“Ya pasó, esto sigue, es un golpe, pero veremos cómo revertirlo”. Diego Aguirre, el técnico de Peñarol, estaba golpeado emocionalmente al término de la primera final del Uruguayo 2023. Es normal si pensamos que venía de una victoria agónica, el 1-0 del sábado en el Centenario con el gol de Abel Hernández, que esta vez, nuevamente impedido físicamente, no estuvo en el plantel; es normal si nos damos cuenta de que está perdiendo por dos goles en la mitad de las finales.

“Habíamos tenido chances claras de marcar que no aprovechamos y después de las expulsiones recibimos el gol. Ahí nos descontrolamos un poco, es verdad. Ahora hay tres días para pensar, prepararnos y para transmitirles a todos que es posible”, dijo el DT del manya, quien agregó que “la derrota condiciona. Se puede decir que terminó el primer tiempo y vamos perdiendo 2-0. Quedan por delante noventa minutos donde tenemos que revertir la situación y tenemos que mentalizarnos para eso”.

Relativo a la ausencia de la Joya Hernández, Aguirre comentó en la entrevista televisiva que “ya sabíamos que no podía estar para el partido de hoy; fue algo médico, pero va a estar a la orden para el sábado”.

Ignacio Ruglio, en la transmisión de Carve Deportiva, había dicho con relación a la ausencia del determinante futbolista mirasol que “Diego Aguirre tomó la decisión de cuidarlo para el sábado y contar con los jugadores que están al 100% físicamente. El otro día terminó jugando más minutos de los que se habían previsto”.

Aguirre no podrá contar el sábado en el Campeón del Siglo con Franco Cepillo González, pero sí podría, a diferencia de Jorge Bava -que tuvo a Gonzalo Nápoli expulsado-, armar el mismo equipo que empezó jugando en los dos últimos duelos con Liverpool.