El domingo es el día de las infancias, y es cierto que no deja de ser un día comercial que nos recuerda, de paso, cuántos niños y niñas no tienen día ni esperan regalo, ni sus padres desgarran la tarjeta para la cajita feliz, los championes con luces o el dinosaurio más tenebroso. Así como el día de las madres y los padres es todos los días, el día de las infancias también debería serlo, aunque hasta esto suena a un cliché. Pero también es una excusa para socializar y encontrarse, para aflorar la solidaridad y hacer amigos y amigas para toda la vida, o para un ratito.

Lo que sí es cierto es que los clubes tímidamente hacen sus movimientos en el entorno social cuando llegan este tipo de fechas que, de alguna forma, la hinchada también espera. Estas fechas son excusas para verse, más allá de un árbitro que pita el inicio y el final de una conversación. En estas fechas, como en los días de la madre o del padre, aparece la llamita social que es el alma de los clubes. La razón social de las asociaciones civiles es algo que deberíamos cuestionarnos a menudo, más aún en tiempos de sociedades anónimas que postergan todo por lo deportivo. En muchos clubes, por no decir en todos, la organización de estos eventos corre por cuentas independientes. O no pasa nada.

El equipo del Parque Rodó, el Defensor Sporting, es un faro deportivo y también social. Entre los hitos más recordados, los toques gratis de La Vela Puerca en Navidad, y las miles de camisetas violetas que se repartían y que potenció la existencia de nuevos hinchas. Sin dudas esos pequeños hinchas se terminaron de enamorar con las vueltas olímpicas, pero sembrar el barrio con camisetas de tu cuadro es un hecho cultural bellísimo. Hace algunos días en su cuenta oficial, sin hacer referencia al día del niño, publicaron un video sobre el trabajo que realiza el Departamento de Responsabilidad Social y Valores.

En Capurro, por su parte, vaya barrio de hechos sociales y culturales, llama a la parcialidad y al barrio entero a festejar el día de las infancias en el “Día de la niñez albivioleta”. El evento se llevará a cabo este domingo en el Parque Capurro y, en caso de lluvia, lejos de suspenderse, se trasladará a la cancha de fútbol 5 que está en la sede del club. Actividades, inflables, golosinas.

En Danubio, otro barrio referente, no hay nada oficial comunicado a la fecha, pero sí hay hasta algunas discusiones a partir de una iniciativa independiente de juntar abrigo y juguetes para repartir en un día del niño danubiano organizado por la misma hinchada.

En Racing hay una puja social constante que no afloja, mientras que la empresa crece enfocada en lo deportivo, en el fútbol profesional. El sábado en Sayago empieza el “Fin de semana de la niñez”, más precisamente en el Parque de los Fogones, y se anuncian juegos, ludoteca, scouts entre las 14.00 y las 17.00; el domingo la movida se muda al Parque Roberto, “en casa, como todos los años”, dice la página de Racing Ilustrados que promueve la iniciativa junto “con un montón de gente que trabaja todo el año por el barrio, por los barrios, y sus infancias”. Grande Racing.

El Progreso de La Teja organiza su Día de la Niñez en el Teatro Progreso; es lo que tiene tener un club con su teatro propio y toda una barriada detrás. Habrá una obra, aunque no dice qué obra, inflables, chocolatada, pop y algodón de azúcar. Una belleza, entre las 14.00 y las 18.00 del sábado 12 de agosto.

En Cerrito no celebran el día del niño o no hay comunicado oficial, pero sí hay una cena show para recaudar dinero para el fútbol femenino. En esta se presentarán el reconocido artista tropical Rolando Paz y su hija Paola Paz, el grupo La Pasión y Los Sureños. Esto será en el club Olimpo (Edison y Lamartine), el sábado a las 20.00.

Rampla Juniors es otro de los que convoca a festejar el día de la niñez. La cita es en la esquina de República Argentina y Polonia. Allí se encuentra el Espacio La Terraza y habrá inflables, juegos y música, además del inmejorable menú de panchos y refrescos.