Ocho metros y 28 centímetros. Hace falta medirlo para entenderlo. Con pasos, con una cinta métrica o con la tecnología más moderna a disposición, si la medición es precisa llegaremos a tener una dimensión, frente a nuestros ojos, de lo que es capaz un tal Emiliano Lasa. Basta con hacer la prueba.

No es que la diferencia sea tan grande, porque también es cierto que Lasa saltó 8,26 metros en los Juegos Odesur de Cochabamba, en 2018. Así que con cualquier regla que tengamos a mano veremos que apenas mejoró dos centímetros su mejor registro. No parecen mucho dos centímetros. Lo que sí parece mucho son los 8,28 que este señor hizo realidad el domingo en el Grand Prix Internacional Lotería Caixa de Brasil. La competencia, que integra el calendario del Tour Mundial Continental de Bronce, se disputó en San Pablo, y allí el dos veces olímpico uruguayo se quedó con la medalla de oro y con una actuación de primera clase mundial. El colombiano Arnovis Dalmero finalizó segundo, con 8,07 metros. Ningún otro competidor superó los 7,9.

Además del lugar más alto del podio y el récord nacional, Lasa consiguió la marca mínima clasificatoria para el Mundial de Oregon –que será del 15 al 24 de julio–, que World Athletics había fijado en 8,22 metros. Eso le valió un cupo clasificatorio de forma directa.

El usuario de Twitter @misdiasdeviaje recordó además que la marca técnica de su registro de 8,28 equivale a 1.199 puntos. “Significan la mejor marca en el atletismo nacional de toda la historia”, tuiteó, tras verse superados los 1.198 puntos que Andrés Silva alcanzó en los 400 metros con vallas en 2014. Todas las marcas del atletismo tienen una conversión a través de una fórmula por la que se las traslada a puntos, de manera que pueden compararse las marcas técnicas de pruebas absolutamente distintas.

Nada de todo lo escrito anteriormente será opacado por el siguiente dato: el salto de Lasa este domingo se registró con +2 metros por segundo de viento en la pista, el máximo permitido para que una marca sea válida como récord y también como marca clasificatoria. De haberse registrado +2,1 en el instante del salto de Lasa, su marca sólo le hubiese valido para ganar la competencia. Preparación, pericia para ejecutar en el día señalado y también una pequeña cuota de suerte, todo eso tuvo Emiliano Lasa, que sigue tan vigente como siempre y va camino al Mundial 2022 y con los sueños puestos en París 2024.