Las dificultades que se han vivido para concretar la temporada 2022 del fútbol femenino de la Asociación Uruguaya de fútbol, con tres fechas anunciadas y tres fracasadas, parece haber llegado al final. No necesariamente un buen final.

En el documento al que accedió _ la diaria_, fechado el lunes 27 de junio, la Comisión de Fútbol Femenino y su Mesa Ejecutiva anunciaron que dejan sin efecto “lo resuelto por el Consejo de Liga de la Primera División de Fútbol Femenino del 13 de junio del corriente, que autorizó la participación de Danubio en el Campeonato Uruguayo 2022”, y decidió “confirmar que serán sólo nueve los participantes [...] en función de los resultados deportivos acaecidos y las tablas de posiciones respectivas de la temporada anterior”.

Por lo antes dicho, resuelven “impulsar los mecanismos reglamentarios necesarios para aprobar un ascenso adicional en el Campeonato 2022 de la Segunda División del Fútbol Femenino, de manera de completar las diez plazas de Primera”.

Al principio el documento se extiende en un “visto”: “El recurso de nulidad interpuesto por Boston River SAD contra la decisión [...], por la cual se resolvió que Danubio ocupara la plaza libre generada [...] ante la no participación de San José FC, a pesar de haber descendido de categoría por la vía deportiva”.

Luego está redactado un autocrítico “resultando” en el que se plantea que “se ha advertido del equívoco de someter a la consideración y decisión del Consejo de Liga la disponibilidad de la plaza vacante y su asignación al club descendido [...], generando que la decisión adoptada posea un vicio formal y material insubsanable [...].

Y, finalmente, en el “considerando” -igualmente muy autocrítico-, se expresa “que el derecho de un club a participar en un campeonato se deriva en primer lugar de los resultados deportivos. Por ende, la clasificación por méritos deportivos para los torneos [...] debe surgir de la competición propiamente dicha. Ante dicho principio absoluto, haber sometido el caso a la consideración del Consejo de Liga ha sido un error inexcusable pero totalmente involuntario, que impone subsanar la nulidad del mismo, para no generar mayores perjuicios a los clubes y al desarrollo de la actividad oficial de la presente temporada”.

De ahora en más

Caben dos observaciones entre tantas sobre lo vivido en este no comienzo de la temporada del fútbol femenino del año corriente.

Por un lado, registrar el castigo no merecido que se infligió en los hechos a Danubio, club que no solicitó “ser de Primera”, sino que esa posibilidad le fue ofrecida por la AUF. Por supuesto, el club ha realizado acciones tendientes a afrontar la actividad en ese nivel y ahora debe desandar camino y adecuarse a una realidad muy distinta para este 2022.

Una segunda observación indica que la solución encontrada tal vez sea la peor desde el punto de vista del avance del fútbol. Cuando parecía haber condiciones para pasar, al menos en 2023 –y por lo tanto tomar previsiones reglamentarias ahora- a tener 12 clubes en Primera, en los hechos el paso actual va justo en el sentido contrario. Menos cantidad de clubes es menos calidad competitiva, menos partidos para todos, un paso atrás cuando se necesitan muchos pasos adelante.

Con la nueva situación, despejadas las dudas, luego de tres suspensiones de la primera etapa –la tercera tendrá lugar el fin de semana próximo-, se puede adelantar que la actividad del Torneo Apertura comience en el fin de semana del 9 y 10 de julio, como comentaron a la diaria desde la AUF.

Es de suponer que el fixture sorteado el 13 de junio se mantendrá y quedará libre el club que iba a jugar ante Danubio. Si eso sucede, en la primera etapa, Peñarol quedará sin jugar y debutaría en la segunda ante Náutico. Los cuatro encuentros iniciales serían Fénix- Atenas, el campeón vigente Defensor Sporting vs. River Plate, Náutico-Liverpool y Nacional-Wanderers.