Peñarol no pudo levantar la Copa Intercontinental, pero el equipo quedó conforme con el desempeño; así lo expresaron varias voces del plantel aurinegro en declaraciones posteriores a la premiación.

Juan Manuel Olivera, el entrenador aurinegro, dijo en conferencia de prensa que “la competitividad y las ganas de querer que Peñarol salga campeón del mundo hicieron que lleváramos un juego muy parejo”, poniendo énfasis en que su equipo pudo neutralizar a Benfica futbolísticamente.

Olivera, luego de manifestar su conformidad con el juego que desplegó Peñarol, sostuvo que vio jugar a Benfica en la UEFA Youth League y que tenía claro la clase de equipo al que se enfrentaban y el nivel que tenían. “Peñarol no lo dejó jugar con claridad, ganó los duelos siempre, contuvo la pelota y buscó las variantes para llegar. Hicimos un gran partido”, alegó.

Otro que también declaró fue el capitán del equipo, Matías de Ritis. El defensor aurinegro comentó que “en el fútbol no siempre gana el que lo merece. El resultado nos duele mucho. Para mí, es un balance positivo el que tuvimos por muchos minutos. Por muchas partes del juego fuimos superiores al rival en la cancha. Lo que nos faltó fue concretar. Ellos tuvieron, como mucho, dos chances claras y tuvimos una desatención, que fue no cerrar, y vino el gol”.

De Ritis, además, se refirió al calor de las más de 40.000 personas que alentaron desde las tribunas. “La gente de Peñarol es impresionante como alienta, como apoya. Se sintió los 90 minutos. Nos sentimos apoyados hasta cuando íbamos perdiendo; fue cuando alentaron más que nunca. Hasta el final estuvieron ahí y ahora, después del partido, nos siguieron alentando. La verdad, sin palabras”, sostuvo el juvenil, quien además destacó que la Copa Libertadores les quedó guardada a todos para siempre y que, si bien tenían la esperanza de ganar la final Intercontinental, “la alegría de vivir estas experiencias los motiva a seguir”.

Además del capitán, hubo dos jugadores que tuvieron palabras para su público. El delantero Nicolás Rossi comentó: “Dimos todo lo que teníamos. La gente de Peñarol es una locura y sólo tenemos palabras de gratitud a todo lo que nos dieron”. Mientras que Randall Rodríguez, el arquero manya, dijo que “la gente llenó el estadio y no le pudimos cumplir. Pero que sepan que nos vamos vacíos, no nos quedó más nada para dar”.

Lo que diga el presidente

Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol, se mostró orgulloso por el partido que hicieron los juveniles: “demostramos que estuvimos a la altura. Si bien es cierto que duele perder una final, no dejo de recalcar que estos gurises se están formando y lo hacen ganando la Libertadores y también en la derrota”, explicó.

“Durante el partido, se putearon, trancaron, metieron, pero cuando se acabó, entendieron que los tiempos cambiaron y que no existe más eso de que para que la gente te aplauda hay que armar una piñata generalizada. Esto que sucedió también es crecer y educar en valores, como dije, me dio orgullo cómo supieron respetar al ganador”, agregó.