando Nopitsch están a la espera. Ninguno se ha presentado oficialmente, pero ambos saben que tienen respaldo, y es probable que oficialicen su candidatura en estos días. Otra intención de los clubes es que dicha asamblea sea fijada a la brevedad y no se extienda tanto como pasó con el vigente cuarto intermedio.

Ejecutivo vigente

Hay quienes sostienen que tras la renuncia de Wilmar Valdez todo ha transcurrido dentro de un vacío de poder. Parece ser un error de concepto. No hay vacío de poder porque hay presidente de la AUF y es Edgar Welker, tal y como lo marca el estatuto para los casos de renuncia. Que Welker y su equipo hayan tomado decisiones sobre la marcha, y que esas decisiones gusten o no, es otro cantar. Ahí parece estar el punto: la renovación o no de Óscar Tabárez al frente de la selección uruguaya.

El Ejecutivo de AUF –que no es sólo Welker, sino que también integran el propio Alonso, Alejandro Balbi y Roberto Pastoriza– hizo varias gestiones con Tabárez. Y eso, que parece obvio –¿o alguien dudaría de que cualquier destino de la selección, en primer lugar, más primero que nunca, hay que ofrecérselo a Tabárez?–, causó malestar. Según varios clubes, son gestiones de las que debería encargarse el nuevo Ejecutivo. Tal vez, en efecto, eso sea lo correcto, pero tal vez las formas y los tiempos para con el proceso de Tabárez han dejado que desear. Eso, sin mencionar que hay compromisos con partidos internacionales de por medio y Uruguay ahí, sin entrenador, pareciéndose mucho a una versión que parecía olvidada.

Proceder insistente

Los daños colaterales que ha provocado la asamblea electoral salpican por todos lados. Por un lado, el gobierno, más precisamente el Ministerio del Interior, sigue tratando de desmarcarse de las acusaciones sobre que incidió en la contratación de la empresa que terminó suministrando las cámaras de identificación facial a la AUF. Según la Junta de Transparencia y Ética Pública, no hay razones para analizar ese caso.

Por otro lado, ayer el semanario Búsqueda informó que el abogado Víctor Della Valle denunció a Tenfield por extorsión. Della Valle sostuvo en la denuncia que la empresa presionó a El Tanque Sisley para que votara a favor en la AUF y, si ello sucedía, saldaría una deuda de 90.000 dólares para que el club jugara en Primera División. Según el abogado, él fue quien puso ese dinero, porque Tenfield se comprometió a devolvérselo. Pero eso nunca sucedió.