La doble jornada del Palacio Peñarol dio dos ganadores en las semifinales de la Liga Uruguaya de Básquetbol: Malvín, que se impuso a Hebraica y Macabi por un contundente 89-66, y Nacional, que agónicamente venció 70-69 a Biguá.

El tricolor, precisamente, fue el ganador de segunda hora. Triunfo agónico, en la última pelota de Nacional, a falta de 6 segundos. Batacazo y pico de los de Álvaro Ponce, que arrancan la serie 1-0 ante el bicampeón Biguá.

El juego tuvo una primera parte favorable a Nacional, de enorme primer cuarto, pero a partir del segundo y en el tercero Biguá emparejó. Desde ahí, el último chico fue con alternancia en el comando del marcador. Dramático, pudo ser para cualquiera. Jaylen Johnson fue el goleador tricolor con 18 tantos, pero más determinante fue Alejandro Acosta, que hizo 16, los últimos dos para pasar a ganar por uno. En la carga Biguá fue ahogado por la defensa de Nacional, Martín Rojas terminó tirando forzado y la pelota rebotó en el aro.

Lucas Capalbo de Malvín, ante Hebraica en el Palacio Peñarol (18.04.2023).

Lucas Capalbo de Malvín, ante Hebraica en el Palacio Peñarol (18.04.2023).

Foto: Camilo dos Santos

Malvín por goleada

A primera hora la victoria fue de Malvín. El conjunto playero fue netamente mejor que Hebraica, imponiéndose en el juego desde el inicio hasta el final. Salvo por el primer cuarto, que fue parejo y terminó casi iguales (22-21 para Malvín), en el segundo y especialmente en el tercero (donde sacó 26 de distancia) Malvín rompió el partido con un excelente trabajo colectivo, sobre todo en defensa.

Tan buena fue la tarea defensiva del playero que prácticamente lo bajó en 5 o 6 puntos a cada titular de Hebraica. A la prueba el promedio: el macabeo hizo 66 unidades, cuando su promedio es de 85,7 puntos por partido. Para el destaque, además, fue la tarea de Lucas Capalbo y Germán Silvarrey, quienes estuvieron impecables turnándose para marcar a Luciano Parodi.

En ataque Malvín fue solidario, eligió bien los sistemas y las opciones, fue certero en mover la pelota sin forzar tiros y, cuando pudo, corrió la cancha como le gusta. En conclusión, un partido perfecto.

El goleador playero fue Ivan Aska con 19 tantos, secundado por Capalbo que metió 16 y Daniel Hamilton que facturó 15. El máximo anotador macabeo fue Ernesto Oglivie con apenas 12 unidades.