El estadio Pierre-Mauroy fue testigo del debut de Uruguay en el Mundial de rugby. Con las tribunas repletas por la presencia de la selección local, el partido se cerró con un 27-12 para los franceses, que alcanzaron su segunda victoria consecutiva tras vencer a los All Blacks en el debut.

La celeste, que jugó de amarillo, hizo un buen partido, teniendo a mal traer a los franceses en buena parte del juego. Más allá de los errores defensivos, Los Teros intentaron jugar de igual a igual y lo lograron. En el inicio del partido empezaron ganando (5-3 tras un try de Nicolás Freitas), y más allá de que luego Francia lo dio vuelta (13-5), Uruguay hizo méritos para apoyar la ovalada y sumar más puntos. No estuvo fino y tuvo fallas que le provocaron perder la posesión (y a los franceses les vino bien para sacarse a Los Teros de encima).

No es sencillo jugar de igual a igual en el mejor nivel del rugby. Francia venía de vencer a los All Blacks, siempre una de las mejores selecciones del mundo, pero también es cierto que para enfrentar a Uruguay los franceses hicieron 12 cambios (los únicos titulares que repitieron fueron Yoram Moefana, Gabin Villiere y Cameron Woki).

Estando 13-5 abajo, Los Teros convirtieron dos trys. El primero fue anulado por el videoarbitraje –pantalla ilegal de Tomás Inciarte–, pero el segundo valió y dejó las cosas 13-12. Estando así, con la ovalada para Los Teros y atacando, otro error en la salida –una patada en donde el pelotazo rebota en un jugador celeste– provocó la corrida con anotación de Peato Mauvaka, y ahí se empezó a definir el partido.

Más allá del resultado, Uruguay dejó una buena impresión en su debut. Ahora, en la intensidad que propone el Mundial, deberán pensar en Italia, con quien chocarán el miércoles 20. Este es uno de los dos juegos que los uruguayos se proponen ganar –el otro es contra Namibia; Nueva Zelanda está fuera del alcance– en busca de ser terceros y asegurarse un lugar en la próxima Copa del Mundo.