El sábado se define el Torneo Apertura del fútbol femenino. El guion es de los mejores: Nacional y Peñarol estarán cara a cara en lo que parece más una final que una última fecha, en la que a las tricolores les sirve ganar o empatar para quedarse con el primer título del año. Para mejor, después de muchas idas y vueltas, y de la necesaria insistencia de las mujeres del fútbol, el clásico se jugará en el Gran Parque Central a las 15.00, con público de ambos equipos. Con eso a la vista, ayer Adriana Herrera y María Paz Vila, jugadoras de Nacional, dieron una conferencia de prensa en el Parque.
“Estamos muy felices por la oportunidad que nos da el club. Jugar en el Parque es un sueño, algo que estábamos esperando desde hace tiempo. Se dio redondo, más con la oportunidad de poder salir campeonas”, comenzó diciendo Herrera. Con respecto al hecho de jugar como locales y con público, y no con lista de restricción, como ocurría hasta ahora, Vila comentó: “Uno de los puntos de lucha fue jugar con público. Que conozcan. Estamos muy contentas, felices, viviendo y tratando de disfrutar eso. Es todo nuevo, pero hay que hacerse conocer de otra manera”.
El partido parece ir por ahí. Por un lado, ese condimento extra de la masificación. Nada más justo y merecido. A las cosquillas de jugar un clásico definitorio se le agrega un escenario hasta ahora desconocido. Vila lo define bien: “Más allá de lo futbolístico, lo emocional va a jugar un papel importante. Pero es bueno que se siga dando para acostumbrarnos a jugar en estos entornos”. Su compañera, en la cancha y en la conferencia para todos, apoya la moción: “Los días previos se viven con ansiedad, pero nos tiene muy motivadas la idea de ver a la gente o la venta de entradas”.
Es por ahí. Adriana habló de “ampliar el círculo”, de no repetir los temas entre las mismas personas de siempre, de que “no queremos venir de sorpresa a una conferencia para que estén los medios. Somos Nacional. Esto es buenísimo, pero no nos olvidamos de que las juveniles tienen acceso restringido”. Entonces seguirán peleando por esto y por lo otro, también contra quienes fijan un partido clásico femenino en el medio de una fecha de Primera División masculina. María Paz cerró con un buen mensaje: “Nunca hubo una posibilidad tan visible de un Mundial femenino. Hace que se vea. Te puede gustar o no, porque es distinto, pero se ve. Fue una inyección de fútbol femenino, de ‘miren lo que está pasando’. Espero que el día de mañana pueda pasar acá. Este es el piso; no retrocedamos más”.
A la cancha
Ambas jugadoras estuvieron de acuerdo en una cosa: se extraña el juego. Herrera habló de lo incomprensible de la postergación, ese largo receso de un mes y medio sin fútbol, un parate que dejó el campeonato en el freezer cuando sólo faltaba una fecha para el cierre. Esta fecha. Este partido. Un clásico. “No tiene sentido”, resumió.
Consultadas sobre la preparación del encuentro, Herrera comentó que deben “jugar tranquilas. El empate sirve, pero no es para nosotras una alternativa. Pensamos en ganar. Con las chiquilinas de Peñarol nos conocemos de muchos años. Será un partido de ida y vuelta; debemos cuidar su mediocampo, y tienen una arquera muy buena”. En la misma línea, Vila cree necesario resaltar “la concentración. Es todo muy nuevo, puede llegar a desconcentrarnos. Eso es lo que más nos pide [el cuerpo técnico]. Hay que estar tranquilas con lo que estamos haciendo, creyendo”.
Localidades tengo
Las entradas valen 200 pesos y se pueden comprar por Tickantel hasta el viernes. La hinchada de Nacional se ubicará en la tribuna Abdón Porte, mientras que la de Peñarol tendrá la tribuna Héctor Scarone. En ambos casos los menores de diez años no pagarán. Se dispuso que en la tribuna José María Delgado estará la prensa, además de las autoridades de ambos clubes y de la Asociación Uruguaya de Fútbol.