La 2° fecha del Torneo Intermedio se celebró en el Gran Parque Central y dejó a Nacional como ganador ante Liverpool 2-1. Los goles locales fueron de Ruben Bentancourt y Gonzalo Carneiro. El descuento negriazul lo hizo Heber Vergara. Un partido olvidable, pero fue un necesario triunfo para los intereses del bolso, que ha mostrado bajo rendimiento.

El inicio fue de toma y daca. Liverpool insinuó que iba a ir y generó un remate de entrada. Pero el bolso salió con un largo envío hacia Bentancourt, único referente en ataque. Y de ese balón, que parecía perdido como los hay tantos, el delantero sacó ventaja y puso adelante al local con gran remate de zurda.

Christian Oliva, de Nacional y Agustín González, de Liverpool, el 15 de junio en el estadio Gran Parque Central. Foto: Enzo Santos

Christian Oliva, de Nacional y Agustín González, de Liverpool, el 15 de junio en el estadio Gran Parque Central. Foto: Enzo Santos

Esto empujó a una reconfiguración táctica de Liverpool. No de sus piezas pero sí de formas y posicionamiento en cancha. Se lo vio más agresivo para recuperar la pelota y aumentó la posesión de esta. Los zagueros estaban más a mitad de cancha haciendo un equipo más corto, de menos espacios para el rival.

El gol lo acomodó pero hasta ahí al bolso. Le dio cierta tranquilidad pero no la prolijidad esperada por los simpatizantes. Sólo el tándem de Lozano y el paraguayo Galeano por derecha despertaron otras sensaciones en los locales. Así y todo fue muy poco lo visto en el arranque.

Rafael García, director técnico de Nacional y Gustavo Varela, ayudante técnico, el 15 de junio en el estadio Gran Parque Central.

Rafael García, director técnico de Nacional y Gustavo Varela, ayudante técnico, el 15 de junio en el estadio Gran Parque Central.

La visita tiró al volante Lucas Lemos unos metros atrás para que se metiera en la zaga y desde allí llegar a buen puerto ofensivo. Esto hizo que los zagueros naturales se abrieran y las salidas fueran menos forzadas. En ofensiva, fue Agustín González el más picante negriazul, un trato de pelota en velocidad distinto.

Sobre el final del primero, Machado tuvo un cabezazo algo entreverado que acarició el caño. Nacional no mostró fortaleza en defensa y por arriba.

Ley espejo

El cambio de aire, de propuestas, no llegó. La segunda parte fue un continuo de lo antes visto. Las últimas temporadas han encontrado intensos y disputados partidos entre ambos clubes, pero esta fue una rara excepción. Definición precisa del presente de ambos, que no han iniciado bien este Intermedio.

Pero la ventaja era local y poco le importaba al bolso las líneas de prolijidad y buen juego. Tuvo claros espacios pero no claras situaciones. Le faltó esa pisada final de aceleración y convicción para aumentar ventajas.

Ruben Bentancourt, de Nacional, el 15 de junio en el estadio Gran Parque Central. Foto: Enzo Santos

Ruben Bentancourt, de Nacional, el 15 de junio en el estadio Gran Parque Central. Foto: Enzo Santos

De los dirigidos por Alfaro, asustó un poco, o bastante. No generó casi chances, sin embargo, la única que tuvo entró.

Pero antes de todo el embrollo negriazul vino la ampliación del tricolor en el botín zurdo de Gonzalo Carneiro -recién ingresado- que aprovechó un grosero error del fondo y definió rápido y preciso.

Esto era casi una bajada de telón, ya un cierre. Pero vino esa chance, la única y efectiva que Heber Vergara mandó a la red para poner un mínimo de gracia a un encuentro atravesado por pocas atracciones y baja intensidad.

Enzo Martínez, de Liverpool, el 15 de junio en el estadio Gran Parque Central. Foto: Enzo Santos

Enzo Martínez, de Liverpool, el 15 de junio en el estadio Gran Parque Central. Foto: Enzo Santos

Síntesis

Ninguno mostró más que el otro. Fue un típico cruce de quién se equivocaba menos. Los dos goles tricolores tuvieron méritos propios pero también marcados quedes defensivos.

Nacional tenía el agregado de tener al entrenador debutante y provisorio, Rafael García, hasta la llegada ya confirmada de Martín Lasarte.

Sorprende y a la vez no. En el corto plazo ha sido un año de mitad de tabla pero las temporadas pasadas han sido de tal magnitud que ya todo queda chico para los de la cuchilla. Necesita el equipo de Alfaro una inyección extra que lo identifique y lo haga nuevamente protagonista.

Gonzalo Carneiro, de Nacional, tras convertir el segundo gol de su equipo.

Gonzalo Carneiro, de Nacional, tras convertir el segundo gol de su equipo.

Foto: Enzo Santos