La Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) elabora año a año un anuario que resume indicadores de superficies sembradas, existencias ganaderas, producción, exportaciones, importaciones y precio de la tierra, entre otras variables. El anuario 2021 se presentó el jueves en la sede del MGAP, con algunas innovaciones. Entre ellas, la incorporación de datos sobre cannabis, un cultivo que está en crecimiento y genera “interés”, según destacó Pablo Couto, coordinador técnico de la DIEA.
En el último año agrícola, la superficie autorizada de cultivo de cannabis a cielo abierto disminuyó a menos de la mitad: pasó de 1.350 hectáreas en 2019-2020 a 580 hectáreas en 2020-2021. En cambio, en el mismo período la superficie cultivada en invernáculo se multiplicó por tres: pasó de 40.000 metros cuadrados a 120.000. Canelones y Salto son los departamentos en los que hay mayor presencia de cultivos de cannabis a cielo abierto, mientras que en Artigas y en Canelones se ubican la mayor cantidad de invernáculos.
Los datos agrícolas arrojan que en comparación con el año 2013-2014, en 2020-2021 aumentó el área sembrada de cebada cervecera, pero disminuyó la de la mayoría de los cultivos: trigo, maíz, sorgo, soja, arroz y caña de azúcar, según se observa en el gráfico 1.
En materia de exportaciones, en el período 2013-2020, las exportaciones de soja en miles de dólares cayeron a menos de la mitad, y las de trigo lo hicieron a menos de un tercio. También cayeron significativamente las exportaciones de harina y sorgo, y se redujeron, asimismo, las ventas al exterior de arroz y cebada cervecera.
Más carne importada
Si bien la producción de carne vacuna en Uruguay se mantuvo estable en los últimos años e incluso creció 7% en el último año agrícola, se registra un notable incremento de las importaciones, en particular en los últimos dos años, como se muestra en el gráfico 2. Hay una clara tendencia ascendente del monto importado en el período 2013-2020 para la carne bovina, pero también para las carnes de cerdo y de ave.
Además de un aumento en las importaciones de carne bovina, del anuario de la DIEA surge que se trata de los productos que más se encarecieron en el período 2013-2020.
En materia de precios promedio de los principales alimentos que integran la canasta del Índice de Precios del Consumo, en pesos constantes de 2020, se observa que la mayoría de los alimentos bajaron sus precios entre 2013 y 2020. Es el caso del arroz, la harina, la manteca, el aceite, el queso, la manzana, la naranja, la zanahoria, la cebolla, el tomate y el azúcar. Otros alimentos aumentaron sus precios, como es el caso de la papa, la leche y la carne. A pesos constantes, el kilo de nalga creció 10% y el kilo de aguja, casi 20%.
Las importaciones de carne de cerdo también muestran un incremento en los últimos años, aunque no tan pronunciado como el de la carne bovina. Además, a diferencia de las existencias y la producción de carne vacuna, que se mantienen constantes, la cantidad de cerdos en Uruguay registra una tendencia a la baja: pasó de 216.000 en 2015 a 162.000 en 2020, y lo mismo sucede con las exportaciones, como se aprecia en el gráfico 3.
En cuanto a la exportación de ganado vacuno en pie, después de un pico en el año agrícola 2017-2018, las ventas al exterior en esta modalidad descendieron el último año, como se ve en el gráfico 4.
Datos positivos para la apicultura y la madera
La apicultura registró números buenos en 2020, en comparación con lo que venía sucediendo en años anteriores. Se incrementó el número de colmenas –pasó de 560.983 en 2019 a 565.654 en 2020–, aunque siguió la tendencia de disminución del número de propietarios de colmenas, lo que indica una mayor concentración de colmenas por propietario. Además, las exportaciones de miel se recuperaron en 2020: en 2018 el monto de las ventas al exterior había sido de 14 millones de dólares, y en 2020 llegó a 30 millones de dólares.
Por otra parte, la extracción de madera en rollo mantuvo su tendencia ascendente, como muestra el gráfico 5.
Precios y propietarios de la tierra
En 2020, el precio de la tierra se mantuvo en niveles similares a los de los últimos años, como se muestra en el gráfico 6.
Las superficies agrícola-ganaderas presentan una mayor concentración en grandes extensiones de tierra en relación a las superficies exclusivamente ganaderas. Mientras en el año agrícola 2019-2020 65% de las superficies agrícola-ganaderas era de más de 1.000 hectáreas, ese porcentaje llegaba a 49% de las exclusivamente ganaderas.
En cuanto a las superficies dedicadas a la agricultura, cultivos como la cebada y la soja presentan una mayor concentración en predios de más de 300 hectáreas, mientras el sorgo y el maíz están más distribuidos.
En el período 2000-2020, 47% de las tierras fueron adquiridas por sociedades anónimas. Del restante 53%, 8% fueron adquiridas por argentinos, 5% por brasileños y 87% por uruguayos. Pero no se conoce la nacionalidad de los titulares de 47% de las superficies adquiridas en el período 2000-2020, por tratarse de sociedades anónimas. A pesar de que en Uruguay rige una ley que sólo permite adquirir tierras a sociedades anónimas por vía de la excepción, esta se ha transformado más bien en la regla.