El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) divulgó el resultado del sector público a diciembre de 2021, que da cuenta de que bajó el déficit fiscal al cierre del año: se ubicó en 4,4 puntos del producto interno bruto (PIB) en los últimos 12 meses. Esto significa una reducción de 0,7 puntos porcentuales frente al resultado al cierre de 2020, que era 5,1% del PIB. Así, el gobierno sobrecumplió su previsión para el año, que era culminar con un déficit fiscal de 4,9%. Desde el Frente Amplio (FA) y el PIT-CNT se asoció el ahorro a decisiones del gobierno como la baja en términos reales de los salarios públicos y las jubilaciones.

El comunicado del MEF detalló que el déficit observado en los 12 meses a diciembre del gobierno central y el Banco de Previsión Social (BPS) fue de 3,9% del PIB. Sin embargo, hay una influencia del fideicomiso de la ley de “cincuentones”, que implicó que el Estado reciba hoy dinero que deberá pagar a futuro vía pasividades, es decir que ese ingreso extra será un mayor gasto hacia adelante. Si se excluye ese efecto, el rojo se ubica en 4,4% del PIB.

El resultado consolidado del sector público ‒que incorpora al Banco Central, las intendencias y el Banco de Seguros del Estado‒, excluyendo el efecto del fideicomiso, fue de 4,1% del PIB.

Los ingresos del Estado aumentaron 0,1 puntos del producto respecto de 2020, a raíz de un crecimiento de 0,6% del PIB en la recaudación impositiva –que se recuperó tras haber caído el año previo con motivo de la pandemia–, que se contrarrestó con una disminución de los ingresos del BPS de 0,4% del PIB.

En tanto, los egresos del sector público disminuyeron 0,6 puntos del producto: “Los rubros de remuneraciones, pasividades y transferencias disminuyeron 1,1% del PIB en su conjunto (0,3%, 0,4% y 0,5% del PIB, respectivamente)”, consignó el MEF.

A su vez, indicó que hubo un aumento de 0,6% del PIB de gastos no personales, “asociado fundamentalmente a un mayor costo de las medidas implementadas para atender la pandemia de covid-19”.

Por otra parte, las inversiones del Estado presentaron una disminución de 0,1% del PIB. El economista Javier de Haedo –exjerarca del gobierno de Luis Alberto Lacalle y que asesoró en la última campaña al Partido de la Gente– planteó vía Twitter, citando una nota del diario El País sobre la baja inversión pública en infraestructura en los últimos dos años, que “es una de las razones por las que el déficit fiscal está transitoria y excepcionalmente bajo”.

En la mañana de este martes, durante un debate con motivo del referéndum del 27 de marzo en el programa Desayunos informales, quedaron claras las dos lecturas políticas respecto del dato del déficit fiscal. Mientras que el frenteamplista Rafael Michelini cuestionó que “en el medio de la pandemia saneamos las cuentas públicas” y “la gente achicó” el consumo al bajar “las jubilaciones y los salarios”, el nacionalista Alejo Umpiérrez destacó que se logró un ahorro de 1.200 millones de dólares desde que asumió el gobierno.

Ajuste de pasividades y “ahorro” de 100 millones

El lunes se conoció el dato de la evolución salarial en 2021, que determina el piso de ajuste de las pasividades de cara a 2022. Con el aumento definitivo de 6,16%, por tercer año consecutivo los jubilados reciben un ajuste inferior a la inflación, es decir que en términos reales perdieron poder adquisitivo. En 2019 esa afectación había sido de 0,4 puntos porcentuales, en 2020 de 1,83 puntos porcentuales y el último año de 1,8 puntos porcentuales.

“Habría que remontarse a los años 2002 y 2003 para encontrar dos años consecutivos de pérdida de pasividades”, señaló un artículo publicado en la web del PIT-CNT, que incluye declaraciones de Ariel Ferrari, director suplente de los trabajadores en el BPS. Allí sostiene que, contabilizando la pérdida en términos reales de los jubilados en 2020 y 2021, son 100 millones de dólares que el Estado “ahorra”, lo que implica “casi un ajuste fiscal”.

Esto en el entendido de que, de mantenerse el ajuste en línea con la inflación, el gobierno debió haber destinado 100 millones de dólares más a las jubilaciones. La evolución del índice medio de salarios nominal es el mínimo de ajuste de las pasividades según el mandato constitucional, pero el gobierno puede dar aumentos por encima. Durante los 14 años en que creció el poder adquisitivo, la evolución de los salarios le ganó a la inflación.

También el economista Braulio Zelko, asesor del FA en la última campaña electoral, planteó que existió un ahorro de 30 millones de dólares por parte del gobierno a raíz de otras medidas que impactaron en la jubilación mínima. “Dos decisiones afectaron el ajuste de la jubilación mínima en Uruguay: el indicador de ajuste de la BPC [Base de Prestaciones y Contribuciones] y el ajuste a cuenta de julio de 2021 a valor fijo. Estos dos factores le permitirán al gobierno bajar en 30 millones de dólares el gasto destinado a los pasivos de menores ingresos”, expresó.

El primero de los puntos refiere al ajuste de la BPC, que determina la variación de otros pagos que realiza el Estado, como las jubilaciones, y sobre el que el gobierno cambió el criterio, al dejar de ajustar por inflación y hacerlo por los salarios; “en el marco de la caída del salario real, implicó que se deteriorara su valor”, indicó Zelko. El otro punto refiere a un reclamo que también hizo el director del BPS por los trabajadores, ya que el aumento dado a mitad de año a los jubilados que cobran la mínima fue a cuenta del ajuste que recibieron en enero, a diferencia de la manera como procedía el FA, que hacía ajustes diferenciales a mitad de año.

“La caída de la BPC implica 539 pesos menos por mes en las jubilaciones mínimas. El segundo factor, otros 283 menos por mes. En total, son 821 pesos por mes de jubilación mínima. Considerando que esta beneficia a 140.000 personas, a valores actuales, son unos 30 millones de dólares menos al año”, concluyó Zelko.

Los números de UTE y Ancap

La comunicación del MEF señaló que “el resultado global de las empresas públicas cerró en 0,6% en términos del PIB y mostró un incremento de 0,5% del PIB respecto al año anterior”. La mejora “obedece mayoritariamente a las ganancias por exportaciones de energía eléctrica de UTE”, al tiempo que “las inversiones del total de las empresas públicas se mantuvieron estables en términos del PIB”.

De Haedo indicó que el resultado de Ancap difundido por el MEF como parte del informe sobre las cuentas fiscales fue positivo en 44 millones de dólares, “pero al ajustarlo por la desacumulación de stock”, que fue de 114 millones de dólares, se llega a un “negativo” de 70 millones de dólares en el ente petrolero.

“En Ancap no hay indicios de resultados extraordinarios por la exportación de electricidad a Brasil, quizá porque los hubo y fueron consumidos en la postergación de los ajustes de precios después de agosto”, analizó. Agregó que sí hay estos indicios y “son considerables” en UTE, que en 2021 mostró un resultado positivo en 237 millones de dólares, tras transferir 75 millones de dólares por dividendos a Rentas Generales.

.