En el estadio de Belvedere Liverpool consiguió una estupenda victoria sobre Nacional 3-0 y continua dominando con puntaje perfecto la serie B del Torneo Intermedio con nueve puntos obtenidos en tres partidos jugados.

Los goles negriazules fueron convertidos por Ruben Bentancourt, uno en cada tiempo, y Gonzalo Napoli al iniciarse la segunda parte.

La victoria de Liverpool fue realmente estupenda por el gran partido que logró plasmar el equipo dirigido por Jorge Bava, que logró superar a Nacional en casi todas las valencias técnicas, estratégicas y colectivas, y se potenció a través de grandes desarrollos individuales capitalizados por el colectivo, como los del argentino Marcelo Meli, que jugó un partidazo y fue artífice del gran juego negriazul.

También se destacó su impecable línea final, que también se fue transformando a través del juego en línea media y hasta línea delantera, y en la eficacia absoluta de Ruben Bentancourt, que sigue mandándola a guardar.

Más allá de la defección que naturalmente tuvo Nacional, lo más valorable del partido fue la gran gestión liverpoolense jugando de manera adecuada, eficaz y por momentos avasallante.

Nacional, salvo los primeros minutos, nunca se pudo acomodar en el juego y, a pesar de los sugerentes cambios de Álvaro Gutiérrez, que puso todo cuanto tenía a mano para tratar de cambiar el destino del juego, nunca pudo ser el antagonista esperado de Liverpool que hizo uno de los mejores juegos de la temporada.

Federico Pereira, de Liverpool, y Federico Martínez, de Nacional.

Federico Pereira, de Liverpool, y Federico Martínez, de Nacional.

Foto: Camilo dos Santos

Tomando la presión

Nacional comenzó ejerciendo una fuerte presión sobre la última línea de Liverpool, lo que inhibió a los locales de poder seguir saliendo desde su arco.

Las pelotas que Liverpool perdió en la salida, incluida una de gran riesgo cuando Diego Zavala interceptó un pase del arquero Sebastián Britos, fueron el motivo del cambio de juego local, que, a excepción de alguna ruptura que pudo hacer con base en regates, empezó a usar el pase largo, al medio juego en donde se volvían a conectar en corto.

Pero sin embargo a los ocho minutos en la primer llegada del equipo local Rubén Bentancourt abrió el marcador para Liverpool después de una falla de Sergio Rochet, dejando viva una pelota casi en los pies del goleador. Había sido una buena jugada con Marcelo Meli dirigiendo el tránsito y colocando un pase a espaldas del lateral izquierdo tricolor, que aprovechó el siempre eficiente Gastón Martirena para desbordar y mandar el centro que Rochet no pudo controlar.

La inmediata respuesta de Nacional, y la fortaleza anímica y de juego que consiguió Liverpool hicieron de esa media hora de la primera parte, un juego realmente atractivo de ida y vuelta con instancias, que parecía que podían tener cargas de peligro. No pudo Nacional gestionar la paridad del juego, y sí estuvo cerca Liverpool de aumentar.

Gonzalo Nápoli, de Liverpool, y Diego Rodríguez, de Nacional.

Gonzalo Nápoli, de Liverpool, y Diego Rodríguez, de Nacional.

Foto: Camilo dos Santos

Noticias del vestuario

Hubo cambios en el comienzo del segundo tiempo. Jorge Bava decidió colocar al campeón del mundo Luciano Rodríguez en la ofensiva local sacando al isabelino Leandro Otormin, mientras que Álvaro Gutiérrez sacó a Federico Martínez y a Yonatan Rodríguez, y colocó a Alfonso Trezza, y al jovencito sanducero Iván Helguera, con sus 17 años.

Pero en el formulario aparecerían rápidamente otra gran variante: el segundo gol de Liverpool, un golazo nacido y criado entre 19 pases. Recién habían salido del vestuario cuando llegó el segundo gol local, y fue un golazo en una rápida transición que Rodrigo Rivero recibió por banda derecha y habilitó al centro hacia Rubén Bentancourt que, con exquisita asistencia por entre las piernas del defensa que le marcaba, dio el pase gol a Gonzalo Napoli, quien con zurda la arrinconó contra el caño de Rochet.

Un golpazo tremendo para los tricolores que quedaron en muy compleja situación. El momento crítico de Nacional coincidió con el más virtuoso de Liverpool, por ello no fue de extrañar que los locales pugnaran por un tercer gol que finalmente llegó en una maravillosa jugada que culminó con una definición de primera y desde la puerta del área de Rubén Bentancourt, que colocó el 3-0 después que Álvaro Gutiérrez había propuesto ya una serie de cambios más, que volcaban a su equipo hacia la ofensiva dejando absolutamente liberada la última línea que sufría los ataques negriazules.

Pudo haber llegado el cuarto, fue mucho y bueno lo que jugó Liverpool, mientras Nacional era superado en juego y capacidad para ocupar el campo.

Un triunfazo de Liverpool que se perfila muy bien en su serie.

Nacional ahora rápidamente debe cambiar el objetivo inmediato que es seguir adelante en la Libertadores y, para asegurar ello, deberá vencer el miércoles en el Gran Parque Central a Metropolitanos de Venezuela.