La jornada del miércoles en el campeonato del interior, la Copa Nacional de Selecciones, nuestro mundial, puso en juego a 28 combinados de distintos pueblos y ciudades en 14 partidos en otras tantas ciudades, en donde 26 de los 28 seleccionados jugaban por seguir adelante en sus regiones.

Tras los 14 resultados, se conoció a los 18 seleccionados que siguen adelante en el Litoral (cuatro), Sur (seis) y Este (ocho). El Litoral Norte, que se juega en sistema de todos contra todos, aún tiene unas semanas más para determinar quién es el campeón y quién el vice, que siguen adelante en el módulo de la Copa Nacional.

El Litoral va directamente a semifinales y fue el que más fea la pasó: en la cancha parecía que clasificaba una selección, la de Dolores, pero en los tribunales, por una diferencia de goles atribuida por reglamento a Río Negro, pasó el elenco fraybentino. Jugarán en régimen de ida y vuelta Río Negro-Guichón y Bella Unión-Soriano para determinar cuáles son los finalistas.

En el Sur también cambió el calendario a último momento porque hasta el minuto 95 San Gregorio, que le estaba ganando en la península a Durazno 2-1, estaba clasificando a semifinales como primero, pero el empate duraznense en el partido que no terminó le dio la clasificación y el primer puesto a la roja pitanga y significó la eliminación de los polanqueños porque Flores los superó en puntos.

Ahora vienen dos triangulares semifinales que empiezan este fin de semana: uno está integrado por Florida, San José y Durazno, y el otro por Canelones, Flores y Colonia. En el año del centenario avanzan los fundadores.

El Este fue el más previsible y el de menos sufrientes, dado que de los 11 que empezaron a jugar quedan ocho para disputar los cuartos de final. No hubo sorpresas y empiezan los cuartos de final, que incluyen un clásico, Treinta y Tres-Cerro Largo, un interesantísimo Zona Oeste-Rocha y dos partidos entre capitales y pueblos, Lavalleja-Río Branco y Maldonado-Batlle y Ordóñez.

La llama y el fuego

El Cabeza fue o quiso ser jugador. Quiso y pudo vestir la camiseta del pueblo como antes lo había hecho su padre, Daniel. Ese sí que pudo ser jugador y goleador con sus goles gritados en la cancha de la Plaza de Deportes de Colonia cuando unos tímidos muros de arpillera vestían los alambrados para que desde afuera no se pudiera ver, en los tiempos en que la roja jugaba en el Litoral.

El Cabeza ha sabido ser jugador, tal vez no goleador como el viejo, que vistió con goles varias camisetas del fútbol profesional, la del pueblo y no sé si incluso alguna vez no anduvo dragoneando con la celeste. (Sé que no jugó porque el Daniel Torres que jugó dos partidos con la selección ante Argentina y Brasil en 1976 era el rubio lacazino de Danubio; además lo sé porque fue la noche en que el olimareño Sergio Colacho Ramírez se ganó el pase a Flamengo, pero esa es otra historia que en otro momento se volverá a contar).

La cuestión es que el Cabeza Daniel Torres, el hijo del gran goleador coloniense Daniel Torres, ha sido escriba en la diaria, es arquitecto, escritor, director técnico y casi influencer, y el miércoles de noche me mandó una foto de un sitio que reconozco –el Muelle Viejo de Colonia del Sacramento, donde tiene su emprendimiento gastronómico Barrio Sur Café– donde aparece un niño, su hijo, que sale camino al Suppici con una camiseta albiazul sobre los hombros y desplegada sobre la espalda. “Saliendo para el Suppici para ver a Colonia. Es mi deber traspasar la antorcha”, me dice, y le respondo con una variante de un texto que he trabajado bastante en las noches de verano perfumadas por la ilusión del pueblo. “Esos muchachos de hoy, los viejos del mañana, son quienes toman la posta de mantener viva la llama de los estadios apenas iluminados, el recuerdo de los cracks de antaño, semidioses de camisetas de algodón juilliard y hazañas mínimas”, escribió el Cabeza.

El problema del gol

Lo cierto es que Colonia ganó, se aseguró la clasificación y ahora como primero de su serie B ocupará un lugar en la semifinal triangular 2 junto a Canelones, segundo del grupo A, y Flores, que a las cansadas logró derrotar a Sarandí del Yi 1-0. En la semifinal 1 quedaron alineados Florida, que le ganó a Casupá 5-2; San José, segundo del grupo B al derrotar a Federación de Colonia 2-1; y Durazno, que en una clasificación épica y hazañosa logró empatar 2-2 de penal en el minuto 95 como visitante en San Gregorio de Polanco, en un partido que el juez decidió terminar por serios problemas en las tribunas, a pesar de que quedaban minutos por recuperar.

Hubo otras situaciones de extrema tensión que trascendieron lo que pasó en los estadios. Así fue en la serie B del Litoral, donde al término de los partidos del miércoles estaban clasificados Soriano y Dolores pero, como se esperaba por la emisión de un fallo, no se sabía si esa clasificación estaba firme. Este jueves se dio a conocer ese fallo, que le da la razón a Río Negro y, en consecuencia, la victoria 5-2 (había perdido 2-1, pero si el tribunal da un ganador que había perdido en la cancha, la victoria debe ser por tres goles de diferencia). Con esos puntos, pero fundamentalmente con esos goles agregados al marcador, sacó de la troya a Dolores.

¿Es justo? No tenemos una respuesta, pero claramente es un tópico filosófico tan intrincado como el problema de Dios. ¿Por qué unos goles que no fueron convertidos en una cancha y que tomaron cuerpo en un Windows Office en Montevideo, a casi 300 kilómetros del arco del estadio Luis Köster, donde deberían haber sido anotados, terminan eliminando a un tercero que nada tuvo que ver ni con el desacierto mercedario ni con la razón fraybentina? ¿Está bien que un sellado notarial con timbres profesionales haga realidad goles que no existieron en aquel partido, que validen una victoria que –de acuerdo con las reglas establecidas– arbitrariamente se dictamina por una diferencia de tres goles para cubrir situaciones entre los involucrados? De todos modos, no parece que sería ítem de definición para sacar de juego a un tercero.

En la serie A del Litoral no había reclamos. Guichón ya estaba clasificado primero, pero además extendió su lista de buenos resultados al superar como visitante a Liga Agraria de Salto 2-1, mientras que en Bella Unión los locales se dieron el gusto de marcar el resultado récord de esta edición de la Copa de Selecciones al derrotar a Tranqueras 9-0.

Guichón, que hasta las primeras horas del jueves se preparaba para viajar a Dolores, ahora sabe que juega este sábado en Fray Bentos, mientras que la otra llave semifinal quedó conformada por Soriano y Bella Unión, que jugarán la ida en el Walter Martínez Cerruti de Bella Unión.

En el Este, seguramente el que la pasó peor, porque la tenía que relojear de afuera, fue Zona Oeste de Maldonado, la selección de Pan de Azúcar, Pueblo Nuevo y Piriápolis, que con mucha expectación debió esperar que Canelones del Este no le ganara a Maldonado en San Carlos. Empezaron ganando los canarios auriverdes, pero después se vino una catarata de goles de la blanca maldonadense, que terminó ganando 5-2. Maldonado terminó primero en el grupo C y Zona Oeste segundo, y ambos pasan a cuartos de final.

En el grupo A hubo históricas goleadas que los que estaban en los dos primeros escalones les propinaron a los que pugnaban por el tercer cupo. Finalmente, Nico-Batlle se quedó con la tercera colocación gracias a aquella épica victoria conseguida en Cerro Chato. En Minas, Lavalleja le ganó 7-0 a Cerro Chato con una nueva marca personal de Sebastián Abreu, quien por primera vez, a sus 47 años, consiguió un doblete con la tricoserrana. Por otra parte, en el Centro Empleados de Comercio, Treinta y Tres derrotó 6-0 a la selección de Nico-Batlle.

También la serie B quedó ordenada como estaba antes de que se empezara a jugar. Rocha en el Mario Sobrero le ganó 5-1 a Río Branco, que es el tercer clasificado, y en el Samuel Prilliac del Chuy, Cerro Largo derrotó de atrás a los fronterizos 3-1.

Los cuartos de final quedaron armados con estas llaves, que ya se empezarán a jugar este sábado: Río Branco-Lavalleja (ida en Río Branco y definición en Minas); Zona Oeste de Maldonado-Rocha (primero en Pan de Azúcar y después en Rocha); Treinta y Tres-Cerro Largo (ida en Treinta y Tres, vuelta en Melo); Batlle y Ordóñez-Liga Mayor Maldonado (primer partido en Batlle, definición en San Carlos).