Uruguay venció 2-0 a Estados Unidos y se clasificó a las semifinales de la Copa del Mundo sub 20. Fue un enorme partido de los chiquilines celestes, que se desdoblaron tanto en defensa como en ataque para lograr imponerse ante uno de los equipos que todavía no había perdido –ni siquiera había recibido un gol en contra–.
Visto el desgaste de los uruguayos, su entrenador fue muy elogioso. “Había que dar un plus y los jugadores lo dieron”, dijo haciendo referencia a las pocas horas de descanso que tuvo la selección, que en comparación con Estados Unidos fueron 48 horas de diferencia en favor de los yanquis. “Hoy había que sacar el corazón, porque fueron muy pocas las horas de recuperación”, comentó el DT, que también soltó elogios como “ver lo que entregaron en la cancha nos conmueve; queremos más” o “cuando tenés un grupo tan solidario las soluciones vienen solas”.
Consultado sobre dónde estuvo el punto de quiebre del partido, Broli dijo que “la clave fue el orden, en base a eso comenzamos a recuperar la pelota y a entender el partido”. “Este equipo nos representa a todos, estamos muy contentos. La tensión de estos partidos es brutal, cualquier error puede dejarte afuera y eso se nota en la cancha”, afirmó.
Ellos son
Otro que dio declaraciones fue Anderson Duarte, uno de los mejores jugadores de Uruguay en el campeonato. Hizo un gol y se clasificó a cuartos de final; marcó otro y la celeste se metió entre los cuatro mejores. Duarte ya estaba jugando bien en su posición más característica, es decir, como mediapunta, pero pasar a jugar de centrodelantero le dio un plus y lo volvió decisivo. “Hoy se notó que somos un rival bastante duro”, dijo Duarte al final del partido. Además, tentando al futuro, lanzó un “siempre podemos un poco más”.
Enorme juego también hizo Juan Cruz de los Santos, clave en los dos goles de Uruguay. El de River realizó un trabajo perfecto por la izquierda, desnivelando en ataque pero también fajándose en defensa. Esa tarea fue pensada y se desprende de su comentario después del triunfo: “Tácticamente habíamos visto que los carrileros de ellos iban mucho al ataque pero, por otro lado, dejaban muchos espacios a sus espaldas y supimos aprovecharlo”.
Por orden y mando, Fabricio Díaz también fue figura. El capitán, al igual que el DT, valoró al grupo: “El equipo me dio una confianza enorme, pero más que mi rendimiento individual me deja orgulloso el rendimiento del equipo, el hecho de estar entre los cuatro mejores equipos del mundo es un premio al esfuerzo que veníamos haciendo desde hace muchísimo tiempo. Hoy pudimos hacer nuestro fútbol, con la confianza que teníamos que tener, y eso se notó en la cancha”.