Al mediodía del miércoles murió a los 60 años Diego Armando Maradona. El ex jugador de fútbol sufrió un paro cardiorrespiratorio en una casa de la localidad de Tigre, donde se había instalado la semana pasada. Allí se realizaba el posoperatorio del también ex director técnico, que a principios de noviembre había sido sometido con éxito a una cirugía para retirar un hematoma subdural en la cabeza.

Maradona se sintió mal después de levantarse en la mañana de este miércoles y decidió volver a acostarse. Dos de las personas que lo acompañaban comunicaron la situación a su equipo médico y a lo largo de la hora siguiente 10 ambulancias llegaaron al lugar. Al mediodía intentaron reanimarlo por más de media hora, incluso con la colaboración de un vecino que es médico, pero no tuvieron éxito.

En la tarde llegó al lugar la Policía Científica y el fiscal general de San Isidro, Jhon Broyad, quien está a cargo de la investigación judicial. Broyad dijo que no había signos de violencia en el cuerop y que todo indica que el fallecimiento fue por causas naturales. Los restos de Maradona fueron trasladados para una autopsia que fue autorizada por la familia y ratificó que murió por causas naturales.

Más tarde, el cuerpo de Maradona fue a una sala velatoria en Tigre, la misma en la que fueron velados sus padres, desde donde partió directamente a la Casa Rosada. En la madrugada se despidieron sus más cercanos y este jueves habrá un velorio abierto, de 6.00 a 16.00, aunque la instancia podría extenderse hasta el jueves.

Mural que representa a Diego Maradona en el barrio de La Boca, en Buenos Aires, el 25 de noviembre de 2020.

Mural que representa a Diego Maradona en el barrio de La Boca, en Buenos Aires, el 25 de noviembre de 2020.

Foto: Alejandro Pagni, AFP

Los días previos

Diego fue visto públicamente por última vez el 30 de octubre, cuando el equipo que dirigía, Gimnasia y Esgrima de la Plata, le hizo un homenaje por sus 60 años. La imágenes del evento causaron preocupación, sobre todo porque se lo vio caminar con dificultad. Sufría hace años de problemas en sus rodillas por los cuales fue operado en varias ocasiones, sin que se lograra recuperarlo totalmente.

Los 60 del 10 también fueron motivo de rumores y especulaciones en medios de comunicación por sus relaciones familiares. Cabe recordar que Maradona tuvo varios hijos extra matrimoniales mientras estaba con Claudia, la madre de Dalma y Gianinna. Además, en los últimos años ha mantenido varias relaciones de pareja con mujeres que ahora forman parte de la farándula argentina, estando entre las más destacadas Verónica Ojeda, con quien tuvo a su hijo más chico -Diego Fernando- y Rocío Oliva. Las relaciones familiares de Maradona eran conflictivas, algunos de sus hijos no se hablaban entre sí, otros tenían malas relaciones con sus parejas (antiguas o actuales), algo que no colaboraba con la estabilidad emocional del exjugador.

En este contexto, Maradona quiso festejar sus 60 con todos sus hijos y sus nietos, algo que no fue posible, en parte por esas malas relaciones, pero también por la pandemia. A esto se sumaba el recuerdo de Doña Tota, la madre de Maradona, que lo crió prácticamente sola en un contexto de muchas carencias y murió en 2011. Después de su cumpleaños, cuentan los allegados, Maradona presentó un cuadro de depresión, en el marco del cual no quería comer y consumía mucho alcohol. Finalmente fue internado y se le diagnosticó anemia, deshidratación y abstinencia, tanto por una presunta adicción al alcohol como por la gran cantidad de medicación que estaba tomando por ansiedad y problemas de sueño.

La internación y operación del Diego fue seguida de cerca por los medios, que reportaban que los hijos tenían constantes discusiones sobre cómo encarar la situación y que el exjugador pedía que lo dieran de alta y dejar la Clínica Olivos. Finalmente su médico personal, Leopoldo Luque, decidió que dejara ese lugar y fuera trasladado a otro espacio para terminar el posoperatorio y para el tratamiento de la abstinencia. Según medios argentinos, los médicos de la Clínica Olivos no compartían esa decisión porque veían riesgoso para el tratamiento que Maradona retomara el contacto pleno incluso con su entorno más cercano y que no estuviera estrictamente controlado.

La familia llegó a un acuerdo y decidió alquilar una casa en un country de Tigre de grandes dimensiones y con amplios espacios abierto para la recuperación del 10. En los últimos días, Maradona estaba acompañado constantemente por una enfermera, recibía visitas constantemente y hacía ejercicios con su kinesiólogo por los problemas de las rodillas. Parte de su equipo médico veía positivo que retomara el contacto con Gimnasia, aunque fuera a la distancia, para empezar a volver a la normalidad, algo que nunca llegó a suceder.