En un contexto externo marcado por la incertidumbre en torno al impacto inflacionario que podrían tener los estímulos fiscales promovidos por la administración de Joe Biden -que podrían obligar a la Reserva Federal a endurecer la política monetaria antes de lo previsto, con el consecuente impacto sobre las condiciones y costo de acceso a financiamiento para las economías emergentes-, la Oficina de Deuda del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) anunció el jueves la emisión de un nuevo bono global en pesos con vencimiento en 2031, la reapertura de su bono global en dólares con vencimiento final en 2031 y también el inicio de una oferta de recompra para bonos globales en pesos y dólares.

La semana pasada la Oficina de Gestión de Deuda divulgó su reporte trimestral, señalando que, en el marco de las estrategias de gestión para el resto del 2021, uno de los objetivos era acceder “a los mercados de deuda internacionales, tanto en moneda local como extranjera, con el objetivo de continuar expandiendo la base de inversores”. “En particular, la República continuará buscando oportunidades para continuar desarrollando el mercado global en moneda local a tasas de interés fiscalmente sostenibles, apuntalando la liquidez en el mercado secundario”, decía el informe.

Del reporte se desprenden también las necesidades y fuentes de financiamiento del Gobierno proyectadas para este año. Respecto a lo primero -las necesidades-, la Unidad proyecta un déficit primario en el entorno de 1.030 millones de dólares. En lo que refiere al pago de intereses y las amortizaciones de títulos de mercado y préstamos los montos estimados se ubican en 1.534 y 1.514 millones de dólares respectivamente -los restantes 390 millones de dólares corresponden a la variación de activos financieros-.

En relación a lo segundo -las fuentes-, están previstos desembolsos con Organismos Multilaterales e instituciones financieras por 600 millones de dólares y emisión de títulos de mercado por el equivalente a 3.860 millones de dólares.

Resultados y objetivos

Los resultados de la operación de este jueves fueron comunicados de noche en una conferencia de prensa que contó con la participación de la titular del MEF, Azucena Arbeleche, y varias autoridades de la cartera, entre ellas Herman Kamil, el director de la Unidad de Deuda. En el documento repartido antes de la conferencia, que consignó los resultados de la operación, se informó que la emisión total conjunta alcanzó cerca de 1.740 millones de dólares, “con un total de las órdenes recibidas por ambos bonos de 3.950 millones de dólares”, y el 45% del total de la demanda “fue para el nuevo título en moneda local”.

Además, se informó que el monto emitido del nuevo bono en pesos fue de 1.166 millones de dólares equivalentes y se realizó a un rendimiento de 8,25% anual. De ese total, 750 millones fue por efectivo, y el resto “será destinado a la recompra de bonos en pesos con vencimiento en 2022”, en su mayoría “ofertes preferidas”.

“La reapertura del bono en dólares fue por un total de 574 millones de dólares, y se realizó a un rendimiento de 2,45% anual (correspondiente a un diferencial de 80 puntos básicos respecto al bono de referencia del Tesoro de Estados Unidos, el diferencial fue inferior al registrado en la emisión y posteriores reaperturas de dicho bono). Del total emitido en dólares, 500 millones corresponden a efectivo, y el resto a la recompra del bono en dólares con vencimiento final en 2022. El precio de reapertura del bono fue de US$ 114,783 por cada US$ 100 de valor nominal”, se informó en el comunicado.

En la conferencia, Arbeleche dijo que la gestión de emisión de bonos fue “exitosa” y eso muestra “la confianza de los inversores de todo el mundo en la economía uruguaya hoy y de cara al futuro”. Agregó que es importante considerar que Uruguay es el primer país que en 2021 realiza una emisión de deuda en los mercados de capitales internacionales en su propia moneda e insistió con que “esto nos habla de la confianza que hay en el mundo en la moneda uruguaya”. 

“Reitero, estamos hablando de pesos nominales, y esto se debe al trabajo que se ha venido llevando de forma consistente con el Banco Central, disminuyendo la inflación, que hoy se ubica, por primera vez en los últimos tres años, dentro del rango meta”, indicó. Además, resaltó el dato del diferencial de 80 puntos básicos, porque significa que “el inversor le pide a Uruguay menos de un punto porcentual de tasa en relación a lo que le pide a Estados Unidos para prestarle dinero”. 

Según el comunicado del MEF, el primer fin de la operación es “continuar con el programa de fondeo del gobierno para 2021, con el objetivo de financiar las medidas diseñadas para proteger a los sectores más vulnerables y apoyar la reactivación económica y el empleo post covid-19”. Además, “reducir el gasto de refinanciamiento y aumentar el plazo promedio de la deuda, reperfilando deuda de corta madurez en ambas monedas”.