La Unidad de Defensa del Consumidor, que forma parte del Ministerio de Economía y Finanzas, divulgó la semana pasada su informe anual comparando las brechas de precios que existen entre Montevideo y algunas localidades costeras del este, considerando la información de las principales cadenas de supermercados. Concretamente, los datos surgen del Sistema de Información de Precios al Consumidor (SIPC) y fueron relevados durante la primera quincena de noviembre y diciembre.

Desde el punto de vista técnico, la diferencia de precios (o sobreprecio) se calcula como el coeficiente entre el precio mediano de la presentación de un producto[^1] en la localidad correspondiente sobre el precio mediano en Montevideo: si la presentación tiene un sobreprecio de 1,1 significa que es 10% más cara en el este que en Montevideo.

Foto del artículo 'Temporada de verano: ¿a cuánto ascienden los sobreprecios en el este?'

Punta del Este

Según los datos relevados para los primeros 15 días de noviembre y diciembre, las cadenas de supermercados que formaron parte de la muestra fijaron precios que, en promedio, fueron 3,3% y 3,6% más altos que en Montevideo, respectivamente. Esto indica que los sobreprecios fueron menores con respecto a la temporada anterior, dado que en aquel momento esos diferenciales se ubicaron en torno a 3,9% (0,6 puntos porcentuales menos) y 5,3% (1,7 puntos por debajo).

Desagregando los datos por cadena, se observa que las diferencias mayores entre los precios de Montevideo y Punta del Este corresponden a Tienda Inglesa, y que el diferencial casi se duplicó con relación al año 2022. En particular, el sobreprecio capturado por el SIPC ascendió a 8,3% durante la primera quincena de diciembre (había sido de 4,4% en diciembre de 2022). El diferencial para noviembre fue menor, aunque también estuvo por encima de los registros observados durante el año pasado (7,3% versus 4,5%).

Distinta es la situación en el caso del Disco, dado que las distancias entre los precios con relación a Montevideo cayeron frente a 2022 y en todos los casos son menores que las constatadas para Tienda Inglesa. Concretamente, el diferencial de precios estimado para noviembre fue 1,9% (4,6% había sido el mismo mes de 2022) y en el caso de diciembre se ubicó en torno a 2,1% (cuando había sido 6,7% en diciembre del año anterior).

Piriápolis

En este caso la única cadena con presencia en el balneario es Devoto, que este diciembre estableció precios que –en promedio– fueron 1,1% superiores que en los locales ubicados en Montevideo. Esto implica un sobreprecio bastante menor con respecto a la temporada anterior, cuando los precios eran 4,4% mayores en el este. Las mismas conclusiones se desprenden al analizar lo sucedido durante la primera quincena de noviembre: para 2023 el sobreprecio calculado fue de 0,9%, mientras que para 2022 la distancia alcanzó al 3,9%.

Atlántida

En este balneario se fijaron precios que, en promedio, fueron 1,5% más altos que en Montevideo durante la primera quincena de noviembre y 2,0% más elevados cuando se consideran los primeros 15 días de diciembre. Del análisis por cadenas se desprenden diferencias marcadas, dado que los diferenciales son muy pequeños entre los locales del Disco (tanto en 2022 como en 2023 las diferencias con Montevideo no superaron el 0,2%), pero no así entre los de Tienda Inglesa. En este último caso, la brecha de precios se ubicó en torno a 2,5% en noviembre y ascendió a 3,3% en diciembre (el año pasado esas cifras habían sido 0,3% y 0,6%).

A la luz de lo anterior, las conclusiones que surgen de los informes previamente relevados por la Unidad de Defensa de la Competencia para otros años no cambian –y se mantienen dentro de la lógica del sentido común–; el sobreprecio aumenta a medida que nos alejamos de Montevideo y los precios aumentan a medida que nos acercamos a enero.

Otras historias de sobreprecios

De acuerdo con la última medición del índice de precios fronterizos, adquirir la misma canasta de productos cuesta 61% menos en la ciudad de Concordia que en la ciudad de Salto. O, expresado al revés, los precios de un conjunto representativo de productos de consumo son 157% más altos en Salto que en Concordia.

Estas son las conclusiones que se desprenden del último informe elaborado por el Campus de Salto de la Universidad Católica, que toma en cuenta los diferenciales de precios vigentes al mes de noviembre. Con respecto a la medición realizada en setiembre, que marcó el diferencial más alto desde que se compila el indicador (180,2%), la brecha de precios se moderó levemente. De hecho, las diferencias se redujeron para todas las divisiones del indicador, a excepción de "comidas fuera del hogar” que experimentó un nuevo incremento.

En el caso de la categoría de “alimentos y bebidas no alcohólicas”, que es la que tiene mayor ponderación en la construcción del índice (49%) y releva las diferencias para 30 productos, los últimos datos sugieren que Salto está ahora 144% más caro con relación a Concordia. Dentro de esta división, hay seis productos (20% del total) que exhiben diferencias superiores al 300%, destacándose los casos de postres en polvo (casi 800% de brecha), mayonesa (casi 700%) y sal (casi 500%).

En segundo lugar, aparece la división de “comidas fuera del hogar”, con un peso de 15,5% y un diferencial de 194%. Según advierte el documento, las diferencias de precios para adquirir comidas fuera del hogar persisten en niveles notoriamente altos, con brechas que se sitúan en 223% en el caso de los refrescos y en 235% en el caso de la pizzeta familiar con muzzarella.

La siguiente categoría en orden de incidencia es la de transporte, cuyo peso en el índice asciende a 11,1%. En este caso, el diferencial de precios fronterizo se moderó en noviembre, hasta situarse en el entorno de 166%. Para la nafta la diferencia ascendió a 177%, teniendo en cuenta la medida de reducción vigente del Imesi (40%). De no considerarse este beneficio, la brecha escalaría hasta 362%. El gasoil, por su parte, registra una brecha equivalente a 290%.

Para el resto de las categorías consideradas, las brechas varían entre 62% (“prendas de vestir y calzado”) y 317% (“bienes diversos”).

En efecto, el último relevamiento de este indicador pone de relieve que, si bien Argentina continúa muy barata para los uruguayos, comienza a encarecerse producto de la escalada inflacionaria reciente y de la relativa estabilidad que ha venido mostrando el dólar paralelo.