La final que se jugó en el estadio 8 de Junio de Paysandú contó con un buen número de hinchas tricolores provenientes de todo el país, que se presentaron con la ilusión de ver que el club de sus amores levantara un título internacional. Y lo consiguieron: Nacional campeón tras vencer 77-76 en alargue a San Lorenzo de Argentina.

El director técnico de los albos, Álvaro Ponce, puso en cancha al quinteto compuesto por el dominicano James Feldeine, Mateo Sarni, Gianfranco Espíndola, el chileno Manny Suárez y el venezolano Néstor Colmenares. Por su parte, el DT del cuervo, Eduardo Costa, paró un equipo 100% argentino producto de una sanción reciente. Sus titulares fueron Sebastián Lugo, Lucas Pérez, Federico Grun, Gastón Córdoba e Iván Basualdo.

Nacional comenzó muy bien, mostrando mucha energía a la hora de defender, mientras que del otro lado su backcourt lideraba una sorprendente ofensiva que llegó a anotar 11 puntos al hilo, lo que provocó un rápido tiempo muerto de Costa. A la salida, los argentinos metieron un par de triples, aunque su escandalosa cantidad de pérdidas no forzadas y su fragilidad defensiva invitaron a los bolsos a aumentar aún más su ventaja. Increíblemente, los uruguayos no aprovecharon para despegarse por completo, y el primer cuarto finalizó con un marcador de 22-12.

La falta de puntería les costó muy caro, ya que en ese momento se empezó a notar el ajuste del DT cuervo, con jugadas en las que el esférico rotaba y siempre se encontraba al hombre liberado para el triple. Para rematar, al tricolor se le cerró el aro (1/11 de tiros de campo) y aunque Ponce pidió timeout, no pudo impedir que los argentinos se pusieran al frente. Manny, que había tenido un gran arranque, se cargó de faltas, y Basualdo, que había tenido una mala performance en ambos costados, se destapó e hizo estériles los esfuerzos de Colmenares. Ese segundo cuarto culminó con un apabullante 7-23, cerrando la primera parte 29-35.

Para el complemento, Nacional salió a la cancha con mucha rebeldía, en una clara intención de subir el ritmo del encuentro. No sólo forzó la cuarta falta de Basualdo –que obligó a Costa a cambiar su estrategia–, sino que, producto de una mayor eficacia, metió un parcial de 20-11 y retomó el liderato. Los ingresados Gastón Semiglia y Anthony Peacock fueron clave para mantener ese ímpetu que les permitió irse al último período ganando 49-46.

Pero San Lorenzo no se iba a dar por vencido tan fácilmente. Un 3+1 de Córdoba para abrir el último cuarto anticipó lo vibrantes que iban a ser esos minutos finales. Semiglia –con 6 unidades– y Lugo –con siete puntos seguidos– tomaron la batuta para sus respectivos equipos. Todo siguió igual hasta llegar al clutch, en el que Nacional dio un gran paso al frente gracias a la expulsión por faltas de Córdoba y a un gran triple de Manny que le devolvió el liderato momentáneo. Sin embargo, el cuervo empató desde la línea de libres y después de un airball de Feldeine Pérez metió el que quizás fue el triple de la noche para ponerse 65-62 a su favor.

En la siguiente jugada, Basualdo cometió su quinta infracción, lo que dejó a San Lorenzo sin sus internos para los dos minutos restantes. Tanto Manny como Feldeine tuvieron la oportunidad de empatar la contienda, pero sus disparos quedaron cortos en ambas ocasiones. Cuando parecía que estaba todo perdido para los de Ponce, Facundo Rutenberg cometió una insólita falta de tres sobre Espíndola, que, aunque falló dos de los libres, recogió el rebote ofensivo del tercero y lo igualó a 67 a falta de 22 segundos. Lucas Pérez tuvo la victoria en sus manos en la última jugada, pero una gran defensa de Sarni le impidió tirar.

En el inicio del tiempo suplementario parecía que los argentinos se iban a llevar el duelo por delante, pero la búsqueda de puntos en la zona pintada tanto de Semiglia como de Manny resultó ser efectiva. El límite de faltas les pasó factura a los argentinos, y si bien pudieron ganarlo sobre el final -producto de la incapacidad de los tricolores para cerrar el pleito- se encontraron con una muralla alba que les impidió siquiera tirar a canasta.