En el arranque de la quinta fecha, en un interesante partido que tuvo lugar en Florida, Boston River, que a partir de este encuentro oficiará de local en el Campeones Olímpicos, empató 1-1 con Liverpool.

Los goles fueron uno en cada tiempo: el de apertura fue el de la visita, de Liverpool con un gran remate de Luciano Rodríguez, mientras que el empate llegó en la segunda parte, en una jugada que terminó entreverada, pero que había arrancado con la claridad de Leandro Suhr, que después de que la jugada se ensuciara un poquito terminó concretando el gol del empate.

Boston River sigue entre los de arriba y ahora quedó en la segunda colocación, mientras que Liverpool no ha podido conseguir victorias en lo que va del campeonato.

Cancha rápida

En el momento del pitido inicial –en un hecho por lo menos curioso–, se largó un gran chaparrón sobre el estadio Campeones Olímpicos, que, al igual que toda Florida, había recibido en los últimos días mucha agua. Fue sólo eso, y después la cancha aguantó muy bien.

En los primeros minutos, Liverpool estuvo cerca, muy cerca del primer gol, y se destacó el arquero salteño Santiago Silva, que sacó un par de pelotas muy peligrosas, en especial, un remate franco de Renzo Machado.

Antes de los diez minutos ya sabíamos de las virtudes de Silva en el arco, cuando, además del remate de Machado, contuvo en un mano a mano a Luciano Rodríguez, que parecía que se escapaba rumbo al gol.

Apenas una vuelta completa de segundero, Luciano Rodríguez sacó un remate libre de 35 metros con un golpe de pelota que le picó dos metros antes a Santiago Silva y se disparó inapelablemente rumbo a las redes.

Si ya esos 15 minutos habían sido interesantísimos, de allí para adelante el juego de ambos equipos siguió un atractivo centro de atención para el público floridense que en buen número llegó hasta el Campeones Olímpicos. Una buena acción de Boston River, de habilitar socios gratuitos a quien quisiera anotarse en Florida, fue la que motivó que la tribuna Nasassi y la platea Pato Ferreri tuvieran una buena cantidad de gente.

Boston River, con una muy buena gestión –fundamentalmente por la banda derecha de Leandro Suhr y el zurdo Juan Manuel Gutiérrez –, puso contra las cuerdas a la última línea liverpoolense que, de acuerdo al planteo de Emiliano Alfaro, jugaba con tres centrales.

El árbitro Tejera llegó a pitar dos penales que finalmente no fueron ejecutados porque tras la acción del video arbitraje decidió que no eran acciones punibles: una posición adelantada y una falta que entendió que no había existido.

Pero no fue sólo eso, Sebastián Lentinelli, al igual que su colega y coterráneo salteño, 100 metros más allá, Santiago Silva, estuvo acertadísimo todas las veces que tuvo que intervenir. Silva, el golero de Boston River, también lo hizo de manera excelente durante la primera etapa después del gol de Luciano Rodríguez

Clavado en el VAR

El segundo tiempo tuvo un cuarto de hora de dominio absoluto de Boston River, hasta que finalmente encontró el empate.

Fue el tarirense Leandro Suhr que, como en toda la hora inicial de juego había sido determinante para el equipo rojiverde y tomando la pelota por izquierda, llegó hasta los confines del área, donde después de una muy buena defensa de Lentinelli logró en los rebotes empujar la pelota hasta el fondo del arco.

Fue un festejo interrumpido por la bandera del segundo asistente levantada que anulaba la conquista por posición adelantada. Un par de minutos después, el VAR, cuyas intervenciones habían sido esquivas para los rojiverdes, señaló que la conquista era válida.

Después del empate dio la sensación de que Boston River podía llegar a seguir de largo.

Liverpool, que con el ingreso de Miguel Samudio por el lateral izquierdo había ganado una forma de conectarse en ataque por aquel lado, no pudo, como en la temporada pasada, desequilibrar de esa manera.

Al final, el empate no estuvo mal y ambos colectivos se quedaron con aquello de que cuando no se puede ganar es bueno no perder.