Con un triunfo conseguido en el segundo tiempo, Defensor Sporting derrotó por 3-1 a Progreso en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa Uruguay y se convirtió en el segundo finalista de la primera edición del campeonato más grande y amplio del país. Los violetas jugarán ante La Luz en la final única del estadio Centenario. Había empezado ganando Progreso con gol en el primer tiempo de Hernán Labraga, pero en la segunda parte, con enorme participación de Rocky, Adrián Balboa, que anotó un gol, el segundo, y dio dos asistencias, Defensor lo dio vuelta, sumando dos nuevos goles Andrés Ferrari que ahora es el goleador del campeonato.

Mucho fútbol

¿No tiene que ver con la Copa Uruguay, ni tampoco con el campeonato Uruguayo, pero no sienten ustedes que los clubes que llevan vida y vidas a las tribunas, que le ponen color y calor a la competencia, que en definitiva tienen la materia prima básica para el fútbol, el alma , y su innegociable adhesión y sentimiento, deberían ser tratados con algún tipo de hándicap que privilegiara su presencia en los torneos?

No importa si son cientos, miles o decenas de miles, pero están ahí, trayendo un pedazo de su barrio, de su adolescencia, o de la fortuita situación que los llevó a estar con esos colores, porque el cemento sólo toma vida real y palpable si están ellos.

Fue admirable ver las tribunas del Franzini como motor para que Defensor o Progreso llegaran a la impensada final. La Platea Punta de las Carretas llena de esperanzados y confiados locales. La Ghierra, la de enfrente, tapada de gente que en sus cachilos, en ómnibus, y capaz que a la antigua en algún mionca, llegaron hasta el Parque Rodó para intentar la fiesta.

¿Ustedes vieron la imagen del segundo gol violeta, el que los empezaba a poner en la final, cómo fue una explosión de la gente, de los jugadores? Es estupendo que la Copa AUF Uruguay tenga esta final. No podrán llenar el estadio, pero estarán los que tengan que estar, los que mostraron ansias innegociables de estar ahí.

El partido, como el primer tiempo, fue parejo, apretado, sudado y jugado. Progreso le metió el gaucho con un impensado remate de Labraga, que después de dar un par de sapitos, llegó al área chica pelada de peligro, y como un conejo se le fue de las manos a Matías Dufour. 1- 0 y pelota al medio con la locura y el griterío particular y candoroso de La Teja.

Con mucho punch

El inicio del segundo tiempo fue una explosión ofensiva de Defensor que a los 8’ ya había encontrado el empate a través del primer gol de Ferrari. Fue una pelota que Agustín Sant’Anna cruzó al vacío para que Balboa, quien llegó al área chica y roló hacia su propio arco para entregarle la pelota al juvenil Ferrari, que ya sin el arquero definió con potencia para poner el 1-1.

Los locales empezaron a dominar el juego con Anderson Duarte por derecha y Agustín Ocampo por izquierda, más Balboa y Ferrari por adentro, y empezaron a poner a los revolcones a Ramiro Bentancur. Progreso igual se mantenía en la batalla, pero físicamente ya se empezaba a notar la diferencia.

A falta de 10 para el final llegó el segundo gol local. Fue Rocky Balboa que conecto de cabeza con buen gesto técnico un centro desde la izquierda que mandó Agustín Ocampo. Una instancia decisiva, un paso fundamental que se festejó como tal en la tribuna.

A los 40 después de un capolavoro de Balboa, llegó el tercero de Defensor por parte del juvenil y ahora goleador del campeonato, Andrés Ferrari, que terminó cruzando el remate para dar la tranquilidad de dos goles de diferencia.

Progreso siguió y siguió luchando, creyendo, intentando, pero no pudo con la viola, que como en la primera Copa Artigas, la de 1960, tiene a Defensor en la final.