Si a Aguada le faltaba algo para candidatearse, era un triunfo así, de atrás, luego de ser ampliamente dominado y terminar quedándose con una victoria vital para la cabeza. Nacional dominó el primer tiempo, llegó a sacar 18 de ventaja, pero sucumbió en el epílogo, donde volvió a tomar malas decisiones.
Aguada tiró 10/20 en triples en los últimos 22 minutos de juego, luego de estar poco certero en el arranque del encuentro. Con Santiago Vidal en modo goleador y una defensa colectiva destacada, los de Germán Cortizas dieron otra muestra de paciencia y jerarquía.
Romper la hegemonía
Nacional había sido dominado en los últimos dos partidos y necesitaba cambiar algo. Álvaro Ponce planteó una defensa particular, con referencia sobre Donald Sims; al inicio fue Patricio Prieto y luego ingresó Mateo Sarni. El resto defendió en zona, saltando permanentemente en cambios cuando iba la cortina directa sobre el anotador aguatero. De esa forma liberó tiros y disfrutó de los flojos porcentajes del rojiverde, que en un pasaje llegó a ir 3 de 23.
El tricolor cambió el ritmo y pudo llegar jugando al ataque sin dejar establecer la defensa rival. Ernesto Oglivie posteado y Bernardo Barrera siendo vertical fueron los principales anotadores; a Michael Smith, cada vez que le quedó el espacio, metió. Fue interesantísimo el pasaje de Sarni, siendo agresivo en las penetraciones para convertir o asistir.
Los de Ponce llegaron a tener 18 de diferencia, ante un Aguada confundido que se alimentaba de los rebotes de ataque y poco más. En el epílogo, los de Cortizas abrieron el aro a distancia con triples consecutivos, aprovecharon errores en la selección de lanzamientos de Nacional y cerraron el primer tiempo con un parcial de 9-0. El bolso se fue 44-35 al descanso largo.
Poco a poco Aguada lo dio vuelta
El tercer cuarto fue palo y palo; los dos pusieron sus credenciales en cancha, como no había sucedido antes en la serie. Hasta ese momento, uno ejercía superioridad y el otro era basquetbolísticamente sometido. Aguada intentó liberar a Sims sin éxito; de todas formas, se las ingenió para lastimar en el uno por uno. Jamil Wilson fue vertical al aro y fue importante.
El bolso pudo correr la cancha; además, encontró bombas consecutivas de Gastón Semiglia y Smith en momentos de sequía. De todas, lo que le dio de comer fueron los ataques rápidos.
Vidal metió dos triples seguidos, uno para terminar el tercer cuarto y otro para arrancar el último. Joaquín Osimani lo empató y el Pepo, con otro bombazo, hizo pasar al rojiverde. Fueron cuatro bombas consecutivas que hicieron explotar al público rojiverde en el Antel Arena.
Ese pasaje fue sin Sims en cancha. Alguna vez Horacio Tato López dijo que, si hay una estrategia defensiva pensada en un jugador, una posible solución es sacarlo: el equipo rival pierde referencias y se confunde.
Con el partido en otra sintonía, volvió Sims con otro triple. Nacional tomó malas decisiones ofensivas y Aguada castigó en el otro costado, repleto de confianza. A falta de tres minutos, Vidal metió la daga que sentenció la historia para sacar diez.