El recorrido de Uruguay en busca de un lugar en el próximo Mundial de básquetbol, a disputarse en 2023 en Filipinas, Japón e Indonesia, comenzó entre viernes y sábado enfrentando por duplicado a la selección colombiana. Los encuentros se jugaron ambos en una sede neutral, el estadio de Obras Sanitarias, en Buenos Aires, y ambos finalizaron con triunfo celeste. El primero fue 83-75 y el segundo 82-69.

Si bien los resultados fueron los previsibles, porque la selección dirigida por Rubén Magnano tenía el favoritismo contra los colombianos, la oposición fue seria y, sobre todo el sábado, el partido fue competitivo, con resultado incierto hasta cerca del final.

Con estos triunfos, la celeste encarará el 2022 con la expectativa de seguir sumando puntos frente a Chile y Brasil, para volver a una competencia grande (Mundial o Juegos Olímpicos) por primera vez desde 1986.

Vamos con Bruno

El duelo de ida fue el de resolución más simple, principalmente porque Colombia apenas encontró producción ofensiva en la figura de Braian Angola. Es cierto, por momentos los rivales celestes encontraron rachas anotadoras, con buenos porcentajes parciales en tiros de tres puntos. Sin ir más lejos, Angola anotó 37 unidades, con un 6 de 13 en triples, 46% durante el juego.

Uruguay no tuvo un goleo muy diversificado, pero en la inmensa figura de su capitán, Bruno Fitipaldo, consiguió canalizar 31 puntos (5 de 11 en triples - 45%), que se sumaron a los puntuales aportes de Marcos Cabot (8 puntos, 2 de 3 en triples), Theo Metzger (13 puntos, 3 de 6 en triples) y el siempre rendidor Kiril Wachsmann (6 puntos, 2 de 2 en tiros de campo y 2 de 2 en libres), que anotó la totalidad de sus intentos al aro, entrando en calor para convertirse en figura el sábado.

Al entretiempo ya ganaban los de Magnano por ocho puntos. La diferencia en el tercer cuarto se recortó hasta cinco unidades, pero el trabajo colectivo dio resultado para lograr abrir el marcador nuevamente hasta el resultado final holgado, con 18 puntos de ventaja.

Bruno se fue

Había avisado Colombia el viernes, cuando estando siempre atrás dio batalla hasta entrado el segundo tiempo. Por eso no debe sorprender que su confianza se mostrara reforzada para la revancha del sábado. Y ahí, cuando las cosas mejor se le dieron, peligró el dominio uruguayo.

No sostuvieron los dirigidos por Guillermo Moreno Rumié (no confundir con el bigotudo ministro kirchnerista) su buen porcentaje de tres puntos para este segundo duelo. Tal vez esa haya sido la clave para que no resultaran ganadores, porque en 30 intentos apenas anotaron cinco.

Sin embargo, llegaron a tener hasta ocho puntos de ventaja al cierre del primer tiempo, hostigando a Uruguay con una buena defensa que produjo 18 pérdidas en el partido, y gran capacidad de convertir en contraataque, vía por la que llegaron 19 de sus 69 puntos en el partido.

Jugando sólo 15 minutos Fitipaldo fue el máximo anotador de Uruguay, con 13 unidades. Se encaminaba a otra gran actuación anotadora. Sin embargo, el capitán se fue descalificado. Cuando faltaban 6:19 del segundo cuarto, fue sancionada una falta antideportiva que, minutos más tarde, a falta de 1:45, se sumó a una falta técnica sancionada contra él, derivando en la descalificación correspondiente. Antes del entretiempo, Uruguay perdió a su principal conductor y anotador.

Pero entonces apareció el equipo, porque 52 puntos celestes, de los 82 marcados, llegaron desde el banco. Responsables de esto fueron Marcos Cabot, que ganó protagonismo y minutos, aportando 10 tantos, Agustín Ubal, la joven figura que acaba de debutar en el primer equipo de Barcelona, con otros 10 puntos, Joaquín Rodríguez, que sumó 9, y Mathías Calfani con otros 7. Pero la figura máxima del partido, con 11 puntos, 10 rebotes, 4 asistencias y el intangible de su entrega encomiable, fue Kiril Wachsmann. Incansable, el interno batalla partido a partido y, en ocasiones como esta, se convierte en el baluarte del equipo.

El 39% de efectividad del equipo en triples también ayudó a consolidar la victoria, que era vital para las aspiraciones de Uruguay de soñar con ser mundialista.

Por el mismo grupo, Brasil derrotó a Chile también en ambas jornadas 77-53 y 81-55. Las Eliminatorias volverán en febrero con una doble fecha en la que Uruguay enfrentará primero a Brasil (25/2) y luego a Chile (28/2).

En junio se completará esta primera fase con las revanchas de esos partidos y se conocerán los tres clasificados a la siguiente ronda y qué puntaje acumulan. Uruguay, en caso de clasificar, enfrentará a los tres mejores del grupo D que componen Estados Unidos, Puerto Rico, México y Cuba.

Entre los seis clasificados, tres del grupo de Uruguay, el B, y tres del grupo D, se otorgarán tres cupos al Mundial. El cuarto clasificará, solamente si tiene mejor récord de victorias que el cuarto de la otra serie.