Liverpool culminó un año magro, con cuatro partidos sin perder, y sumó dos triunfos consecutivos por primera vez en toda la temporada. El último campeón uruguayo se impuso 3-1 a Cerro de visitante y terminó con 39 puntos en la anual, que será la tabla del descenso en 2025.
Cerro, que sumando un punto se salvaba, quedará a la espera de lo que pase en la tarde del sábado con los partidos de Rampla, Miramar Misiones y Progreso. Es imposible que baje de forma directa, lo mínimo que tiene asegurado es un desempate. El tercer gol en la hora puede complicarlo, ya que, en un hipotético triple empate, quedaría abajo de los de La Teja por diferencia de goles.
Más allá de la combinación de resultados, los de Ignacio Pallas cerraron el Clausura sin triunfos en las últimas siete fechas; además, estuvieron cinco partidos sin anotar goles.
Lo mejor para el final
El primer tiempo se fue sin goles. Liverpool fue más e incluso pudo ponerse en ventaja sobre el final con un penal que falló Diego García, que le pegó mal, al medio y el golero Mathías Cubero desvió con los pies. Festejo absoluto en las tribunas locatarias, que, en ese momento, todavía mantenían la ilusión de confirmar la permanencia sin esperar otros resultados.
La visita manejó el balón con mucho criterio, jugando por abajo y eligiendo ir por las bandas, sobre todo por izquierda, con Christian Tabó, que se juntó muy bien por García, quien arrancó por el medio, pero se tiró a la zurda para asociarse. Más allá del buen trato de pelota, le costó generar peligro sobre el arco de Cubero; no tuvo profundidad en el último tercio.
Cerro intentó un juego más directo, pocas veces pisó el área rival. Sólo en el inicio, en un centro que peinó Maximiliano Pérez que Gastón Rodríguez empujó demasiado débilmente a las manos de Sebastián Lentinelly. Fue la única; luego el albiceleste se dedicó a controlar al rival con la línea de cuatro defensores jugando muy cerca de Cubero.
Los goles, entre emoción y frustración
Cerro comenzó mucho mejor el segundo tiempo, sin juego asociado, pero enviando balones al área y ganando por arriba. En el peor momento de Liverpool, Agustín Cayetano, con un remate lejano, puso el primero. Con un dejo de fortuna, la pelota pegó en el palo, luego en la espalda de Cubero y se metió. El juez, Javier Feres, se lo dio como gol en contra al golero cerrense.
Al albiceleste le ganó el nerviosismo producto de la ansiedad de necesitar un resultado que era adverso. Pallas buscó variantes; el que entró mejor fue Nicolás González, que bajó pelotas y ganó por arriba, pero no tuvo compañía.
Ya entrando en zona de desesperación, Cerro salió mal del fondo y García, que había errado el penal, robó el balón, dejó a Cubero por el camino y puso el segundo. El partido parecía liquidado, pero había más emociones en el boletín.
Joaquín Papa, entrenador negriazul, cambió al arquero. Ingresó Nicolás Vikonis, que no había tenido minutos luego de su retorno a la institución. Buscó ser un reconocimiento para el jugador de experiencia, pero la variante no se tomó bien en filas cerrenses. Además, el local llegó al descuento con un tiro libre de Mathías Abero, que se desvió en la barrera.
Quedaban cinco minutos de tiempo agregado en los que Cerro fue con toda su fortaleza aérea sobre el área rival; Pérez tuvo una, pero no pudo darle dirección.
En el cierre, tras la expulsión de Horacio Tijanovich, llegó el tercero de Liverpool, que le bajó la cortina al trámite; Hugo Quintana maniobró en el área y definió sutilmente para el 3-1 final.
Cerro sigue siendo el equipo con mayor probabilidad de salvarse. Perdió la dependencia en su resultado, ahora deberá prender la radio para saber cómo les va a los demás.