En el país de los “tres millones de directores técnicos”, en el que cada amante del fútbol siente ser una voz autorizada para opinar, existen opciones para ir más allá de la mirada de los espectadores. Uruguay, país con una vasta tradición en la generación de grandes entrenadores, tiene en su capital un puñado de instituciones que forman a los futuros técnicos que nutrirán todos los niveles del fútbol.

Entre las personas que estudian para ser entrenadores, hay quienes tienen una experiencia profesional en el deporte, pero también hay alumnos sin ningún vínculo formal previo con el mundo del fútbol. Este panorama es similar en las cuatro instituciones que brindan cursos de entrenador de fútbol en Montevideo. Todas comparten ciertas características, como el mes de comienzo de sus cursos, que es marzo de cada año, y una base de contenidos establecida por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

Los temas que la Conmebol definió como básicos están concentrados en cuatro licencias: C, B, A y PRO. Aprobar la licencia C permite trabajar en el fútbol infantil; la B, en el fútbol amateur; la A, en divisiones juveniles profesionales, y la PRO, en la primera división de equipos profesionales. Es importante aclarar que, a partir de la licencia B, es necesario haber aprobado las licencias previas para poder cursar las avanzadas.

Las cuatro instituciones que imparten sus cursos en Montevideo enseñan los conocimientos básicos definidos por Conmebol, pero no todas utilizan el modelo de licencias que propone dicho organismo. De todas formas, aprobar el equivalente a la licencia PRO en todos los cursos habilita a los egresados a entrenar dentro de todo el sistema del fútbol uruguayo, tanto en fútbol masculino como femenino.

ISEF: un referente histórico

Desde la segunda mitad de la década de 1960, el Instituto Superior de Educación Física (ISEF) imparte cursos de entrenador de fútbol. La institución, que actualmente es la única que ofrece esta formación de manera gratuita, es una referencia a nivel regional. Así lo planteó Jorge Giordano, director de selecciones nacionales de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), que contó que ISEF fue una fuente muy importante para la Conmebol a la hora de elaborar los contenidos para sus licencias.

“La historia de los cursos en Uruguay es muy fuerte, fueron los primeros en América. Fijate que la formación se sigue reconociendo a pesar de que no aplica al modelo de licencias Conmebol. Imaginate el peso que tiene la Udelar [Universidad de la República]”, observó Giordano, en diálogo con la diaria.

El curso del ISEF no sigue el sistema de licencias, sino que imparte una tecnicatura que dura dos años. De todas formas, Giordano aclaró que los contenidos base son los mismos que los de las licencias y que, incluso, tiene más horas de formación de las que estipula Conmebol. En ese sentido, Silvia Lavarello, docente de la tecnicatura de ISEF, explicó a la diaria que la principal diferencia con los cursos que ofrecen licencias es que el ISEF no ofrece títulos intermedios, sino que imparte una formación que al completarse habilita a dirigir en cualquier categoría del fútbol uruguayo.

En comparación con otros cursos de la región, tanto Lavarello como Giordano destacaron el gran nivel de la formación que ofrece ISEF. “Nosotros tuvimos hace unos años una reunión con autoridades de Conmebol y quedaron sorprendidos con lo que era el curso de ISEF. Por la carga horaria y los contenidos. Entonces, te puedo asegurar que es de mucho nivel al lado de muchos cursos que hay en Sudamérica”, destacó Lavarello.

La profesora indicó que para poder inscribirse a la tecnicatura es necesario tener bachillerato aprobado. Añadió que el curso tiene un límite de acceso de 100 cupos, que se sortean entre quienes se postulen. En cuanto al perfil de los egresados, comentó que apuntan a generar profesionales que sean capaces de discernir cuáles son las necesidades del ámbito en el que se van a desarrollar y puedan aplicar sus conocimientos.

De acuerdo a Giordano, los cursos de la tecnicatura “se estructuran progresivamente, es decir, el primer año está destinado a lo que es una parte del fútbol infantil y del fútbol juvenil. La segunda parte está dirigida a formativas profesionales y fútbol profesional”. Lavarello añadió que durante la formación hacen énfasis en que los alumnos tengan experiencias en las que apliquen sus conocimientos.

Para eso llevan a cabo prácticas que se pueden realizar en clubes de fútbol, pero también en Espacios de Formación Integral (EFI) –unidad curricular de la Udelar donde la extensión se combina con la enseñanza y la investigación–. “Por ejemplo, el año pasado teníamos un EFI que trabajaba con fútbol femenino del Servicio Central de Inclusión y Bienestar Universitario”, comentó.

De todas formas, con el objetivo de seguir mejorando el curso, en 2024 el ISEF aprobó una nueva malla curricular para la tecnicatura, que todavía falta que sea aprobada por la Dirección General de Jurídica de la Udelar. Lavarello comentó que los cambios incorporarán en la formación temáticas vinculadas a las políticas públicas y deportes, investigación sobre fútbol, perspectiva de género y gestión deportiva. Giordano agregó que también se añadirán contenidos sobre videoanálisis, detección de talento y toma de datos externos y su asociación con datos tácticos.

ITP y su enfoque en la formación práctica

El Instituto Técnico Profesional (ITP) es la escuela de entrenadores de fútbol de la Asociación Uruguaya de Entrenadores de Fútbol. Creado en 2015, el Instituto se originó a través de un convenio con la AUF, ya que en ese momento no contaba con su propio curso de formación de entrenadores, que es un requisito que debe cumplir cada federación integrante de Conmebol, según contó a la diaria Pablo Hernández, director de ITP.

El curso sigue el formato de licencias de Conmebol, indicó Hernández, que añadió que la formación tiene la particularidad de que cada licencia dura lo mismo: un semestre. Por lo tanto, los alumnos pueden finalizar la licencia PRO en dos años. Para lograr que los contenidos de cada licencia entren en un semestre, se aumenta progresivamente la carga horaria semanal, de acuerdo a qué tan avanzado sea el curso. A eso, agregó que uno de los diferenciales del curso, incluso a nivel regional, es la “seriedad” y “exigencia” que ponen en el cumplimiento de los calendarios.

De acuerdo a Hernández, el objetivo formativo del Instituto es que sus egresados “tengan un alto componente de la parte práctica” y “una buena formación teórica detrás”. Explicó que hacen énfasis en la práctica ya que es la que más contribuye a desarrollar las herramientas del entrenador. “Nosotros vemos todos los componentes teóricos y después dejamos cierto tiempo sobre el final de cada semestre para hacer las prácticas. Lo hacemos de forma intensiva”, relató.

Para realizar las prácticas, los alumnos dedican las últimas semanas del cursado de cada licencia para trabajar entrenando niños, en el caso de la licencia C, o sparrings, en las licencias más avanzadas. Acompañados por docentes, los alumnos tienen instancias para poner en práctica los conocimientos específicos de cada nivel. En cuanto al vínculo de los contenidos de cada licencia entre sí, Hernández indicó que apuntan a que “todo siga un orden”, pero, sobre todo, buscan que las dos materias más importantes, que son Entrenamiento y Técnico-Táctica, se trabajen entendiendo todas las licencias como una formación unificada.

El director también hizo referencia a la incorporación de la nueva tecnología y su uso en el fútbol. Comentó que ese tipo de contenidos comienzan a abordarse a partir de la licencia A, donde conocen las herramientas más básicas de tecnología, para luego, en la licencia PRO, “ir a todo lo que es más específico del entrenador”, como el manejo de aplicaciones para elaborar ejercicios o edición de videos de entrenamientos y partidos.

Para comenzar la formación en licencia C en ITP, los requisitos que deben cumplir los interesados son contar con ciclo básico aprobado, presentar un certificado de antecedentes judiciales, carné de salud y ser mayores de edad.

IUACJ y su búsqueda de profesionales que sepan trabajar en equipo

Con cerca de 1.300 títulos de entrenador entregados, el Instituto Universitario Asociación Cristiana de Jóvenes (IUACJ) imparte cursos de entrenador desde 2008. En diálogo con la diaria, Lionel de Mello, decano de IUACJ, destacó que las últimas camadas de entrenadores jóvenes del fútbol uruguayo son egresados del curso de la institución. Entre los egresados, mencionó a Paulo Pezzolano, Sergio Blanco, Alexander Medina y Jorge Bava.

Archivo, octubre de 2022.

Archivo, octubre de 2022.

Foto: Alessandro Maradei

Para cursar en IUACJ, De Mello hizo especial énfasis en que los alumnos tienen como requisito tener secundaria terminada, ya que eso implica que tengan ciertos conocimientos que “les permiten acceder de una manera diferente a los contenidos”.

Con respecto a la estructura de la carrera, contó que la asociación sigue el esquema básico de Conmebol, con las cuatro licencias, pero también añade su propia impronta. En su caso, las licencias C y B duran un semestre cada una, mientras que la A y la PRO requieren de dos semestres por licencia, lo que totaliza tres años de formación. Por otra parte, De Mello destacó que quienes finalicen todos los niveles del curso en la institución obtendrán el título de Técnico Deportivo en Fútbol, avalado por el Ministerio de Educación y Cultura.

En ese sentido, señaló que en la ACJ tienen tres áreas que son muy importantes: Fundamentos Biológicos, Comunicación y Comportamiento y Técnico-Profesional. Consultado sobre si los contenidos son trabajados de forma integral o de forma fragmentada por licencia, respondió que el curso “tiene una visión integral y sintética. Los contenidos son cíclicos, progresivos, sistemáticos, es decir, de abordaje creciente, que va generando competencias”.

En cuanto a la metodología, explicó que no buscan formar a sus alumnos con “un conocimiento meramente práctico, sino que estamos dándole abordajes teóricos, interdisciplinares, que le permiten al estudiante ir construyendo y proponiendo”.

“¿Qué queremos de nuestro egresado? Que sea un profesional capaz de trabajar en equipo, eso es muy importante. Que tenga un abordaje interdisciplinar sobre la práctica profesional, sabiendo que el fútbol, como organización cultural, requiere de la intervención de distintos tipos de profesionales: psicólogos, nutricionistas, metodólogos, etc. Yo creo que es importante que ya desde la formación se tenga ese perfil para trabajar”, explicó.

Por esa misma línea, apuntó que buscan que los egresados sean buenos educadores que incorporen “la práctica pedagógica y los conocimientos didácticos, aparte del saber específico técnico-profesional”, además de tener una buena capacidad de comunicación. También destacó el perfil ético de quienes se reciben, que se trabaja “desde el vamos” durante la formación.

City Academy con el foco en la participación

La Montevideo City Coach Academy es un instituto de formación de entrenadores que en su web se presenta como asociado al Manchester City, club inglés que forma parte del City Group. La academia imparte clases en Montevideo desde hace un año y utiliza el modelo de licencias de Conmebol. Desde que la institución comenzó sus actividades, se realizaron dos cursos de licencia C y uno de licencia B. Este año, el objetivo es hacer licencias C, B y A. Quienes egresen por primera vez de la licencia PRO de la academia tendrán que completar tres años de formación, en los que la licencia A y PRO se llevan la mayor cantidad del tiempo.

Para conocer la forma en que la institución forma a sus entrenadores, la diaria conversó con Alejandro Cáceres, coordinador académico de los cursos que ofrece la academia. Sobre la formación de los estudiantes, Cáceres apuntó que buscan “un perfil de entrenador que logre acercarse más a la academia, a la ciencia y que pueda unir eso al conocimiento tradicional del fútbol, que está más relacionado con lo empírico, con lo práctico, con lo que se va transmitiendo de generación en generación”.

Consultado sobre los contenidos que abordan, Cáceres explicó que se guían por tres parámetros: el mínimo de contenidos que pide Conmebol para cada licencia, los aportes que los docentes entienden que tienen que estar en cada curso y las expectativas y necesidades de los estudiantes. “Los primeros dos están establecidos previo al inicio de la licencia, el tercero los vamos agregando. Cuando ellos [los alumnos] llegan en los primeros 15 días se hace un cuestionario y clases especiales para detectar qué es lo que quieren aprender”, indicó.

Con base en eso, señaló que desde la academia trabajan con un eje longitudinal y uno transversal: “El eje longitudinal es el que te lleva a todo el estudio del juego, las distintas formas de jugarlo, cómo se enfrentan las estructuras; es decir, es todo un recorrido histórico del juego. El eje transversal lo que te hace es situarte en el aquí y ahora”, apuntó.

Por esa línea, planteó que “si bien vamos formando al entrenador en su carrera hacia la [licencia] PRO, en cada licencia los contenidos van a estar dirigidos exclusivamente a lo que se va a enfrentar y a lo que la licencia le permite entrenar”. Añadió que durante la formación “hay algunas cuestiones, como los fundamentos técnicos y algunos principios ofensivos, que tienen una relación a lo largo de toda la carrera del futbolista”, pero cada licencia está orientada a trabajar con un determinado tipo de futbolista, que tiene características especiales que “hay que respetar”.

Con respecto a la forma de enseñanza, Cáceres comentó que en la academia utilizan tres conceptos: metodología, método y estilo. Con respecto a la metodología que aplican, explicó que está basada en el concepto de Aprendizaje Basado en la Realidad: “A eso yo le hice una vueltita, para adaptar la metodología con los métodos y con el estilo. La llamamos ABP, Aprendizaje Basado en la Participación. Esa ‘P’ es lo que cambia todo, porque los métodos que utilizamos en nuestras clases son cuatro, que son propuestas, preguntas, problemas y proyectos”.

En ese sentido, indicó que el método que usan es el del caso. “Lo que hacemos es tratar casos específicos que suceden en el fútbol y los analizamos a través de preguntas, problemas y propuestas”, apuntó. “El estilo que utilizamos se llama dual y su consigna es que me formo entrenando. Por ejemplo, si querés hacer la licencia C, tenés que haber logrado participar en un club de fútbol infantil de cinco a 12 años”. Esta modalidad implica que el alumno tiene que realizar tareas de observación de entrenamientos, ayudante y ejecutor durante entrenamientos.

Uruguay en comparación con el exterior

A la hora de evaluar la calidad de los cursos que se ofrecen en la capital de Uruguay en comparación a la región, Giordano afirmó que “son de élite” y que están muy por encima de otras opciones en la región. Por la misma línea, Hernández afirmó que “están muy bien conceptuados” y que “más allá del nivel de los cursos” se valora la “seriedad” con la que se trabaja.

De Mello coincidió con ambos y valoró que “no es un milagro” la cantidad de entrenadores uruguayos que trabajan en el exterior, en relación a la población del país. A nivel internacional, planteó que el desafío es estar siempre actualizados en materia de tecnología aplicada al deporte.

Por otra parte, Cáceres hizo referencia a otros lugares en los que se desempeñó como profesional, como Honduras y México, en América, o España, Grecia y Chipre, en Europa. En comparación a algunos de esos países, Cáceres señaló que Uruguay aún está en un nivel “medio” en cuanto a calidad de sus cursos.