120 minutos de juego y 22 penales pateados. Eso fue lo que duró la final de la UEFA Europa League, en la que Villarreal derrotó a Manchester United por 11 penales contra 10. El partido terminó con un empate 1-1 en los 90 minutos.

Comenzó abriendo el marcador el equipo español, que jugaba su primera final europea en la historia, con un tanto de Gerard Moreno. En la segunda mitad, aprovechando un rebote en una pelota quieta, el uruguayo Edinson Cavani hizo el gol del empate.

Tal fue la paridad que pasaron dos alargues y 20 penales antes de que se inclinara la balanza para el lado del submarino amarillo. Cuando la tanda de penales llegó al decimoprimer penal para cada equipo, los goleros debieron intervenir por partida doble.

Primero pateó el argentino Gerónimo Rulli, que batió a David de Gea, su colega español, con un precioso remate al ángulo superior derecho. Luego fue el turno de De Gea, que eligió el mismo palo, pero pateó a ras de suelo. La pelota fue detenida por Rulli, que se convirtió en el héroe de Villarreal en Gdansk, Polonia, donde la final se disputó con público en las tribunas.

Festejo y papelitos amarillos, tristeza para los diablos rojos.