Liverpool hizo una tarde redonda. Jugó bien y vertical, tuvo la virtud de dar vuelta el resultado y, cuando le encontró la veta al partido, fue una máquina de hacer goles.

El primer gol fue a 39. Lo hizo Álvaro Navarro de penal, luego de que Christian Núñez bajara a Pablo López. Al minuto, en la continuidad de la jugada de saque desde la mitad de la cancha, la pelota fue hacia la izquierda. Federico Martínez amagó irse al fondo, encaró para el medio y sacó el zapatazo. La comba perfecta entró en el ángulo.

A los 54 y los 62 cayeron dos goles de Maureen Franco. El primero de antología: tiro libre suave pero perfectamente dirigido. De ahí en más fue todo negriazul. A los 68 puso el cuarto Maximiliano Bajter y a los 80 y 86 completó la goleada el mercedario Juan Ignacio Ramírez. En el final, también de penal, Facundo Milán descontó para la viola.