La tendencia reciente de los principales indicadores
La evolución reciente de los principales indicadores pauta un leve deterioro con relación a lo que venía siendo el dinamismo del mercado de trabajo en 2023. De hecho, en un marco de escaso crecimiento como el de este año, el empleo venía mostrando cierta resiliencia y la actividad venía en recuperación. Sin embargo, los últimos datos comienzan a reflejar un leve deterioro en ambas dimensiones, en línea con el contexto de bajo crecimiento actual.
Concretamente, y más allá de las estimaciones puntuales divulgadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para noviembre, la tendencia-ciclo de los principales indicadores marca un estancamiento de la actividad (oferta laboral) y un leve retroceso del empleo (demanda). La tendencia-ciclo es una medida que permite depurar los factores irregulares y estacionales que son inherentes a las mediciones mensuales que surgen de la Encuesta Continua de Hogares, ofreciendo así una señal más estable sobre la marcha de los indicadores.
Producto de este comportamiento, y bajo la misma lógica de análisis (considerando la tendencia-ciclo), la tasa de desempleo ha exhibido una trayectoria alcista y se ubica actualmente en el entorno del 8,4%.
Según el procesamiento de los datos que realizó el economista Nicolás Cichevski, el mes pasado había 36.000 más empleos que hace un año. Sin embargo, advirtió que la creación de empleo “fue casi enteramente informal”, dado que de ese total creado 35.000 fueron puestos informales.
Complementando lo anterior, Cichevski analizó también la variación en los puestos cotizantes a partir de la información del Banco de Previsión Social. Apoyado en esta información, señaló que en noviembre hubo 20.000 cotizantes (ocupados formales) más que en 2022. Con respecto a noviembre de 2019, el incremento en esta dimensión ascendió a 66.000.
Volviendo a la perspectiva interanual, y analizando los datos desde una perspectiva sectorial, la mayor incidencia sobre el comportamiento de los cotizantes viene del sector comercio (5.689 cotizantes más), de las actividades administrativas y servicios (3.957), de las actividades profesionales y financieras (2.999) y de la industria (2.701). En contraposición, los sectores con mayor incidencia negativa fueron el agro (-1.250) y la construcción (-1.778).
Por otra parte, el análisis de los datos por departamentos revela que, salvo en los casos de Tacuarembó y Río Negro (-372 y -390, respectivamente), en todos los demás departamentos se registraron más cotizantes que en noviembre del año pasado. Tomando como referencia noviembre de 2019, Cichevski destacó la creación de empleo en el área metropolitana (en Canelones son 20.000 cotizantes más y en San José 4.300) y en Maldonado (14.000). En contraste, en Montevideo se registra un retroceso de 8.700 con respecto a esta referencia prepandemia.
Balance 2023 y perspectivas
Según las estimaciones que compartió el economista Aldo Lema en sus redes, la creación de empleos terminaría este año en el entorno de 39.000 (considerando promedio anual). Por su parte, la tasa de desempleo se situaría en el entorno de 8,4%, mientras que las tasas de actividad y empleo se ubicarían en torno a 63,4% y 58,1%, respectivamente.
Teniendo en cuenta el bajo dinamismo esperado para la economía, y dada la dinámica que mostró el empleo durante la mayor parte del año (disociada parcialmente de ese magro desempeño), la tendencia desfavorable que exhibieron los principales indicadores durante los últimos dos meses podría extenderse.
La próxima semana el Banco Central divulgará los resultados de su última encuesta de expectativas económicas, con las proyecciones de los analistas para la tasa de empleo y desempleo. Las estimaciones previas, que son las últimas disponibles para estos indicadores, corresponden a setiembre. En ese momento, los analistas consultados estimaban que la tasa de desempleo se ubicaría en torno a 8% para el promedio de 2024 y en 7,9% para 2025. En el caso del empleo, las proyecciones de ese momento indicaban una leve mejora de la tasa hacia 2024 (de 58% a 58,3%) y 2025 (58,8%).
Complementando lo anterior, la última encuesta de expectativas empresariales realizada por la consultora Exante en noviembre reveló que menos del 25% de los ejecutivos consultados prevé que su empresa empleará más trabajadores el año que viene. En ese sentido, 68% de las respuestas indicaron que el empleo en la empresa no variará respecto de este año y 11% señaló que se reduciría. Consultados por los motivos que restringen la contratación, las respuestas con mayores menciones fueron “salario real elevado”, “bajo volumen de negocio” y “disponibilidad de tecnologías ahorradoras de mano de obra”.