El fútbol femenino en la modalidad playa compite bajo la normativa de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) hace cuatro años, y desde entonces se especuló con generar una selección para poder competir con la camiseta celeste. “Por parte de las jugadoras nos hacía mucha ilusión que se formara la selección femenina y solicitamos a la directiva que lo consideren; este año AUF llevó a cabo la primera citación de jugadoras y comenzó el proceso de desarrollo para nosotras”, contó a la diaria Victoria Martínez, en representación de las jugadoras.

En esta oportunidad, sólo fueron citadas jugadoras de los equipos que compitieron el verano pasado, que son Danubio, Peñarol, Boston River, Fénix, Boca Juniors y Halcones. Para una segunda etapa tendrán también en cuenta a jugadoras que compitan en la próxima temporada, para así tener más fichas para formar el plantel oficial.

Empezó a rodar

Al ser un grupo tan numeroso, las jugadoras interesadas en jugar con la celeste se dividieron en dos. Todas practican tres días a la semana en la playa Pocitos, trabajan el físico y lo técnico y además hacen fútbol un día a la semana todas juntas. “Los entrenamientos son muy exigentes y profesionales, detrás hay un equipo muy capacitado y le estamos sacando el mejor provecho para trasladar también el conocimiento a nuestros equipos”, agregó Martínez.

Esta primer selección está trabajando con el cuerpo técnico que entrena la selección masculina y sub 20, equipo compuesto por tres entrenadores, Germán Parrillo, Daniel Molina y Leandro Ortiz; un preparador físico que es Álvaro Bonino; dos doctoras, Karina Olivar y Lilivet Méndez; el fisioterapeuta Juan Abreu; la nutricionista Mariana Crocano y los equipiers Santiago Buela y Gabriel Martínez.

Entrenamiento de la selección femenina de futbol playa.

Entrenamiento de la selección femenina de futbol playa.

Foto: Ernesto Ryan

Plantearse objetivos

Al ser un equipo nuevo -que ya marcó un antes y un después al formarse- son diversas las metas del grupo. La principal tiene que ver con competir internacionalmente, y así “tomar el mayor provecho de esta experiencia para profesionalizar el deporte”. “Tanto las jugadoras como el cuerpo técnico pretendemos formar un equipo sólido que esté a la altura de las demás selecciones y poder representar bien al país”, explicó Martínez.

En ese sentido, cada jugadora se plantea rendir al máximo para quedar en el equipo oficial. “Mis objetivos personales son adquirir la mayor cantidad de herramientas para crecer en el deporte, dar mi máximo rendimiento y capacidad para poder ser parte de la selección oficial”, confesó Martínez.

Entrenamiento de la selección femenina de futbol playa.

Entrenamiento de la selección femenina de futbol playa.

Foto: Ernesto Ryan

Por su parte, Agustina Arámbulo considera que era de orden organizar una selección femenina debido a que ya existe la de varones. Por eso las jugadoras se pusieron manos a la obra para comenzar un proceso nuevo.

“Estamos más que contentas, emocionadas e ilusionadas porque es el fruto del proceso y el trabajo que venimos haciendo en cada club. Vestir la camiseta de la selección requiere la misma responsabilidad y sacrificio en cualquier disciplina. Para ser el primer proceso de selección que es histórico abarca muchas cosas, nosotras al finalizar la práctica tenemos barritas de cereales, jugos y frutas. Yo vengo de hace muchos años cuando comenzaron los procesos de selección de fútbol 11 y al principio eso no estaba, ni la ropa. Tenemos sanidad en todas las prácticas y se siente la buena energía del cuerpo técnico. Esto se siente como una coronación de todo el esfuerzo; se está trabajando muy bien a nivel de selecciones”, finalizó.