Más inglesa, imposible. La carrera del domingo tuvo mucho de lo que caracteriza al automovilismo británico: tiempo loco, golpes de escena y, por si fuera poco, tres locatarios animando la competencia desde que el sábado George Russell, Lewis Hamilton y Lando Norris –en ese orden– lograran los mejores tiempos para largar adelante en el Gran Premio. Detrás de ellos partía el campeón actual, Max Verstappen, en plan “reducción de daños”.

Las primeras vueltas de la carrera tuvieron su cuota de emoción, y aunque los Mercedes de Russell y Hamilton mantuvieron la formación en punta, Verstappen se coló en el tercer lugar ya en la primera vuelta, después del viboreo de las curvas iniciales. Pero la tensión la ponía el anuncio de lluvia: ¿quién juzgaría mejor el momento exacto de cambiar a gomas intermedias? ¿Cuál de los superpilotos en piso húmedo, Hamilton o Verstappen, renovaría su título de maestro de la lluvia?

Las gotas cayeron, pero tímidamente. Ninguno de los punteros consideró que era necesario parar, excepto los ingenieros de Charles Leclerc, que una vez más destruyeron la carrera del monegasco. Esta vez, el apuro le hizo perder una vuelta y, como en Canadá, lo dejó afuera de los puntos.

Esas gotas, sin embargo, implicaron un cambio en el rendimiento de los coches, y los Mercedes y el Red Bull de Verstappen vieron cómo se les venían los McLaren de Norris y Oscar Piastri. Hamilton le arrebató la punta a su compañero de escuadra y el público enloqueció, porque hacía años que no veían al heptacampeón liderar un Gran Premio, y menos en casa. Duró poco, porque Norris lo pasó a las pocas vueltas; con todo, el asunto seguía entre ingleses. De atrás, Piastri –proveniente de un lugar periférico del Imperio británico: Australia– se colocó en el segundo lugar y empezó a amenazar a Norris.

Cuando llegó la lluvia verdaderamente intensa, McLaren cometió el primero de los errores graves que le costaron la victoria: pararon a Norris a por gomas intermedias y obligaron a Piastri, que era el piloto más veloz de todos, a dar una vuelta más con gomas inadecuadas. Cuando por fin pudo calzar goma de lluvia, estaba en el sexto puesto. A todo esto, Russell dio la primera sorpresa, al tener que abandonar por un problema en la refrigeración de su motor.

El segundo error grave de McLaren ocurrió cuando la pista se secó. Dejaron que Norris girara una vuelta más que Hamilton con gomas de lluvia, y eso le costó la punta de la carrera. El tercer error fue la selección de cubiertas. Faltaban 15 vueltas, así que se podía apostar por gomas blandas, que irían rápido pero había que cuidar para que no se degradaran, gomas duras a las que se podía castigar sin miramientos, o gomas medias, la opción más sensata. Mercedes calzó gomas blandas en el auto de Hamilton y McLaren le copió con Norris.

Verstappen, en cambio, montó duras y empezó una remontada que le alcanzó para sobrepasar a Norris, aunque no a Hamilton, que ganó para delirio de la concurrencia. Visiblemente conmovido, el heptacampeón batió un nuevo récord al convertirse en el piloto que más veces ganó en un mismo circuito: con esta, son nueves sus victorias en Silverstone. La emoción también puede haberlo abrumado porque se trata de su último año con Mercedes, la escuadra con la que consiguió la gran mayoría de sus triunfos; el año que viene regresará, pero con el mameluco rojo de Ferrari.

El actual campeón también estaba feliz: no ganó, su sobrepaso a Norris, el abandono de Russell y la trapisonda que le hicieron a Leclerc significa que se sigue alejando de sus perseguidores en el campeonato. En dos semanas, la F1 se instala en Hungría.

Resultados del Gran Premio de Gran Bretaña

1 Lewis Hamilton -Mercedes-
2 Max Verstappen -Red Bull Honda-
3 Lando Norris -McLaren Mercedes-
4 Oscar Piastri -McLaren Mercedes-
5 Carlos Sainz -Ferrari-
6 Nico Hulkenberg -Haas Ferrari-
7 Lance Stroll -Aston Martin Mercedes-
8 Fernando Alonso -Aston Martin Mercedes-
9 Alexander Albon -Williams Mercedes-
10 Yuki Tsunoda -RB Honda-