“Las puertas de la piscina se cerraron”, decían algunos. “Se atrasaron dos horas todas las finales”, llegaba como información a un grupo de periodistas. Todos chequeamos nuestros teléfonos en busca de una fuente oficial que al menos pudiera confirmar o desmentir eso, mientras el tránsito impedía el avance de los autos que querían encontrar un lugar para estacionar en las inmediaciones del Centro Acuático Nacional. El caos se apoderó de algunos momentos en la competencia continental que estaba comenzando. Gestionar el desorden con los recursos disponibles parece ser la premisa en este continente.

Abril Aunchayna fue finalista y culminó lo que ella misma comenzó en la mañana del domingo, con una buena participación: quinto puesto. Abril batió un récord nacional largamente sostenido por Serrana Fernández en los 50 metros estilo espalda. Durante 20 años dicho registro era de 29 segundos y 81 centésimas. Hasta la mañana del domingo, cuando ella lo fijó en 29,76. No es una buena señal si la mejor marca uruguaya no se supera por tantos años. Por el contrario, cuando la nadadora de 23 años que compite localmente por el club Biguá consiguió acceder a una final con la mejor marca histórica de la prueba para una uruguaya, la expectativa se depositó en ella.

Finalmente, en la noche de ayer, Aunchayna saltó a la piscina para completar la prueba decisiva en 29,92. “Me sentí muy bien, tenía mucha expectativa con esta final pero la verdad la mañana me salió un poco mejor”, dijo la nadadora a la diaria una vez finalizada la prueba. “Me hubiese gustado pelear un poco más por esa medalla, pero estoy contenta con el quinto puesto”, remarcó. Su participación recién empieza, ya que estará en otras cuatro pruebas: dos individuales y dos de relevos.

Buena pose

La primera medalla para la delegación uruguaya de más de 300 atletas llegó en la tarde, en las instalaciones del Comité Olímpico Paraguayo. En un escenario del “fanfest” se realizaron las demostraciones de fisicoculturismo y allí Emiliano Hernández se quedó con el bronce en la prueba de Men´s Physique (Físico Masculino), inaugurando un conteo que seguirá creciendo en los próximos días y que tiene como referencia más inmediata las 32 medallas conseguidas por la delegación celeste en la anterior edición de Cochabamba 2018. Hasta el momento, el mayor registro de medallas en los Sudamericanos para Uruguay fue en 1982, cuando en la segunda edición se cosecharon 51.

Tablas 

Julieta González, de 17 años, consiguió la quinta colocación en la final de skateboarding, en su prueba de “street” (calle). “La modalidad consistía en dos rutinas de 45 segundos y cinco pruebas, de las cuales contaban los mejores cuatro puntajes”, explicó a la diaria la patinadora tras la final. “En la primera me fue muy bien y en la segunda más o menos, pero estoy bastante conforme con lo que pude lograr”, dijo sobre su actuación y el quinto puesto. En esa primera presentación de la final consiguió colocarse en tercera posición, alimentando la ilusión de convertirse en medallista. Lamentablemente, como ella misma marcó, no pudo repetir el buen puntaje luego y la colombiana Jazmín Álvarez se subió al podio detrás de las dominantes brasileñas Gabriela Pereira y Carla Dos Santos.  “Disfrutar el momento y tratar de dar lo mejor fue lo que hice”, agregó la uruguaya que a largo plazo sueña con poder participar de unos Juegos Olímpicos.

El skate tuvo su primera aparición olímpica en Tokio 2020, generando muy buena repercusión, tanto en esa instancia como en otras competencias del ciclo. Por esa razón, es probable que la disciplina se siga desarrollando dentro del programa olímpico y que deportistas como Julieta puedan seguir alimentando el sueño de participar y dar a Uruguay buenos resultados. Con pruebas como esta, el básquetbol 3x3 y el break dance, el Comité Olímpico Internacional se ha propuesto conectar con públicos distintos, que sigan promoviendo al movimiento en sectores jóvenes y urbanos, como también ha buscado nuevos públicos al incluir surf y pared escalada en sus programas.