Luego de dos temporadas en Segunda División, Cerro empató 0 a 0 con Rampla en el partido de vuelta de los playoffs por el tercer ascenso y obtuvo el pasaporte a primera. El encuentro se disputó sin público en el Parque Alfredo Víctor Viera, por la suspensión de la localía de los albicelestes. El equipo dirigido por Danielo Núñez festejó la promoción frente a su tradicional rival en una final que se mete en los libros de historia del clásico de la Villa. En una tarde lluviosa de sábado, el Prado se colmó de gritos que vitorearon “¡Cerro, Cerro!”.

La última edición del clásico de la Villa se jugó como si el resultado global no importara -en la ida habían vencido los albicelestes por la mínima-. Arriesgaron por igual, lo que generó una dinámica de ida y vuelta, mucho roce y buenas jugadas colectivas creadas por ambos equipos. Mientras Rampla inicialmente proyectó su ataque por las bandas, Cerro buscó sorprender de contragolpe con sus delanteros, con menor éxito. Al picapiedra sólo le servía ganar. Cualquier otro resultado lo dejaba militando en la Segunda División, al menos por un año más.

Al cierre del primer tiempo, Cerro se atrincheró y tanto Darío Denis como Andrés Lamas salvaron la última línea en reiteradas oportunidades. Por el lado del picapiedra, la defensa desactivó los intentos del tradicional rival antes de que pudieran culminarlos.

La lluvia adornó de épica una final ya de por sí colmada de aires determinantes: un partido que además de definir el tercer ascenso a Primera División, escribiría una de las páginas de la historia de la rivalidad clásica, ya que uno de los dos condenaría a su rival de todas las horas a la permanencia en segunda. A la fiesta de ascender, un clímax soñado por quienes sufren la pérdida de categoría, se le suma el incentivo de dejar por el camino al tradicional rival.

Para el segundo tiempo, con el reloj como enemigo, los dirigidos por Marcelo Chuky Suárez tuvieron que arriesgar más. A las amarillas repartidas por igual en el primer tiempo por el árbitro Daniel Rodríguez se sumaron otras amonestaciones que forzaron cambios, en su mayoría ofensivos, para ir en búsqueda de la remontada épica que no llegaría.

Con el tiempo, el clima se caldeó gracias al aliento de los 70 parciales que cada institución pudo presentar en las tribunas, en representación de la numerosa parcialidad que respalda a los dos equipos del Cerro. El equipo conducido por Danielo Núñez aprovechó la falta de claridad de los picapiedras para generar contragolpes que complicaron mucho a la defensa de Rampla.

Impreciso, con intentos desde afuera del área de Isaac Méndez, Rampla buscó igualar el global que le permitiera seguir soñando con el ascenso. No obstante, buenas intervenciones defensivas de Nicolás Ramos mantuvieron el resultado en cero.

En el atardecer del encuentro, luego de añadidos seis minutos extra, las pelotas desaparecieron y se jugó muy poco. Cerro se replegó con una línea defensiva integrada por cinco jugadores y Rampla implementó un juego agresivo que completó un trámite muy trabado. El viento hizo lo suyo, cada pelota dividida significaba un duelo determinante.

Cuando no quedaba tiempo para más, los villeros festejaron el ascenso con algarabía, conscientes de la importancia de retornar a la máxima competencia local en el año en que la institución celebra el centenario de su fundación. ¡El Club Atlético Cerro es de Primera!

Repechajes entre la B y la C

Así como jugaron Cerro y Rampla por el ascenso a Primera División, hay cuatro equipos que luchan por estar en Segunda. Dos ya están y no quieren bajar: Villa Española y Central Español; dos buscan los ascensos desde la divisional Amateur, la vieja C: Bella Vista y Potencia.

El fin de semana se jugaron los partidos de ida. El único ganador fue Villa Española, quien venció el sábado 1-0 a Bella Vista en el Parque Palermo. El gol del encuentro lo facturó Raúl Tarragona a los 55. Central y Potencia, que también jugaron en el Palermo (pero el domingo), terminó 0-0.

Las revanchas serán el próximo fin de semana. Jugarán la temporada 2023 en la B quienes ganen sus respectivas llaves, sea por puntos o por diferencia de goles. Si alguna de ellas termina igualada en todo, definirán en alargue y, de continuar la paridad, por penales.