¿Qué pasó en diciembre?
De acuerdo con los datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística, el índice de volumen físico de la industria manufacturera cerró diciembre con una expansión de 1,4% interanual. Si se excluye del análisis la refinería de Ancap, el crecimiento industrial en relación con el mismo mes del año anterior se ubicó en torno a 1,6%. En ese mismo período, el núcleo industrial permaneció prácticamente incambiado. A este respecto, cabe notar que el análisis del núcleo arroja un panorama más representativo sobre la situación del tejido industrial uruguayo, en tanto excluye la refinería, la rama 2101 (UPM y Montes del Plata) y la rama 1549 (Pepsi).
Por su incidencia positiva, en la comparativa interanual destacaron las industrias metálicas básicas (la división creció 89,2%) y la fabricación de sustancias y productos químicos (se expandió 8,6%). En contraposición, la división con mayor incidencia negativa durante el mes de diciembre fue la fabricación de productos de caucho y plástico (-10,7%). Cabe recordar que la incidencia es determinada por dos dimensiones: la variación de la rama y el peso relativo que tiene dentro del sector.
En la órbita del empleo industrial, el comportamiento no se diferenció significativamente respecto del observado meses atrás: la caída del índice de horas trabajadas fue 7,3% y la del índice de personal ocupado fue 7,9%.
¿Qué pasó en el año 2020?
A pesar de que la producción “rebotó” durante el último mes del año, la industria cerró 2020 con una contracción agregada de 5%. En el caso de la industria sin refinería y el núcleo industrial, la caída anual ascendió a 4,8% y 6,3% respectivamente.
A nivel de divisiones, la que tuvo mayor incidencia sobre la dinámica anual de la industria fue fabricación de papel y productos de papel, que con una expansión de 4,1% aportó 0,6 puntos porcentuales (p. p.) a la variación total del sector. En la vereda opuesta, con un retroceso de 4,8%, la rama que tuvo la mayor incidencia negativa fue elaboración de alimentos y bebidas (-1,7 p. p.).
En lo que refiere a los indicadores laborales del sector, el año cerró con importantes retrocesos. Por un lado, el índice de horas trabajadas cayó 12,5% en relación con 2019; por el otro, el índice de personal ocupado se contrajo 9,4% durante el mismo período de referencia.
De esta manera, y como era esperable, el año cierra con un saldo negativo para uno de los sectores con mayor peso dentro de la estructura productiva nacional, que además es uno de los principales demandantes de empleo y se caracteriza por salarios y niveles de formalidad comparativamente elevados.