Como en ediciones anteriores, se eligió que el Tour de Francia comience en el extranjero. Este año le tocó el turno al País Vasco, una tierra que sabe de leyendas sobre bicicletas. La primera etapa de este sábado tendrá comienzo y final en Bilbao, tras 182 kilómetros por diferentes paisajes vizcaínos; el domingo Vitoria-Gasteiz será el punto de partida y San Sebastián el de llegada luego de 209 km; y la tercera y última etapa en suelo euskaldum será la del lunes, entre Amorebieta-Etxano y Baoina.

La Grande Boucle ya tiene precedentes de comienzos en Euskadi. La última vez fue en la categoría femenina no hace mucho tiempo, en 2001, y para recordar la vez anterior en varones hay que remontarse a 1992, cuando, obviamente, el mejor ciclista de todos era Miguel Indurain. La singularidad de 2023 es que será la primera vez que la carrera francesa toque las tres capitales vascas. El comienzo será duro y será un aviso de lo que vendrá después: mucha ascensión. Christian Prudhomme, el director de la carrera, dijo en una entrevista con el diario vasco Deia que el inicio será “duro”. “La primera etapa tendrá 3.300 metros de desnivel. Récord desde 1903. Nunca ha habido tanto desnivel en una etapa inicial del Tour. Pike Bidea, cerca de la meta, hará realmente espectacular la llegada con Pogacar, Van der Poel, Van Aert o Vingegaard”.

Previo al comienzo, más precisamente el jueves, cuando se presentaron los 176 ciclistas participantes, la organización homenajeó a los grandes corredores vascos. Cuando comience el Tour se cumplirán 120 años de la primera carrera.

Come piernas

Según reza el comunicado oficial del Tour, se correrán ocho etapas llanas, cuatro de media montaña y ocho de alta montaña con el agregado –y atractivo– de cuatro finales en subida, y una sola contrarreloj.

No se priva de nada el Tour: se treparán el Cauterets, Puy de Dome, Grand Colombier, Mont Blanc, Aspin, Tourmalet, Petit Ballon y Platzerwasel, entre otros picos. Serán más exactamente 30 montañas, más que nunca en 120 años, así que se avizora un Tour para los escaladores.

Si bien será una carrera más bien en subida, lo llamativo es que los Alpes y los Pirineos van a compartir protagonismo mucho más que en otras ocasiones. La organización, liderada por Prudhomme, ha definido que buena parte de las etapas de montañas serán en el Macizo Central, el Jura y los Vosgos. Estos dos últimos, precisamente, pueden ser decisivos porque son de las últimas etapas previas a París.

Los favoritos

El actual campeón es Jonas Vingegaard, danés de 26 años que corre por Jumbo-Visma. Haberse quedado con el maillot amarillo en la última edición, y de la manera en que lo hizo, es suficiente como para colocarlo entre uno de los grandes favoritos a ganar la carrera. Vingegaard, además, forma parte de uno de los mejores equipos posibles, si no el mejor.

El gran retador, aunque también podría ser el máximo favorito, es Tadej Pogacar. El esloveno de 24 años que corre por UAE Team irá por dar vuelta la historia y agrandar su vitrina, donde tiene los dos Tour ganados en 2020 y 2021.

A priori, cualquier otro favorito arrancará su historia un escalón más abajo que los dos citados. Dicho esto, podemos agregar al australiano Jai Hindley, ganador del Giro de Italia del año pasado, título que optó no defender para dedicarse al Tour. Tiene 27 años y llega acompañado por un buen equipo como es Bora. La contra que tiene es que no ha tenido un buen 2023 hasta el momento.

Siempre hay que poner a Richard Carapaz. El ecuatoriano correrá este Tour con 30 años y será el líder de EF Education. Ganador del Giro en 2019 y tercero en la Grande Boucle de 2021, el ciclista dijo tenerse fe para estar en la pelea de la carrera.

Casi en el mismo lugar está Enric Mas, corredor de Movistar Team de 28 años que siempre promete pero al que le cuesta terminar haciendo podio. El año pasado se tuvo que bajar por una lesión, pero en esta edición intentará entreverarse con los de arriba.

Francia hace mucho, muchísimo tiempo que no tiene un ganador del Tour. El último en ganarlo fue el enorme Bernard Hinault en 1985, cuando ganó su quinto Tour. Desde ahí se han destacado Richard Virenque, que fue siete veces segundo –tres de las cuales fueron detrás de Lance Armstrong, títulos que le fueron despojados al yanqui por dopaje–; y también los segundos puestos de Warren Barguil en 2017 –ganó Chris Froome–, Julian Alaphilippe en 2018 –le arrebató el título Geraint Thomas– y el de Romain Bardet –que quedó en la orilla en el Tour que se llevó Egan Bernal en 2019–. En esta edición sería arriesgado dar un francés como candidato, pero seguro darán pelea Bardet, Thibaut Pinot y David Gaudu.

No puntúa como candidato pero sí puede ser la sorpresa el danés Mattias Skjelmose, joven de 22 años del Trek que tuvo un muy buen año al coronarse campeón de ruta de su país. La contra que puede tener es su inexperiencia: debutará en el Tour de Francia.